No Pecarás

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Luego del culto, fueron de regreso a la casa. Durante el trayecto, tía Corina no dejaba de decir lo grandioso que era el Señor al haber recibido a su nuevo hijo, su sobrino, y le auguraba un camino lleno de bendiciones en su vida. Por su parte, Boris no se mostraba entusiasmado y trataba de disimularlo con algunas leves sonrisas, ya que a su mente venían las imágenes de su primer amor, un excompañero de colegio con el que había salido durante tres meses el año anterior, situación ante la cual asumió su homosexualidad frente a su madre, quien se lo tomó de la forma más natural, ya que ella nunca había tenido prejuicios con el tema.

Cuando Boris comenzó a crecer, ella notó en él algunas conductas que le indicaron que su hijo tendría preferencia por los chicos y no por las chicas. No obstante, esperó hasta que él se lo contara, pues confiaba plenamente en la persona que estaba criando. Una vez que su hijo se acercó a ella para decírselo y presentarle a su «amigo», no tuvo inconvenientes en hablar el tema abiertamente. Incluso sufrió junto a él cuando fue dejado por este primer amor, con quien nunca llegó a entablar una relación formal.

Con estos recuerdos llegó hasta la casona de la familia, atormentado al ver que allí no podría ser igual que antes. Una familia tan religiosa y conservadora no aceptaría jamás un homosexual como hijo del pastor, menos un recién llegado.

Antes de ir a dormir, Abner le manifestó lo feliz que estaba de tenerlo en la casa y que esperaba poder acercarse a él para tener una mejor relación. También le recordó que la mañana siguiente llegaría su "hermano" y, además, irían al colegio donde comenzaría a cursar su penúltimo año.

Para su sorpresa, la iglesia era propietaria de un establecimiento educacional y de una especie de hogar de menores donde ayudaban a niños de escasos recursos y los llevaban por el buen camino de la fe. Abner se encargaba de administrar el hogar de niños y, pronto, su hijo mayor podría ayudarle al obtener el título de medicina. Marta, su esposa, con la cual llevaban casi seis años de matrimonio, era la directora del colegio. Todo un ejemplo de familia que Boris no se atrevía a romper con temas sobre su sexualidad, no, eso sería un escándalo.

Cuando su padre cerró la puerta de la habitación, al fin pudo respirar tranquilo. Había concluido un extenuante día, lleno de nuevas situaciones que no sabía si lograría soportar por mucho tiempo. Buscó sus audífonos y los conectó al celular, abrió la cama mientras iniciaba una lista de música pop. Se quitó la ropa, dejándose el bóxer y se metió entre las sábanas. Estuvo de nuevo perdido en su mundo, pensando en su antiguo amor que tal vez sería bueno olvidar. Cerró los ojos y se durmió profundamente.

Por la mañana, sintió cómo la lluvia caía con fuerza golpeando su ventana, y comenzó a abrir los ojos sintiendo que le faltaban horas por dormir. Pero este ruido nuevo le resultó agradable, ya que, en el norte, donde vivía antes, casi nunca llovía. Medio dormido aún, se sentó en la cama con su pelo despeinado; incluso así continuaba viéndose guapo. Le parecía que el ruido del agua era demasiado intenso, por lo que caminó hasta la ventana y vio, por un instante, caer la copiosa lluvia. Se sintió feliz y luego se detuvo a pensar en que el sonido había cambiado. Sin embargo, no parecía haber cesado de caer agua. Se dio vuelta para buscar una camiseta entre sus cosas, pero antes de que pudiese encontrar algo, se abrió de golpe la puerta del baño de la habitación y, entre un espeso vapor, apareció un guapísimo hombre con una toalla cruzada en la cintura.

―¡Disculpa!... ¡Te desperté! ―dijo el apuesto joven de tez blanca, mientras se movía su corto cabello claro, aún mojado.

Boris quedó atónito con su presencia, no logró reaccionar durante unos segundos. Estaba impactado con el marcado cuerpo mojado de aquel recién aparecido.

―Hola, tú debes ser Boris... Yo soy Gabriel. ―Se acercó sonriendo y estiró su mano para saludarlo.

Boris apenas atinó a estrechársela y esbozó una sonrisa. "Al fin algo bueno", pensó.

El Hijo del Pastor ©️ [ Disponible en físico  ]Where stories live. Discover now