Solo sé que te amo

25. La promesa de Sesshoumaru

Siento mucho no haber podido haber venido ayer a dejar este capítulo, pero tuve un par de complicaciones con el trabajo. 

Bien, les recuerdo que este es un fic reeditado, el cual estaba hecho al principio en tercera persona, hoy lo he colocado en primera, por lo que tengo que hacer muchos "POV", espero no sea de mucha molestia y que esto ayude a comprender mejor la trama.

La llegada de Rin vendrá a causar revuelo, pero ¿qué tanto? Es lo que estamos por averiguar.

Espero que el fic les siga gustado y espero leer sus comentarios y ver esas estrellitas!

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CAPITULO 25:
«LA PROMESA DE SESSHOUMARU»

Son un poco pasadas las 5 de la tarde lo que significa que es la hora de salida. Me he tomado el resto de la tarde enseñarle el hospital a Rin y varios procedimientos administrativos, luego, hemos quedado de irnos a mi casa para tomarnos unos tragos y que ella se sienta más en confianza.

Ambos entramos a mi pequeña pero lujosa mansión, ahora ya está completamente remodelada a mi gusto, no se parece en nada a los tonos beige, blanco y madera como la dejó Kagura, de hecho Kagome dice que la sala es un poco sombría con el color azul oscuro de las paredes, pero hay muchos cuadros de pintores famosos que le dan vida, hay un televisor empotrado a la pared 68 pulgadas y amplificadores, junto con su DVD y un equipo de sonido de ensueño, al final un pequeño mini teatro; lo único que he conservado es el bar el cual tanto Kouga como yo lo tenemos mejor cuidado que la refrigeradora y la cocina, aunque de eso siempre se encarga Kagome.

—Que bella casa tienes Sesshoumaru nii-san.

—Gracias Rin, es muy amable de tu parte. ¿Quieres un trago?

—¡Claro! Se me apetece un Martini doble por favor.

—Sabes beber ¿No? —digo con algo de asombro mientras se lo preparo, estoy acostumbrado a que las chicas siempre piden bebidas más disimuladas como cócteles dulces, no este tipo de bebida más fuerte.

—Por supuesto, siempre hay que aprender de todo, especialmente cuando todos tus amigos resultan ser hombres, ¿no estás de acuerdo nii-san?

Asiento con la cabeza emitiendo un sonido que más parece un gruñido que una aceptación. Le coloco la clásica aceituna a la copa y se la entrego, para mí un simple whisky, como es lo usual.

Rin siempre ha sido un poco traviesa y curiosa, y al verla buscar entre la colección de DVD y CD de música me doy cuenta que no cambia.

Saca una caja con un CD poniéndolo en el aparato y la música empieza a sonar instantáneamente.

«Don't ask me
What you know is true
Don't have to tell you 
I love your precious heart»

Veo como se empieza a moverse con soltura al ritmo de la música de INSX, un grupo de rock ya inexistente pero que gracias a nuestros padres —en la época que ellos se creían super cools por escuchar música de la actualidad—, lo escuché y me agradaron.

«I was standing
You were there
Two worlds collided
And they could never
tear us apart»

—¿Te gusta INXS? —le pregunto con asombro disimulado ya que a muchas chicas no les agrada este tipo de música y otras ni lo conocen, de hecho una ellas es Kagome, claro, es de diferente época, yo casi tengo 29 años la misma edad de Rin y Kagome recién acaba de cumplir los 23, la diferencia entre gustos es obvia.