34. Recompensa

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Les dejo otro capítulo recién reeditado de mi fic "Solo sé que te amo". Espero les guste. 

Disclaimer 1: Los personajes de Inuyasha solamente le pertenecen a la granmangaka Rumiko Takahashi, yo solo los tomos prestados para mi diversión.

Disclaimer 2: No presto mis historias, solo las subo aquí en wattpad y en Fanfiction, si lo ven en otro lado favor de denunciarlas. Tampoco hago continuaciones de lo que ya dejé finalizado.   

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La idea de las niñas para levantarle la moral a Miroku fue muy buena, pero ¿y ahora qué pasará una vez estén juntos con Sango otra vez?

Y ¿qué hay de la velada de Sesshoumaru y Kagome? ¿Será que alguien o algo los interrumpirá?

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CAPITULO 34:
«RECOMPESA»

«Sesshoumaru POV»

Después de un día tan cansado en el hospital al llegar a la casa me siento completamente exhausto agradeciendo porque esté llegando a su fin. Kagome al parecer ha preparado una velada romántica y al ver cómo me sale a recibir animada, alegre y a su vez muy bella y provocativa, cualquier instinto de sueño desaparece.

—Buenas noches Kagome, pero...

Me quedo sin habla y a pesar del hambre que llevo, al verla con un vestido corto y sumamente estallado, éste se convierte en uno hacia ella, Kagome se ve sumamente feliz y nerviosa a la vez.

—Hola mi querido Sesshy —me contesta dándome un cálido beso en la mejilla.

¿Sesshy? Pienso, se escucha gracioso y cursi a la vez, pero en su tierna y suave voz me encanta escucharlo ya que eso significa que va perdiendo la vergüenza que tanto siente conmigo.

—¿Te agrada? —me pregunta entusiasmada enseñándome como ha arreglado románticamente la casa con velas aromáticas de vainilla que inundan el lugar con su olor, lo cual lo hace inclusive afrodisíaco, pero a pesar de su emoción no puede evitar demostrarme que está sumamente nerviosa aunque desee contenerla.

—Veo que te has esforzado —le digo tirando mis cosas en el sillón que está a mi lado izquierdo.

La tomo entre mis brazos dándole un efusivo beso, nuestras lenguas nuevamente se encuentran en aquel juego mortal, mis manos siguen su bien formada cintura, en esta ocasión ella no opone resistencia alguna, al contrario pareciera que lo está disfrutando.

Me separo de ella queriéndole demostrarle que respeto su decisión porque la quiero, aunque todavía no se lo he dicho.

—¿Qué sucede? —me pregunta algo molesta al dejar de recibir mis caricias a las cuales aparentemente se empieza a acostumbrar—. ¿Tan pronto te empalagaste?

—¿Empalagarme? De ti, nunca —le digo tomándola nuevamente por la cintura para acercarla a mí y darle otro fuerte beso, aunque éste dura menos que el anterior, nuestros alientos se escapan suplicando por el oxígeno que tanto necesitamos, pero estar con Kagome es totalmente embriagante, ella es una delicia—. ¿No se va a enfriar el banquete que has preparado? —pregunto con picardía.

Kagome dibuja una pequeña pero pícara sonrisa accediendo pasar al comedor y disfrutar de una comida normal y rutinaria, comenzamos a platicar de nuestro día, ella me comenta lo duro que le está tocando con Rin, pero que poco a poco se va ganando su confianza gracias a su esfuerzo y al trabajo tan duro que está realizando, pero ansía llegar a cirugía ya que eso le apasiona, pero sobretodo desea llegar aún más a cardiología ya que por el momento cree que esa podría ser su vocación.

Solo sé que te amoWhere stories live. Discover now