Tengo Sed de Ti - II

Capítulo 06

Capítulo 06

— ¿Lorenzo Anniball? — repetí el nombre que acababa de mencionar. — ¿Él será mi salvación y lo que me liberará de esta mierda?—pregunté con burla soltando un bufido.

Caminé en círculos dándole la espalda.

— Margaret tómalo como quieras, búrlate si quieres. —largó con desgano y enojo ante mi risa burlesca.— Pero te estoy dando una salida algo que nadie ha intentado.

— ¿Y tú crees que yo no?—Me volví hacia él — ¿Crees que no he intentado resarcir este error?

—Lorenzo ayudará a Emma.—Parpadeé un par de veces.

— ¿De qué hablas?—Es que acaso ¿me había perdido de algo? Seguía sin entender cuál era la conexión entre los Anniball y Emma, entre todos los druidas del mundo ¿Por qué precisamente ella? — ¿Qué tiene que ver Bee?

— Sé de su problema Margaret. También sé lo que era y estoy al tanto de su condición. —explicó sereno.

— Hablas como si estuviese enferma.

— Lo está.

— ¡Claro que no! — contradije. Solté un grito de exasperación mientras me cogía de la cabeza. Dereck hacía esto, me sacaba de quicio en cualquier momento y luego metía ideas erróneas en mi cabeza.

— Si quieres cegarte y seguir con todo esto, pues bien por ti. Hay otros que si necesitan la ayuda de Lorenzo.—Sus facciones volvían a ser duras y normales, su quijada perfectamente cuadrada hacía como si ningún músculo de su cuerpo estuviese tenso y pareciera normal.

— ¿Crees que solo por apellidarse Anniball, me dejaré engatusar? —Me crucé de brazos, él me lanzó una mirada de advertencia, se sentía bien saber que también colmaba la poca paciencia que le quedaba.

— ¿Sabes cuan desesperante eres? —Dio un paso al frente — Eres irritante, terca, obstinada, hostil. Y no entiendo por qué diablos aún no te he sacado a patadas de mi casa. — endilgó.

Solté una carcajada negando, este sí que era un imbécil.

— Si quieres que me vaya no tienes ni porqué pedirlo. Tu sola presencia es irritante invades todo mi espacio personal. — Alcé los brazos y en un pestañeo Dereck estaba parado justo a centímetros de mi cara, haciendo que casi me vaya para atrás.

— ¿Así? — susurró chocando su aliento contra mi boca. Tragué saliva poniéndome de pronto nerviosa, su cercanía me había hecho temblar y eso no era nada bueno — ¿Así invado tu espacio personal?

— ¡No seas idiota! — lo empujé alejándolo. — ¿De qué forma piensa ayudar el tal Lorenzo a Bee? —Erguí mi pecho.

Él revoleó los ojos y se sobre sentó en el borde del escritorio. —Lorenzo es un hechicero, vampiro y antes era druida.

Abrí los ojos como platos — ¿Le sucedió lo mismo que a Bee?

— Si y es por eso que le pedí ayuda, nadie más que él sabrá de la situación de Emma. —Bien, quizás si tenía lógica que el tal Lorenzo quisiera ayudar. — Lorenzo sabe mucho, le gustan las cosas extrañas y difíciles cuando le hablé de tu caso... Quiso ayudar.

— ¿Ahora soy un caso?

— Sabes a lo que me refiero. —respondió entre dientes.

Lo pensé un momento, qué posibilidades habría de que fuera cierto. ¿El sabio Lorenzo me ayudaría? ¿Lograría por fin quitarme este peso de encima? Quizás no perdía nada intentándolo, pero había algo que me incomoda, si funcionaba le debería algo a Dereck y ya mucho tenía con tener que aguantar que pague la clínica y nos de casa por lo que buscaría la forma de solucionar esto con Daniel.