Capítulo 44: Especial Ethan

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Empecé a darle vueltas y juntos giramos y reímos a la vez, Margaret no era una muy buena bailarina pero tampoco era un caso para echarse para atrás.

— Me asusté cuando recogí a María, realmente lo hice. — me sinceré con ella.

— Y yo me asusté al saber de quién se trataba. — hizo una mueca de tristeza.

— Confía en nosotros Mag, nada le sucederá. — ella asintió con duda.

— ¿Entonces Aaron se quedó con ella?

— El muchacho siente algo por ella, lo sé, lo intuyo, al igual que ella se muere por él. Dejaré que los tórtolos dejen descender sus bajas pasiones y hagan de esa habitación lo que quieran. Debes estar tranquila Margaret, nada malo le sucederá a Pet. — continuamos girando moviéndonos en la segunda canción.

— Eso intento.

Pasaron varios minutos en los que mis pies simplemente demostraban aquellos años en los que di clases de baile, no podía negarlo yo era un jodido buen bailarín, me encantaba hacerlo. Margaret y yo reímos con forme veíamos a los demás tratando de bailar la canción que sonaba.

Reí con fuerza y esta vez yo me di una vuelta, cuando regresé a mi sitio algo llamó extremadamente mi atención.

Sentí escalofríos recorrerme el cuerpo pensando que está era una maldita alucinación, una jodida broma o que simplemente estaba viendo mal.

Dejé de moverme y sonreír, utilizando mi buena vista vampírica observé a aquel muchacho que seguía allí a un lado, parado en esa esquina, confundido entre tantos vampiros. Apreté los dientes y dejé de bailar.

— A... Ahora vuelvo. — Margaret pestañeo confundida, me abrí paso entre las personas dirigiéndome hacia él.

— ¿Qué? Espera ¿A dónde vas? — la escuché decir y de seguro Lucian me mataría por dejarla sola.

A mi propia velocidad me moví sigiloso y lo tome del brazo, él pegó un salto y abrió mucho los ojos al verme.

— ¡¿Qué estás haciendo aquí Noah?! — apreté los dientes fulminándolo con la mirada.

El parpadeó repetidas veces y observó a ambos lados como si estuviese avergonzado.

— Hola Ethan...

— "Hola Ethan tus bolas" ¡¿Qué haces aquí?! Que yo sepa no eres vampiro y no tienes ninguna razón para...

— Vino conmigo. — escuché una voz femenina, de inmediato giré mi cabeza al estilo del exorcista y la boca casi se me cae a los pies.

— ¿Ratona? — Parpadeé varias veces.— ¿Pero qué carajos está pasando aquí?

— Yo lo invité Ethan, no puedes enojarte con él.

— Lástima que enojado ya estaba. ¿Y qué haces tú aquí Bee? Daniel y Margaret están en la fiesta, pueden verte. — ella se recuesta sobre una columna y suspira de manera innecesaria.

Se le notaba cansada y triste, aunque últimamente siempre lo estaba, llevaba un saco negro largo que le cubría hasta las rodillas y ocultaba el vestido verde pálido que lleva debajo, sus mejillas estaban más llenitas y sonrojadas supongo que por el rubor que tenía en estas.

— Ya lo sé, solo que Enzo me pidió que lo acompañara y pues...

— Decidiste invitar a Noah. — gruñí por lo bajo. El aludido me miraba de reojo y luego se hacía el loco viendo los cuadros de la casa.

Tener a Bee y a Noah aquí era un problema, más aún si ella no quería que la encontrarán y mucho menos conmigo. Margaret no podía saber que yo aún tenía comunicación con Bee y que prácticamente me daba un tiempo para verla todas las semanas. Y ni que decir de Daniel, después del incidente en el hotel y de que descubriera el plan maquiavélico que Bee y yo habíamos hecho prácticamente se volvió indiferente hacia mí.

Tengo Sed de Ti - IIOn viuen les histories. Descobreix ara