PRECUELA: El cominezo de un final. PARTE 6

31 5 0
                                    

Pasaron horas después de que me recostara en la hierva a ver las estrellas, toda mi mente estaba enfocada en verlas, pero un grito de agonía interrumpió mi tranquilidad, era como el grito de un bebé, o de un niño pequeño.

Me paré co rapidez y corrí hacia aquel grito, no veía nada, pero el sonido me guiaba hacia éste niño, o lo que fuera.

Seguía escuchando los gritos, no podía dejar de pensar en Andy, en como gritaba mi nombre mientras era comido por esas...cosas.

Al llegar al bosque, escuché una risa familiar en mi cabeza y de repente la sombra volvió a aparecer.

-Eres tan estúpida.-Dijo ésta con su risa distorsionada.

Comencé a llorar, y me tiré al piso de rodillas.

-Cállate.-Dije entre sollozos.-Tú no sabes nada...¡NADA!.-Grité.

-Cállate, imbécil...vas a atraer caminantes.-Dijo la sombra.

-Deberías irte de mi cabeza y dejarme sola.

-No. Te sentirías más sola que ahora.

Escuché voces, voces que provenían desde no muy lejos.

Me levanté y corrí, corrí lo más rápido que pude, aunque mis pasos hacían que las hojas crujeran y causaran más ruido. No me importaba.

Y así pasaron los días y los meses, tratando de sobrevivir, durmiendo de casa en casa abandonada. Tratando de evadir los comentarios de la sombra.

...

 Yo estaba en una carretera, una gran carretera en donde había miles de autos barados, y la mayoría de ellos decían: SOPHIA, QUÉDATE AQUÍ. VENDREMOS TODOS LOS DÍAS.


Las letras parecían recientes, de no menos de un mes. Estaban buscando a alguien. No podía estar muy cerca de este lugar porque aparecería gente.

De repente, ví un plato de comida, comida que había sido puesta recientemente, me moría de hambre pero...¿Y si estaba envenenada?. Tal vez...pero la comida era comida, así que la comí como si no hubiera un mañana y seguí con mi camino. El sol me daba a la cara y, aunque había algo de sol seguía haciendo frío. Ya no sé ni en qué estación del año estamos.

-Hey.-Dijo una voz grave detrás de mí.

Me volteé rápidamente y ví a un chico adolescente, con rasgos parecidos a los de una mujer. Era rubio y tenía los ojos color marrón. Yo tenía mi arma levantada y él sonreía amablemente.

-¿Qué quieres?.-Dija aterrada.

-Quería preguntarte si necesitabas ayuda.

-No, gracias.-Respondí cargando mi arma.

-No te haremos nada, lo prometemos.

-¿Haremos?.

-Cerca de aquí tenemos nuestra casa. Ahora nos dedicamos a ayudar a la gente que anda sola por ahí.

-No me interesa.

-Oh, vamos.

-No.

Un caminante salió del bosque y se dirigió hacia el chico, éste comenzó a gritar, pidiéndome  ayuda, yo simplemente me eché a reír, sin razón...sólo me reía cada vez más a carcajadas, mientras el chico estaba siendo devorado. No podía controlarme en ese momento, algo me controlaba y no me podía soltar de ésto.

A causa de mi risa más caminantes comenzaron a salir y sólo me quedó dispararles con el arco.

-Te he controlado, eso es genial.-La sombra apareció de nuevo.

Entre el peligro y el amor (Carl Grimes) [EDITANDO]Where stories live. Discover now