Capítulo 44: Especial Ethan

1.3K 133 279
                                    

Capítulo 44: Especial Ethan.


Narra Ethan:

Baile de máscaras, joder, como me encantaban estas cosas y los misterios que una enmascarada traía tras ellos. Lo aburrido de este baile era que conocía al ochenta por ciento de vampiros que estaban en este lugar, además de ello yo era un jodido especialista sacando a las personas por los ojos. Era como un don, además de ser bello y sexy tenía el jodido don para adivinar rostros.

Caminé a través de tantos cuerpos vampíricos, mi máscara era tan cool y tétrica, con un pico como de pájaro y unos cuantos detalles negros que resaltaban la máscara plateada, eran muy del estilo vienesa pero el que yo la hiciera la hacía mejor y más especial.

De pronto mis apreciados ojos azulados observaron a una hermosa chica, una que a veces me sorprendía porque cuando pensabas que no puede ser más hermosa ¡Fuas! Te sorprende con un vestido rojo de infarto capaz de causarle más tres erecciones a mi hermano en una sola noche. Y es que Margaret era hermosa, aquel labial rojo resaltaba a la perfección sus ojos azules celestes, aquellos mismos que no habían cambiado ni un poquito, aún la recordaba como una niña, como una bella adolescente que no creí que se convertiría en tremenda espectacular chica.

Observé a Margaret tomar muchos brownies y sándwiches lo cual me causó demasiada gracia.

— Alto ahí señorita. — Ella se sobresaltó e hice mi voz más gruesa para asustarla. — levante las manos y deje todo lo que tenga entre ellas. Queda detenida por abuso de comida. — Se desinfló y luego me fulminó con la mirada.

— Eres un payaso Ethan. — gruñó y le dio un mordisco a su sándwich, sonreí en grande sacándole la lengua.

— Ya me dijeron que te asustan, además este rostro sexy y bello es más lindo que cualquier payaso. — Dije lo evidente. — Deja algo al menos, la comida es para todos o mi hermano no te dio tu buena tanda de sexo hoy, o a ti te pasa algo. — Me encantaba pincharla, su sonrojo y vergüenza hacia esos temas a veces era épico. Lucian solía ser muy reservado con esos temas, el muy jodido jamás me contaba sus experiencias sexuales cuando yo necesitaba saber.

— ¡Ethan! — golpeó mi brazo.

— Lo siento joder, es que, me encanta verlos juntos, son como mi telenovela favorita en vivo y en directo, pienso ponerle de nombre, sangre, sexo y orgullo. Obviamente yo debo ser uno de los personajes principales sino nadie lo vería. — me crucé de brazos y puse los ojos en blanco.

— Tú no cambias.

— ¿Y porque cambiaría? Mírame, soy sexy, guapo y además las chicas y chicos me adoran. Soy perfecto. — me alagué a mí mismo como era de costumbre. Mi lema era el siguiente, no esperes a que alguien te lleve flores cuando tú puedes comprártelas solo. Lo que se traducía a que no esperaba que las personas hicieran las cosas por mí, prefería ser yo quien me alentará, yo quien me hiciera sentir mejor. — Tu sólo mejora ese ceño fruncido que tienes en la frente ni siquiera el antifaz lo cubre.

— Se te olvidó vanidoso, jodido y extenuante. — solté una risa ante sus palabras y llevé un postrecillo a mi boca.

— Sigo siendo perfecto. Ahora ven, te toca bailar con este sensual hombre. — la guíe hacia la pista de baile aunque la muy condenada quiso negarse al principio.

La canción a Dios gracias cambio siendo una más movida y más actual, no esa mierda de baladas y música clásica aburrida que le gustaba a mi hermano.

— Solo muévete preciosa, utiliza esas caderas y esas piernas largas. Que tus padres se sientan orgullosos de haber tenido mellizos sexys.

— Ethan.

Tengo Sed de Ti - IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora