PRECUELA: El comienzo de un final. PARTE 5.

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Pasé el resto de la tarde caminando por el bosque, sin ningún lado al que tener que ir, la sombra aparecía varias veces enfrente mío, burlándose de mí y diciéndome que no iba a sobrevivir...yo pienso lo contrario.

La tarde pasó a ser noche y el frío comenzaba, era aún invierno  y cada vez que avanzaba me moría de frío.

Ví a una niña muerta, parecía que recién había muerto, así que con las arcadas viniendo una y otra vez le quité los abrigos que tenía, era un asco...pero hacía frío.

No tenía idea de cómo se suponía que iba a sobrevivir, pero lo haría de alguna forma, podría hacerle chantaje a la gente adulta para que me ayudaran...quién sabe.

Traté de encontrar un lugar "lo más seguro" para pasar la noche, pero no encontré nada, así que con todo el cansancio del mundo tocó caminar toda la noche.

En el trayecto del camino no pude creer lo rápido que está pasando todo esto, comencé a pensar en mamá, la muerte de Andy y cómo los había perdido a todos, y ahora estaba más sola que nunca...Nunca me había sentido más sola que esa vez. Sentía el horrible impulso de romper a llorar, lo hice mientras caminaba en la fría carretera.

Así pasaron las horas y el sol fue saliendo poco a poco, había llorado tanto que me costaba respirar, mis sollozos hacían eco por todos lados y atraje a varios caminantes.

Varias horas después de caminar por una larga e interminable carretera, pude ver un letrero que decía: "Bienvenido a Atlanta, Georgia. Buen viaje".

Había llegado a Atlanta sólo a pie, y al llegar pude ver que toda la cuidad estaba hecha una mierda, no había señales de vida ahí. Avenzé más y ví una autopista llena de autos, muchos autos. De repente, encontré a un pequeño grupo de gente, era una familia...Gente.

-¡Oigan!.-Exclamé tratando de llamar su atención.

La familia volteó y me miró con sorpresa.

Una mujer y un hombre se acercaron a mí corriendo.

-Pequeña niña.-Dijo la mujer, parecía que no hablaban bien inglés.

-Hola, quisiera saber si podían ayudarme...

-Oh, claro.-Dijo el hombre que parecía estar casado con la mujer.-¿Cuál es tu nombre?.

-Naya.-Respondí nerviosa.

-Nosotros somos la familia Morales. Podemos ayudarte..-Siguó el hombre.

Ese apellido no sonaba nada normal.

-Muchas gracias.

-Tenemos a nuestros hijos, si te gustaría presentarte...-Agregó la mujer.

-No, no necesito tener amistades. Sólo quiero que me ayuden.

-Bueno, Naya...Puedes quedarte con nosotros.

-¿Saben defenderse?.-Les pregunté.

-No.-Respondió el hombre.

-¿Y así cómo se supone que van a seguir viviendo, idiotas?.

La pareja se miró.

-Mira...sólo queremos ayudarte.

-Sí, yo también quiero que me ayuden. sólo quiero saber si tienen algo de agua o algo que puedan darme, después de eso me iré y me las arreglaré por mi cuenta.

-Pero eres una niña.-Dijo la mujer.-Debes de estar con un adulto.

-Se defenderme, tengo 12 años.-Dije con frialdad.-Sólo necesito ayuda.

Entre el peligro y el amor (Carl Grimes) [EDITANDO]Where stories live. Discover now