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Cuando Eliot se fue a la guerra pudo tranquilo ir a casa de sus padres. Pues al alfa de su familia lo habían reclutado hace un par de días debido a su edad.

Sin embargo, había estado todos los días anteriores buscando a Louis. Incluso un día fue a casa del rizado, estando la madre de Harry allá, para buscarlo. Y Louis lo echó.

Se sintió terrible al hacer eso, pero no podía verle. No porque Harry se lo había impedido, sino porque Eliot estaba en celo, se le podía sentir, y estaba dispuesto a todo por poder satisfacer su deseo. Pero Louis no quería ayudarle a eso, no podía, ni debía hacerlo.

Estaba embarazado y estaba ideando una forma adecuada de decirle a Harry todo lo que pasaba sin que este se moleste. Tenía miedo de que cuando el alfa llegase a su hogar se molestase con él, por ocultarle aquello.

Anne le calmó un par de días antes diciéndole que Harry no era rencoroso, y que la noticia iba a ser grandiosa para cuando esté llegase.

Entonces Louis se intentó calmar esa tarde de Septiembre. El día parecía perfecto, incluso cualquier persona diría que el universo se había conspirado para el regreso de Harry.

Y en la estación de trenes todos estaban esperando a sus familiares, Louis parecía tranquilo acariciando su panza mientras que su mirada se paseaba en un par de madres con sus bebés en brazos. Se imaginó a él con un pequeño en sus brazos, imaginó lo feliz que sería con tener a un pequeño con él.

Más aún sabiendo que era de Harry.

No tenía palabras para describir lo enamorado que estaba del ojiverde y lo mucho que lo extrañaba. Y sabía con certeza que este también lo extrañaba, su Omega se lo recordaba de pronto.

Eran exactamente las cuatro y veinte de la tarde con un tenue sol que alumbraba el lugar, cuando el tren llego a la estación. Louis sintió su corazón latir. Se puso de pie de uno de los asientos que allí habían para luego mirar las puertas del mismo.

Vió muchos hombres con uniforme salir de allí, ninguno era como Harry. Eso le atemorizaba, veía como cada uno besaba y se reencontraba con sus omegas.

Sinceramente se había asustado, pero espero un minuto hasta que lo vió bajando de una puerta algo lejana a él. Pero sus miradas se encontraron, casi por el aroma particular que tenía Louis.

Harry con su pequeño bolso corrió hasta su Omega, corrió casi como si no hubiese un mañana y Louis lo espero sonriendo.

El ojiverde iba a abrazarlo fuerte cuando le vió de pies a cabeza entonces frenó su corrida hasta que estuvo frente a él. Louis se dió cuenta que este había notado su embarazo, pero no tenía ninguna expresión en su rostro.

—¿Está esperando? —pregunto confundido Harry.

—yo... —balbuceo— Yo quería... Usted...

—¿Es mío? —preguntó algo molesto. Louis dejo fruncido el ceño— ¿Esta esperando de mi?.

—si. —dijo algo ofendido— ¿Cómo cree?

—lo siento. —dijo abrumado el rizado.

Louis no dijo nada, solo le vió suspirando hasta que volvió a unir sus miradas.

El rizado dejó su bolso en el suelo y se acercó a abrazarlo. El ojiazul le rodeó la cintura y apoyó su oído en pecho de su alfa sintiendo su pecho latir desenfrenado.

—lo siento, lamento haberle escondido esto. —harry negó acariciando su mejilla.

—se ve hermoso así. —louis le miró desde abajo y sonrió— lo extrañé tanto...

Letras hasta ti. (L.s.) (a/b/o) {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora