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—será un alfa... —murmuró el ojiverde paseando su nariz por la creciente panza de Louis, regalando leves besos en su piel. El omega estaba estirado en la cama con la camisa abierta con una sonrisa en sus labios, sintiendo como su bebé se movía al escuchar la voz de Harry.— Serás un alfa...

—¿Imaginas sea una chica alfa? —pregunto y Harry sonrió con sus hoyuelos marcados en las mejillas.

—sería una reina... —dijo seguro de ello. Louis rió— ¿Eres una chica?...

Preguntó a la panza y Louis sonrió viendo cómo Harry comenzaba a pasear sus manos sobre su piel, generándole escalofríos.

—me da cosquillas. —dijo antes de reír y Harry le miró los ojos.

—estas hermoso. —le aseguró y louis negó avergonzado— luces mejor que cualquier Omega del pueblo.

—¿Allá le enseñaron a ligar con omegas? —preguntó y Harry soltó una carcajada para acercarse a sus labios para sonreír sobre ellos, negar y luego besarle.

—eso lo sé desde mucho antes. —le aseguró mirandole los ojos y Louis acercó sus manos a las clavículas de Harry para acariciarlas para luego pasear sus manos hasta el botón de la camisa, de una forma coqueta.

—¿Y sólo me coquetea a mi? —preguntó volviendo a mirarle los ojos. El ojiverde se relamió los labios y asintió.

—sólo a mi omega. —dijo en un leve jadeo, pues Louis había dejado que Harry se posicionara entre sus piernas.— sólo a usted.

—¿Me extraño? —preguntó abriendo su camisa, para comenzar a sacarsela y Harry asintió embobado mirando como hacía cada cosa. Louis sonrió y cuando vio el pecho desnudo de su alfa acercó sus manos a su piel.

Éste ardía. Se quemó. Literalmente Harry estaba ardiendo, Louis pensó en un comienzo pensó que tenía gripe, por lo que le miró con preocupación. Pero el alfa negó ante esos pensamientos, para luego rozar su entrepierna con la de Louis, haciendo que el omega sintiese su miembro que pedía a gritos salir de su escondite. Entonces recordó su celo, entendió ese movimiento y bajo sus manos hasta los vellos de su pecho. Sonrió.

—lo extrañé mucho... —admitió Harry— mucho... Pero no quiero hacerle daño a nuestro bebé.

—no lo hará. —dijo sincero y Harry soltó un agitado suspiro que volvió loco al omega.— jamás nos hará daño.

—joder, lo necesito. —le rogó frustrado y Louis vió sus pupilas dilatadas, al mismo tiempo que el alfa unió sus frentes sintiendo sus respiraciones.

—estoy húmedo... —admitió avergonzado el ojiazul.

—yo duro. —dijo gimiendo y Louis sonrió para luego besarlo.

Fue un beso húmedo, tan pasional y erótico que el omega podía sentir como el alfa comenzaba a penetrarlo sin necesidad de quitarse la ropa, pues estaba tan duro que podía sentirle entrar. Louis gemía entre los besos, nunca se habían besado así. Era desesperante y caliente a la vez el ardor que sentía por tenerlo dentro, tanto así que no se sacaron del todo la ropa.

Harry quedo con sus pantalones hasta la rodilla, Louis si se los tuvo que sacar, pero el alfa estaba sudando por querer estar dentro, era casi como si de eso dependiese su vida.

Y una vez dentro ambos se sintieron renacer.

El omega nunca había sentido al alfa tan erecto, tan grande y tan llenador. Era tan placentero que rogaba porque tardara el nudo en aparecer, quería sentir sus embestidas una y otra vez sin que se detenga.

Letras hasta ti. (L.s.) (a/b/o) {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora