Entre el peligro y el amor (Carl Grimes) [EDITANDO]

Enfrentando la oscuridad.

Se quedó de pie sin poder creer lo que acababa de hacer por ella misma, algo que Rick jamás se hubiera atrevido a hacer, estaba aterrada sobre las consecuencias que aquel enfrentamiento podían traerle tanto a ella como a su padre y a su hermano Aiden.

"¿Por qué te importa? Ellos te traicionaron".

Susurró una voz en su cabeza, mientras que Iris, sin ninguna expresión en el rostro caminó hasta donde se encontraba su mochila y hurgó entre sus cosas manchando su ropa en el proceso, encontró al fondo un vendaje limpio, fue una buena idea haber empacado algo para curarse. Abrió dicho vendaje con una mueca de dolor y limpió la sangre como pudo evitando manchar más de lo que ya lo había hecho, ya que podía levantar sospechas de cualquier intento de escape por parte de ella. En cuanto el vendaje rodeó las palmas de sus manos este se llenó del líquido rojizo, la respiración de la joven aún se encontraba agitada y el destello verde de sus ojos no reflejaba nada más que la viva imagen de la rabia. Quería matar a Negan, terminar con su vida lo antes posible para evitar que su grupo siguiera pasando por tantas desgracias, no iba a permitir que ocurriera nada más y menos por culpa suya, ¿A qué se refería Negan con que iba a lamentar haber tocado a su bate? Si Carl pensaba ir hasta el Santuario, Negan sabría en dónde disparar la primera bala para provocar que Iris le suplicara que no hiciera nada más y por fin se rindiera para estar bajo su mando, pero ella era más lista, o al menos lo suponía.

Una vez que el sangrado se detuvo, se sentó sobre el colchón y suspiró, apoyando ambas palmas de las manos sobre su frente, recordando que ese no era el mejor momento para llorar, se sentía desganada y sin muchas ganas de seguir intentando las cosas, pero debía hacerlo, tenía un plan. Debía descubrir en dónde tenían a Daryl, era por eso que, tomando valor y poniéndose de pie, se sentó frente a la ventana y mientras enfocaba la vista en los patios repletos de caminantes encadenados, pudo idear la estrategia perfecta.

Sabía bien que Daryl era parte de la clase trabajadora del santuario y que por lo tanto tenía una tarea asignada: Tener el control de los caminantes que amenazaban a cualquier intruso en la parte de afuera, como cualquier persona debía tener un horario. Cada actividad en el lugar dejaba de efectuarse alrededor de las diez de la noche, suponiendo que Daryl era una de las personas que más tiempo pasaba en su labor, ella debía estar abajo desde las nueve si quería saber bien quién solía llevarlo de vuelta a su celda, la hora aproximada y la ubicación de esta. Sabía que encontraría obstáculos en el camino, no iba a dejar que nada ni nadie se interpusiera en su plan, tenía analizada toda posibilidad, todas las situaciones que pudieron cruzarse y enredarse entre sus pensamientos, desde ser interceptada e interrogada por salvadores hasta ser descubierta siguiendo a Daryl hasta su celda.

La noche cayó y entre los rayos plateados de la luna que entraban por la ventana se encontraba ella, mirando su reflejo desde la brillante hoja de su daga. Debajo de sus ojos verdes había dos bolsas con tonos morados y rojizos indicando su falta de sueño, levantó la mirada y se puso de pie, repasando los pasos de su plan una y otra vez mientras tomaba sus flechas y colgaba el arco en su espalda. Ya estando lista, abrió su puerta y se deslizó por los oscuros pasillos del santuario con cautela, sabía que cada paso era un riesgo ya que podía levantar sospechas, pero estaba dispuesta a correrlo para ayudar a su amigo.

Descendió por las escaleras que llevaban a la parte exterior del recinto y sintió el aire nocturno rozando su rostro, era fresco y olía a óxido, su cabello se deslizó hacia atrás mientras avanzaba, la ansiedad corría por sus venas y susurros inentendibles se manifestaron dentro de su cabeza, interrumpiendo sus pensamientos, por suerte hasta el momento no se había encontrado con ningún salvador o peor aún, con el mismo Negan.

Se encontró con dos barriles de agua potable cerca de dos invernaderos, por lo que se escondió detrás de ellos, los murmullos entre conversaciones lejanas y el tintineo de las cadenas resonaban en al aire mientras Iris esperaba la oportunidad perfecta para avanzar. Finalmente vio a Daryl entre los caminantes, su figura apenas era visible entre la oscuridad, dio con él en el primer intento, la primera parte del plan había sido ejecutada con éxito.