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Eran más de seis ramos y Louis sentía que Harry no aguantaba más el cortejo, no podía tolerarlo, se sentía absurda-mente deseado por el rizado tan sólo por la mirada, porque ni hablar de las caricias.

Sí, porque para el más alto se le hacía imposible poder tocar a Louis sin sentir como su alfa comenzaba a reaccionar ante su aroma, era desesperante. Y el ojiazul sentía esa tensión sexual entre ambos pero intentaba desviar a Harry a otros temas entre ambos, aún cuando costaba hacerlo.

Es por ello que esta vez había decidido ir a un sitio público para que él rizado se controlase. Y el rizado había aceptado consciente de lo que esto significaba. Y ahora se encontraban caminando los dos por el pueblo, deteniéndose en la plaza central.

—mi madre solía traernos a todos acá cuando pequeños... —le murmuró Louis cuando Harry le miró al sentarse en una banca, luego le imitó. — yo amaba venir, era como mi sitio preferido del mundo.

—¿del mundo? —preguntó riendo el rizado y Louis asintió con una avergonzada risa.

—si, aunque usted no lo crea. —el rizado rió.

—le creo, es sólo que cuando yo era pequeño mi lugar preferido en el mundo era mi jardín. —el más bajo rió aún más fuerte el rizado suspiró.— Aún creo que lo es...

—¿habla en serio? —el rizado asintió— ¿y porque es su lugar preferido?

—porque logro tranquilizarme allí, además es un sitio donde hay muchas historias... —el más bajo se giró a mirar los ojos del rizado encontrándose con una sonrisa melancólica en su mirada.

—¿historias lindas? —el más alto suspiró.

—historias lindas, malas, aburridas, entretenidas, tristes y alegres... —harry sonrió y sintió como el más bajo le tomaba la mano para dejarla en su muslo para acariciarla. El más alto le miró detenidamente como las delicadas manos de Louis le acariciaban sus dedos y sintió escalofríos.

—espero que algún día podamos tener una historia juntos en ese jardín. —el más alto sonrió y cogió decididamente la mano de Louis para enlazarla con la de él.

—tendremos miles allí y en todas las partes del mundo. —el ojiazul se sonrojo soltando una risa nerviosa.— me gusta cuando se sonrojan sus mejillas.

—a mi me molestan... —murmuró tímidamente para cubrirse una mejilla con la mano suelta, el rizado negó quitándose la de la mejilla.

—no lo haga, quiero verlas. —louis le miró avergonzado para luego obedecer y así mirar al suelo y los ojos de Harry intermitente-mente.— Es un Omega hermoso.

—Harry, por favor. —pidió casi en un puchero avergonzado. Y el más alto negó.

—no me contradiga, usted es hermoso y necesita saberlo. Yo se lo recordaré siempre. —el más bajo miro sus pies y soltó una sonrisa nerviosa.

—usted... —guardó silencio por un tiempo y Harry sonrió mirándole— Usted sabe como tratarme, eso me gusta pero me da algo de miedo.

—¿miedo? —el más bajo asintió— ¿por qué?.

—porque no quiero enamorarme... —el rizado se quedó en silencio mirándolo para luego sentir los ojos de Louis sobre los suyos y suspirar.

—entonces... ¿por qué accedió ser mi Omega? —el más bajo mordió su labio y miró el suelo.— ¿por lástima?

—no, claro que no. —admitió el más bajo y Harry suspiró— es que...

—es que... ¿qué? —louis tomó aire dramáticamente y le miró.

Letras hasta ti. (L.s.) (a/b/o) {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora