3. Una nueva persona

598 59 13
                                    

CAPÍTULO 3
«UNA NUEVA PERSONA»


¿Quiere desaparecer así no más? Solo con decir «lo siento» y liberarse de su responsabilidad ¿Cree que todo se solucionará o que será problema de otro y no suyo? En esta ocasión no puedo quedarme callada ante sus displicencia, no cuando la felicidad de Inuyasha está de por medio.

Salgo corriendo detrás de ella lográndola alcanzar antes que ella pueda salir del hospital.

—¿Qué estás haciendo Kikyo? ¿Cómo puedes pensar en dejarlo? —le grito y algunas personas me vuelven a ver, ella me ignora por completo así que no tengo otra opción que tomarla por el antebrazo para llamar su atención—. Él te salvó la vida, siempre ha dejado todo para estar contigo, siempre ha antepuesto su trabajo, su familia para que puedan estar juntos —las palabras raspan mi garganta al momento en que salen—, él... Realmente te ama Kikyo.

Al decir esto último me doy cuenta de qué tan enamorada estoy de Inuyasha, porque mi corazón empieza a doler tanto que quiero llorar, pero no porque ella lo esté dejando, sino porque a pesar que me duela preferiría verlo aunque sea con ella pero feliz, y sé que si Kikyo estuviera con él, se recuperaría inclusive más fácil, pero intento reprimir mis sentimientos, a pesar que sé que ellos son quienes están hablando en estos momentos.

—Y ahora tú, solamente dices «me voy» ¿Crees que esto es justo?

—¡¿Justo?! ¿Quién habla que la vida es justa niña tonta?

Se zafa de mi agarra tirándome la mano para que no pueda tocarla, cómo si eso me gustara también. El odio que reflejo en mis ojos cafés debe ser aún más grande que antes.

—Aunque no lo creas sí quiero mucho a Inuyasha, pero no puedo quedarme con él y cuidarlo, después de todo él tiene la fortuna de su familia y puede vivir de eso, pero ¿Y yo? ¿Crees que su familia también me va a mantener? Yo vivo de mi trabajo y el quedarme con Inuyasha me estancaría —su voz la eleva todo lo que puede aunque luego se suaviza mientras esboza una sonrisa socarrona que me dan ganas de borrársela con una bofetada— además, ¿Por qué no te portas más inteligente? Finalmente Inuyasha ¡Podría ser tuyo! —se ríe en mí cara al decirlo—, cuídalo y queda bien con su familia, ya de por sí, ellos te quieren mucho, así que no tendrás mucho problema para que él finalmente te acepte, después de todo se ve que das todo por él ¿O no Ka-go-me?

—¡Eres una odiosa Kikyo! ¿Cómo puedes ser tan insensible? —le reclamo apretando mis puños para no ceder a mis instintos salvajes—. Sabes que con esto le romperás el corazón a Inuyasha y...

—¡¿Y qué?! —me interrumpe con fuerza regresando a su cara de bruja agria y amargada—. ¡Tú no entiendes nada Kagome! ¿Y sabes qué? Esta conversación ha llegado a su fin, no pienso seguir perdiendo mi tiempo con alguien como tú, necesito irme de aquí lo más pronto posible.

Veo cómo se va alejando mientras intenta caminar con más rapidez, veo a lo lejos como se sube a un taxi y por primera vez no puedo dejar de pensar que me gustaría que algo malo le pasara, Inuyasha estuvo dispuesto a dar su vida por ella y la muy desgraciada ni siquiera tiene la conciencia de agradecérselo y encima de todo decide terminar con él por medio de un intermediario. Es una ingrata, pienso intentando tranquilizarme un poco.

Esa bruja no puede amargarme lo que falta del día y mi noche, así que me doy la media vuelta intentando ignorar lo que acaba de suceder, en su momento pensaré la manera de decírselo a Inuyasha para no lastimarlo demasiado.

-.-.-.-.-.-

Ha pasado una semana desde el incendio en aquel antro de mala muerte, Inuyasha ha salido bien del coma inducido y ha estado mejorando cada día, aunque Sesshoumaru no ha perdido ocasión para decirle lo idiota que es, que lo mejor que puede hacer es analizar su vida y ver de qué manera puede enmendarla para no seguirla desperdiciando. Inuyasha no ha tenido más remedio que bajar la cabeza.

Solo sé que te amoWhere stories live. Discover now