17✻¿Deudas?

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Ríe ante mi comentario no se ofende, al revés, esto le parece muy entretenido. 

Le pego con suavidad en el pecho. Abre con la llave su coche, abre la puerta del copiloto de modo muy ágil teniendo en cuenta que sigo en sus brazos. Empiezo a tener la sensación que no tiene trauma con las chicas, por este mismo ejemplo de experiencia.

Da la vuelta tranquilo, pero para en seco mirando a algo que está fuera de mi alcance.

Su mueca no es para nada alentadora, ajusto desde dentro del coche un espejo lateral con cuidado para que no me vea hacerlo.

Veo a Dry que tiene una mueca bastante terrorífica dibujada en el rostro mientras contempla a Patch. Ay lo siento, tiene pinta de ser cosa de familia, estoy bien aquí dentro.

-Dry ¿Qué haces?-masculla Patch con tono imponente, 

-He venido a recoger lo que me debes- 

Contemplo la escena bastante intrigada pero el espejo retrovisor no es muy cómodo así que me muevo al asiento del copiloto y abro la ventanilla para recostarme con más comodidad.

-Maya no te metas- demanda Patch sin siquiera dirigir su mirada a mi dirección.

-No me estoy metiendo, pero que conste que yo me meto si me da la gana porque tú no me mandas- ruedo los ojos, entiendo porque Dry lo contempla de ese modo.

-Esto es entre Patch y yo- no me digas Dry, no lo sabía.

-Oh si, no lo dudo, pero yo también quiero enterarme del chisme- su mirada se centra en mí y chasquea la lengua.

-¿Me dejas proseguir o nos quedamos aquí hasta el año que viene?- levanta la voz, levanto las manos en forma de rendición.

-Adelante, adelante, como si no estuviera- me encojo de hombros.

Aparecen unos chicos detrás de Patch, bastante seductores con pintas de chicos malos.

-Dry veo que no lo estás consiguiendo con tu hermano, así no vamos a llegar a ninguna parte, vaya, vaya, pero si además tenemos a una preciosa castaña- el que parece ser el capitán de la banda se acerca al coche, pasa su mano por un mechón de mi cabello.

-¡Joder Sam me habías asustado!- tener amigos de la infancia viene muy bien, le quito la lata de Red Bull de las manos, le doy un sorbo y se la devuelvo- ya decía que esa voz de estúpido me sonaba de algo.

-No te esperaba aquí abejita- mira a Patch para luego redirigir su mirada de nuevo a mí- verás, la madre de tu amigo, tiene que pagar algunas deudas.

Le agarro de las patillas de la camisa y lo acerco, nuestros rostros se encuentran a centimetros.

-¿Pues por qué no buscas a su madre en vez de a mi amigo? ¿Eh Ramírez?-podría darle un besito pero se va a quedar con las ganas, suelto su camisa y se separa lentamente.

-Maya- comenta mi nombre en voz alta- le dejaré en paz, si aceptas venir de acompañante cuando te lo pida, como en los viejos tiempos nena.

-Que te follen- le guiño el ojo- esos tiempos ya no van a volver, deberías saberlo ya.

👑

-El domingo a las 7 aquí, tienes que estar lista, falda o vestido tu eliges- me besa la mejilla y se lleva a su séquito.

Suelto una carcajada, eso no va a ocurrir, ambos lo sabemos.

Gateo hasta el asiento del copiloto y me abrocho el cinturón. Patch hace lo mismo en silencio. Conduce en silencio hasta las afueras de la ciudad. Se que quiere hablar sobre esos viejos tiempos, pero hay cosas que no se deben sacar a la luz.

Da una vuelta y entra por otro lado de la ciudad, unos edificios altos y caros aparecen ante mi y mientras nos vamos acercando la brisa marina se nota en el aire.

Aparca justo en la entrada y sale, da la vuelta abriéndome la puerta y dándome la mano y me ayuda a bajar.

Le da las llaves al aparca coches y nos quedamos en la puerta esperando a los demás.

Empiezo a sentirme agobiada a que me ahogo en este mar de aire caliente.

-Patch- me mira muy preocupado- me falta el aire- empiezo a hiper ventilar.

Me toma en brazos y entra conmigo dentro, aparecen dos camareros alarmados y Patch les cuenta lo que pasa. Entramos a una sala y Patch me tiende en el sofá. Cierro los ojos intentando regular mi respiración.

Alguien me pone una toallita mojada en la frente, lo que me relaja, consigo bajar mi respiración pero mi corazón sigue latiendo a la 120 km/h.

-¿Maya vives?- la voz de Patch me reconforta, suspiro.

-No, solo estás hablando con un espíritu- me acaricia el brazo- ¿Tú que crees?

-Oh venga ya, no te pongas así, que me estoy divirtiendo mucho- abro los ojos ¿Really?- bueno, sin tener en cuenta tu problemita.

Bebo del vaso de agua que me tiende uno de los camareros. El agua fría baja por mi garganta haciendo que mi corazón baje el ritmo. Puedo dormir durante dos días pero me da un poco de calorcito y ya estoy a punto de morir. No entiendo.

Me siento mucho mejor.

-Os dejo en vuestra mesa- dice uno de los camareros y desaparece de nuestra vista.

Vale, se que antes este capítulo era un poco caótico pero ya lo he arreglado :)

Esas son mis bragas joder [Editando-Resubiendo...]🍭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora