16✻Karma

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-Seguimos estando en el campus pero vas a tener que bajarte al campo de fútbol, el entrenador nos ha llamado para hablar con nosotros antes de irnos a cenar, no nos vendría mal que nos sacases de cualquier apuro en el que nos hayamos metido- ruedo los ojos, ni que fuera su niñera o algo por el estilo, le cuelgo darle ninguna respuesta.

Entro en el ascensor, antes de llegar abajo de todo, el ascensor hace una parada en el piso 12, entra un chico lleno de pintalabios por todas partes y empieza a quitárselo gracias a su reflejo, es bueno que el ascensor sea espejos al completo porque así puedes percatarte de que algo va mal antes de que te vea el mundo exterior.

-Eres la nueva a que sí- asiento, su voz me intimida un poco pero es agradable- ¿Vives con los del fútbol americano no?

-Veo que los rumores vuelan aquí- consigo articular por fin- no me esperaba menos.

-Soy Nick- se aproxima a mi hasta que noto su aliento sobre el contorno de mi cuello- soy de béisbol, sería muy gratificante tenerte el sábado que viene en las gradas o en el banquillo en el partido de apertura- me susurra al oído mientras me va rodeando por la cadera- así comenzaremos a conocernos mejor ¿No crees?

Me quedo de piedra, soy mucho de ser una bad bitch pero no puedo ni moverme, Maya reacciona mujer, ubica tus neuronas para responder.

-Vendrás ¿no?- me encojo de hombros, se acerca tanto a mi cuello que hasta deja un beso en mi clavícula con suavidad, como si me tomase la palabra- a lo mejor hasta te dedico algún punto, no sé, tu piénsalo...

Sale del ascensor y me cuesta reaccionar un poco. No tengo ni idea de lo que ha pasado, pero me he rallado mucho.

Esto no puedo contárselo a los chicos. Tal vez más adelante a alguna amiga si consigo alguna, pero lo veo difícil por como estos chicos han decidido ocupar todo mi tiempo.

Recorro pocos metros del campus buscando a los chicos. Los encuentro donde Ethan me había ubicado por teléfono. Y me uno al grupo y parece, que el queridísimo entrenador es el primero en darse cuenta, nótese el sarcasmo.

-Señorita bienvenida- Ethan se coloca a mi lado entrelazando su mano con la mía, no entiendo porque lo hace pero parece que ha recibido la información del otro día, un poco tarde pero se agradece que al menos llegue.

-¿Que hago aquí?

-Vas a ser mi asistenta si quieres quedarte con ellos- señala a todos los jugadores, aunque hay chicos que no conozco.

-Me niego- me pongo de brazos cruzados- prefiero irme del piso entonces.

-¿Perdona?

-Le perdono, no tiene de que preocuparse- asiento con tranquilidad.

Bien, ha vuelto mi bad bitch interior, ya era hora de que apareciera. Al parecer he empezado a funcionar con un poco de retraso.

-Me parece que no he escuchado bien lo que has dicho- buen intento, pero no va a funcionar.

-Lo que ha escuchado señor entrenador, no voy a dejar que se aproveche ni de mí ni de sus jugadores- se le quedan los ojos como platos- además, ya tengo trabajo.

-¿Cuál?- replica lo suficiente ofendido como para fulminarme con la mirada.

-Alguien tiene que traer y conseguir a los mejores ojeadores, y una de ellos soy yo- hace tiempo me pidieron que fuese ojeadora por internet ya que al parecer faltan, pero nunca volví a saber nada de ello, pero al menos puede salvarme de esta.

👑

No me acuerdo si acepté, pero por lo menos ya tengo excusa. Se le quedan los ojos como platos, revisa en unos papeles.

-Si que eres ojeadora- ahora a la que se le quedan los ojos como platos es a mí, no puede ser, si era todo una mentira piadosa, si soy una adolescente, no tengo capacidades para ello- tu padre era ojeador y se te ha apuntado para que sigas su legado también.

-Déjeme ver eso- le quito los papeles de las manos, reviso los papeles- aquí pone que soy ojeadora en prácticas ¿Qué es eso? Ni siquiera se que leches es un ojeador.

-Un ojeador es un como un reclutador que tiene el objetivo de buscar talentos, en este caso talentos deportivos, los que se consiguen lucir consiguen invitaciones de las mejores universidades e incluso becas para ello- eso me aclara muchas cosas, pero no me aclara como es que yo soy una.

-¿Y ojeadora en prácticas?- arrugo la nariz, y yo que pensaba que había conseguido escaquearme.

-Que en vez de trabajar conmigo serás la portavoz de alguien que te guiará, acabarás antes el curso y te irás con tu ojeador correspondiente- intento encontrar el nombre de mi ojeador.

-Tu ojeador es tu padre- ¿Hace demasiado calor o me lo parece? Ay lo que me faltaba, que conoce de mi existencia. Me apoyo en el hombro de Patch que entiende al instante que algo no va bien y me sostiene por la cintura.

Como puede ser mi padre mi ojeador, querido karma dame a otro que no sea él. Patch me susurra al oído para que los demás no lo escuchen.

-¿Quieres que nos vayamos Maya?- apoyo mi cabeza sobre su hombro intentando recobrar la compostura.

-Por favor, sácame de aquí- le susurro, el sufrimiento se diferencia en mi tono.

Ríe ante lo dramático que ha sonado todo.

-La que me saca de aquí eres tú- me susurra y levantando la voz se dirige al entrenador- señor, Maya se siente mareada ya que no ha comido en mucho tiempo y el sol no ayuda mucho ahora mismo.

-¿Maya no quieres ir a la enfermería?- me contempla preocupado, muérete, no necesito tu compasión.

-Tengo hambre y estoy mareada, deje que Patch me lleve ya a un lugar fresco para que esto no vaya a peor- asiente, Patch me sube en brazos cual reina y me lleva hasta el aparcamiento.

-Ángel se caminar- hace como que me suelta y me agarro de su cuello- monstruo no hagas eso ¿Quieres que mi bonita cara sufra daños o qué? Estar en tus brazos es como estar a dos pisos de altura del suelo.

¿Alguna vez te has sentido incómodo/a por algún espécimen?

Esas son mis bragas joder [Editando-Resubiendo...]🍭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora