Nieve.

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La noche fue fría, aunque tuviera mi capa el frío golpeaba con todo; de seguro el invierno comenzaba.

El sol comenzaba a salir y sus rayos me daban a los ojos, quitándome un poco el frío.

sentía un sentimiento de culpa, no sé por qué...pero sentía que de algo era mi culpa.

NARRA CARL:

Regresé a la casa con una tristeza inmensa, me recosté de nuevo en la cama y me quedé despierto toda la noche.

Papá tocó la puerta.

-Carl, arriba.-Decía él.

-Ya estoy despierto, papá.-Le respondí entrecortadamente.

Abrió la puerta y se sentó al borde de la cama, mirando a todos lados.

-¿Dónde está Iris?.-Preguntó.

-Se ha ido.-Respondí con frialdad.

-¿Qué?.

-Sí, se fue, dijo que iba a volver, pero aún así no me fío de que regrese viva.

-¿La dejaste ir?.

-No, pero...

Michonne entró en la habitación.

-¿Qué te pasa, Carl?.

-Iris se fue.-Respondió papá por mí.

-¿Cómo que se fue?.

-¡Se fue!.-Exclamé con sentimiento de culpa.

Papá y Michonne de miraron, con gesto de no entender ni una pizca de lo que estaba diciendo.

-¿Adónde?.-Preguntaros los dos.

-No lo sé.-Me tapé la cara con las manos.-Sólo se fue.

NARRA NAYA:

Había recordado el día en el que nos conocimos, el día en que nos dimos nuestro primer beso, Terminus...todo había pasado tan rápido...

No lo entiendo...¿Por qué quise irme?

Me siento mal conmigo mísma...

Hacía mucho frío y el aire era muy fuerte, estaba caminando en una carretera, donde había a su lado varios pinos, y el sonido del canto de los pájaros.

Siento que Alexandria y el grupo en general estaría mejor sin mí, no se tendrían que preocupar por una niña estúpida que ha sido secuestrada por su hermano, o que asesina a lo loco, como yo.

Pero...¿Sin él? ¿Quién sería yo?.

Escuché un ruido, venía de dentro del bosque; eran pasos de algo o alguien. Saqué mi cuhcillo, caminé lentamente hacia el bosque, era una pequeña horda de  caminantes, cerca de 8 caminaban hacia mí.

Estaban algo lejos, así que saquémi arco y apunté a ellos y maté a por lo menos la mitad.

Pero algo vino por detrás, otro caminante; me giré rápidamente y enterré el cuchillo en su cráneo, la mitad de los otros se estaba acercando cada vez más, hasta que tuve que disparar de mi arma varias balas para poder matarlos, todo estaba bien y ya los había matado a todos.

Me senté bajo un árbol cercano y comencé a comer de una lata de comida, tenía demasiada hambre por estar caminando toda la noche.

Algo cayó sobre mi cabeza, algo mojado.

Después cayó a mi mano: Un copo de nieve que se iba derritiendo poco a poco en ésta.

Nieve.

Los copos comenzaban a caer con intensidad y comenzaban a llenar el suelo de ello, el color blanco brillaba más por la luz del sol y comenzaba a sentirse más frío.

Entre el peligro y el amor (Carl Grimes) [EDITANDO]Where stories live. Discover now