Solo sé que te amo

28. Muerte. Una espera que nadie resiste

Estoy intentando traerles por lo menos 3 capítulos diarios, espero que el fic les siga gustando por ni siquiera vamos por la mitad. Falta bastante, así que tienen para leer un buen tiempo.

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CAPITULO 28:
«MUERTE.
UNA ESPERA QUE NADIE RESISTE»

-¿No lo sabes? O ¿No lo quieres aceptar? Ahora ya no hay excusas Kagome, tú ya no estás con mi hermano, ya no hay nada que te detenga a estar conmigo.

-No puedo -le digo moviendo la cabeza en forma negativa y alejándome de la prisión de sus brazos al levantarme de la cama y alejarme de él-. Lo siento.

Es obvio que no le ha caído en gracia mi respuesta ya que comienza a caminar furioso y dando vueltas por toda la habitación.

-Disculpa si te he enojado -le digo muy avergonzada y con sinceridad. Él se detiene frente a mí.

-¿Enojado? -pregunta con mucha ironía-. Enojo es lo mínimo que puedo sentir en estos momentos, solamente te voy a preguntar una cosa más y con eso creo que podríamos dar por terminada esta conversación.

-Sesshoumaru... Yo... -él no me permite hablar.

-¿Te das cuentas que con esta actitud me empujas a los brazos de Rin? -no puedo responderle-. Olvida el sexo Kagome, olvida tu preciada virginidad, piensa en los sentimientos, hasta una persona fría y seria como yo, necesita de alguien que esté a su lado -me sorprendo muchísimo con esa aclaración, esta noche he escuchado a un Sesshoumaru que nunca antes he visto y tiene razón, todos necesitamos a una persona que esté con nosotros, una pareja.

-Lo sé -contesto tristemente-, pero no puedo cambiar mi forma de ser, además no puedo enfrentarme a tu hermano, lo pienso y lo vuelvo a hacer una y otra vez, pero no estoy preparada para un escándalo, para enfrentar a tu padre, a nuestros amigos ¡No puedo! No todavía.

-¿Y crees que a ti sería a la única a quien le armarían un escándalo? Mi padre me mataría si piensa que yo le he quitado la novia a su hijo menor, Inuyasha estoy seguro que haría cualquier berrinche con tal de llamar la atención, además de los reclamos de Rin, pero nada de eso me importaría.

-¡Sesshoumaru, por favor! Entiéndeme -le suplico intentando acercarme a él, pero ante su enojo me es difícil hacerlo-, tú eres hombre y es más fácil para ti, además si hemos esperado durante todo este tiempo ¿Qué más da esperar un poco más? ¿No te parecería que la recompensa sería muy agradable? Esperar mucho tiempo para tenernos el uno al otro y sin que nadie nos pueda reprochar nada -el gruñe pero no me dice que no.

-Será difícil, Rin no dejará de insistir.

-Lo sé -le respondo sintiéndome un poco más aliviada-, pero estoy segura que después podremos disfrutarnos tanto como nosotros queramos ¿no te parece? -le digo en forma coqueta acercándome a él para intentar abrazarlo, pero en esos momentos mi celular empieza a sonar como loco.

-¿Quién es? -me pregunta seriamente al momento en que lo tomo y lo examino.

-No puede ser... Es Kaede... -le aseguro con mi voz cortada al leer el mensaje-. Tengo que ir al Hospital de inmediato.

Salgo de su habitación corriendo para irme a cambiar de ropa. Cojo un jeans y una camiseta tipo polo en color verde, me pongo tenis y tomo mi cartera. Al momento en salgo veo que Sesshoumaru también está vestido para salir.

-¿Pero qué haces?

-No te preocupes, te llevo. ¿Qué tan grave está la hermana de Kikyo?

-Mucho -respondo con pesar-. Pareciera como si estuviese en la recta final -le aseguro muy triste mientras los dos vamos bajando las escaleras de la casa.