8

2.9K 368 95
                                    

El cortejo había comenzado dos días atrás cuando el rizado había llegado con un ramo de lavandas, porque según la tradición con estas se pedían la castidad del Omega, quién si aceptaba nueve ramos podía iniciar su relación con él que había comenzado el cortejo.

Y el primer día en que Harry apareció con el ramo, prácticamente ambos pasaron el día juntos en casa de Louis, siendo vigilados por Johanna y Dean quienes fueron los creadores de  interrogatorios hacia el ojiverde, quien salió victorioso en cada una de sus preguntas.

Pero cuando lograron estar juntos los dos, a solas, se regalaban un par de vergonzosos castos besos y es que Louis le pedía que no se expusiesen en lugares donde su padre podía verle, no quería estar en boca de alguien con comentarios absurdos de su padre.

Y ahora que era el tercer ramo de lavandas Louis estaba convencido de que lograría los nueve ramos con el más alto antes de que no pudiesen tolerar un día más con ser marcado, porque el rizado había aceptado esperar. Y ahora que estaban solos caminando hacia lago, el ojiazul se sentía increíblemente engatusado con el más alto porque era increíble como sus encantos le hacían creer que era el alfa más guapo y perfecto que se pudo fijar en él. Pero no era necesario decirlo en voz alta en ese momento porque prefería mirarle desde cerca mientras caminaban en silencio hacia el lago.

—mamá cree que usted es un buen Omega. —murmuró el ojiverde cuando había botado el humo del cigarrillo, Louis sonrió mientras acomodaba algunas flores del ramo, para  luego mirarle.

—¿y por qué lo cree? —pregunto confundido— ¿qué le ha dicho de mi?

—le he dicho lo que pienso de usted. —le aseguró el rizado mientras que acercaba su cigarrillo a la boca.— y sobre lo del cortejo.

—y... ¿qué piensa usted de mi? —pregunto mirándole los ojos y Harry sonrió de lado para sacarse el cigarro de sus labios para botar el humo.— De seguro debe creer que soy muy anticuado, o que estoy exagerando con todo esto...

—de hecho... —botó el cigarrillo y lo pisó para luego poner sus manos en los bolsillos— De hecho, yo creo que eso es algo maravilloso. —louis le miró y soltó una risa negando— Le digo en serio Louis, no se parece a nadie que haya conocido. Y creo que eso es lo que más me gusta de usted... —le admitió deteniendo su caminata, haciendo que Louis le imite y le mire algo confundido por haberse detenido— Y mi madre me dijo que Omegas como usted no se encuentran en ningún sitio, y creo que tiene razón. —louis sonrió viendo como el más alto se acercaba y tomaba su mano para acariciarla.— Eres el único Omega que quiero tener.

—aún no entiendo porque no quieres otro Omega, hay tantos para que elijas. —el rizado rió.

—pero tú eres el único que me encanta. —el ojiverde le acerco para besarle la mejilla.— Eres, como ya te lo explique, especial.

—yo a veces siento que esto es una jodida broma que usted está preparando. —el rizado negó, tomando la mano del ojiazul para guiarla hasta su pecho. Allí el más bajo sintió el latir desenfrenado del rizado.

—¿lo siente? —el ojiazul sonrió avergonzado mientras asentía— Esto no es una broma.

— sé que no es una broma... —le susurró casi como un secreto y el rizado sonrió— sólo que hay veces que se me hace irreal tanto romanticismo.

—¿no le gusta mi romance barato? —pregunto entre risa el rizado alejándose del más bajo para comenzar a caminar y Louis soltó una risa para acompañarle desde cerca, tanto así que sus dedos meñiques rozaban.

—me encanta su romance, el cual no es para nada barato. —le admitió mientras que más bajo iba mirando el camino.

—entonces... ¿quiere que siga con el romance? —Louis asintió mirándole pues Harry tenía su mirada fija en su perfil.

Letras hasta ti. (L.s.) (a/b/o) {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora