❧ Capítulo 17: Fantasmas del Pasado [Segunda Parte] ☙

Comincia dall'inizio
                                    

Doña Gladys arrugó la frente al otro lado del teléfono.

—O sea, ya sé que formalmente no necesito pedirte permiso al estar ya independizada de forma legal, pero aun así...

—Lastimosamente, siempre me lo enrostras cuando te llamo la atención por cualquier cosa —dijo fastidiada la señora al recordar.

—Lo sé, e igual así te hago caso en todo siempre. ¡No te puedes quejar! —habló muy solemne—. Desde que decidí aceptar el ofrecimiento de Ángel, me he portado bien, no han tenido queja alguna de mí, ¿o sí?

—Bueno... —habló poco convencida doña Gladys.

Si bien no era la primera vez que Aira no dormía en su casa, era la primera que lo hacía por irse de fiestas con sus amigos del colegio, por lo que la señora no pudo evitar sentirse aprensiva y más conociendo los antecedentes de su nieta.

Como si adivinara su poco convencimiento, la joven volvió a argumentar razones a su favor:

—¡No estoy entre las mejores de mi sección, pero tampoco soy de las peores! Recuerda mi boleta de notas del último bimestre.

—Sí, tienes razón, pero...

—E incluso puedo arriesgarme a decir que soy la mejor en la clase de Literatura —dijo volteando a ver a Rodrigo.

El joven seguía concentrado en recoger los restos de su improvisto.

—¿De verdad? —preguntó emocionada la señora. El saber que su nieta se destacaba en algo más que no fuera en meterse en problemas, con lo que podía ayudar en elevar su autoestima y evitara que le diera sus típicos bajones de depresión, la alegró.

—Sí, mi profesor de Literatura me ha dicho que tengo mucho talento para la poesía, ¿sabes? Algún día lo conocerás y...

Al escuchar lo que decía, Rodrigo soltó la escoba y el recogedor de su limpieza. Pasó saliva y la miró espantado al imaginarse la probabilidad. Aira se tapó la boca para esconder la risa que pugnaba por querer escapar, luego le dio la espalda y prosiguió con su charla.

—Y bueno, que no quiero solo traerte disgustos. Tengo mucho talento para la poesía; cuando vengan los juegos florales de la escuela participaré con uno de mis poemarios. Espero hacerme con uno de los premios y enseñarte muy orgullosa que he mejorado, abuelita.

—Eso sería estupendo, mi niña.

—Sé que... Sé que a mi edad te he decepcionado mucho, pero...

Ella pasó saliva y se cercioró de que el profesor estuviera lejos de su alcance. El joven se había dirigido a lo que le pareció que era una especie de terraza, seguro para botar todo el estropicio. En ese instante, su rostro se volvió a topar con el cuadro de un pequeño Rodrigo con su madre.

Volvió a tragar saliva. El estrujamiento en su interior se intensificó, a tal punto que bajó su mirada al recordar su reciente pasado.

—Ten por seguro que haré todo lo posible por cumplir la promesa que les hice a Ángel y a ti de ser una mejor persona. No quiero que se avergüencen más de mí y...

No pudo seguir hablando. Un nudo se había formado en su garganta, por lo que trató de regularizar su respiración.

—No has hecho nada de lo que debas avergonzarte, Aira. Ya lo hemos hablado cientos de veces, lo mejor que podías hacer es...

—¡Pero, abuela! Yo... yo... —El nudo en su garganta se apretó más—. ¡He tomado malas decisiones! Hice cosas de las que todavía me arrepiento y...

Sincronías y Armonías [Saga Ansías 3]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora