Entre el peligro y el amor (Carl Grimes) [EDITANDO]

Negan. (FINAL DE TEMPORADA PARTE 2)

Una mezcla de asombro y horror se apoderó de ella, sentía que le faltaba el aire por cada bocanada que tomaba, el pecho le ardía cada vez más. La sangre de su sangre, dos figuras que emergieron de la oscuridad estaban ahí. Cabello azabache, alto y corpulento, su padre cuyo rostro debió haber sido un consuelo fue una pesadilla. A su lado, con un rifle entre sus manos, rubio y de cabello liso que caía por sus hombros estaba Aiden, su hermanastro, aliándose con el enemigo.

Su corazón latía furiosamente mientras la escena se desarrollaba, un nudo se formó en su garganta y la realidad de una presunta traición se posó como una carga pesada entre sus hombros, era un dolor punzante. Tomó a Carl de la mano con aún más fuerza, la mirada de su padre se clavaba en ella como una estaca en el pecho, el hombre la miraba confundido y abriendo sus ojos con sorpresa, mientras que su hermanastro solamente fruncía el ceño y ponía los ojos en blanco. Las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos e invadir su vista, la oscuridad se fundía entre todos los demás, estaba paralizada y solo quería salir corriendo de ahí, lo que tanto estuvo esperando durante años junto con las esperanzas destruídas... Fue simplemente una explosión de emociones que no pudo controlar.

-Bien, llegaron... Bienvenidos a donde venían. Entreguen sus armas.-Dijo el hombre que los había detenido la primera vez.

-Podemos hablarlo.-Dijo Rick.

-Estoy harto de hablar, es hora de escuchar.

Carl miró a Naya con preocupación, no entendía por qué su novia se notaba tan agitada, le apretaba la mano a tal punto que el dolor comenzó a recorrer sus dedos, la verdosa mirada de la chica estaba perdida entre la penumbra y su rostro reflejaba algo más que el cansancio por el viaje y los constantes enfrentamientos. Después de que hubieran sido rodeados por el enemigo, un grupo de hombres se acercó y les quitó las armas. Iris pudo ver a la figura de su padre acercándose a ella lentamente, tomó el arco, el carcaj y todas sus armas incluyendo la daga de plata, él le dirigió una mirada desconcertante, entre decepción y alivio. Iris sintió el pecho ardiente en llamas, la dificultad para poder respirar de manera adecuada era cada vez peor, sin embargo nadie del grupo se dio cuenta de que un conocido estaba entre ellos, o al menos un conocido de Naya.

-Iris.-Le susurró su padre cuando tomó su arco con los ojos llenos de sorpresa, la chica lo fulminó con la mirada, al mismo tiempo que sus lágrimas por fin cayeron por su rostro.-Cuánto has crecido.

Ella no contestó, pudo notar la mirada de Aiden sobre ella, siempre expectante y poco expresivo. Su silencio interpretaba más que todas las palabras que pudo haberle dicho a él.

-Bien, bájenla y todos pónganse de rodillas. Tenemos mucho de qué hablar.

La tormenta de emociones poco a poco se fue convirtiendo en algo mucho peor que un huracán, a ninguno de ellos pudo importarle en lo más mínimo que Maggie estuviera al borde del colapso, Carl e Iris se miraban constantemente el uno al otro, antes de que ella pudiera acercarse a murmurar algo en su oído, los Salvadores atrajeron a Eugene, su frente estaba cubierta de sangre, tenía una expresión que la chica no supo describir ¿Decepción, ira? Ella abrió los ojos sorprendida y pudo imaginarse que los Salvadores ganaron en fuerza física y habilidades de batalla, era una ventaja razonable en contra de la inteligencia de Eugene.

Rick dio la señal para que todos siguieran sus movimientos. Las rodillas de Naya tocaron el suelo y trató de mantenerse lo más cerca posible de Carl y Sasha, le era difícil admitir que tenía miedo, ella no debía mostrar su miedo, debería mantenerse firme si el enemigo no quería verla vulnerable y como una posible víctima. A pesar que su expresión era sombría, sus ojos estaban vidriosos y su mandíbula estaba tensada.

-¡Dwight! Apresúrate.

Dwight, ese nombre se le hacía conocido. Un hombre delgado con una cicatriz que recorría la mitad de su rostro abrió la parte trasera de una camioneta.