¿Es bueno seguir viva?.

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-No puede, Aiden...¿Tú sabes lo duro que debe de ser para ella? Tiene apenas 15 años, Aiden...-Repuso mi padre.

-Negan lo ordenó.-Replicaba Aiden una y otra vez.

-Me importa una mierda lo que diga o ordene Negan, a mí me importa que mi hija esté bien...aunque me odie.

En el fondo aún quería a papá...pero poco a poco mi afecto se fue perdiendo...pero ahora sé la verdad. Él está en contra de Negan...

-Ha matado más gente que yo esa niña, papá. Está demente.

-Ella ha heredado los problemas psicológicos de Andy, pero con menos gravedad.

-Ella no es mi hermana, te lo he dicho. Aunque tú seas nuestro padre yo jamás consideré a Andy o a Naya como hermanos.

-Lo son, aunque no te parezca.

-¡No, papá! y Ana tampoco fue mi madre.

-Ana era una gran persona.

-Reemplazaste a mi madre por Ana, y tuviste a dos dementes.-Exclamaba Aiden sin importar que yo estuviera despierta.

La cabeza, con cada sonido me dolía tanto que sentía que iba a explotar.

Decidí quedarme dormida de nuevo; quería estarlo todo el tiempo por que si despertaba...Aiden me torturaría.

-Sigue dormida, Aiden ¿Qué tal si la mataste?.-Dijo mi padre.

-Ojalá eso fuera posible, tal vez.

-No digas estupideces Aiden, es tu hermana.

Trataba de conseguir quedarme dormida, pero no podía...estoy en esos momentos en los que pienso...¿Es bueno seguir viva?

-Respira, papá.-Dijo Aiden tocándome el pecho con sus manos frías y con voz arrogante.

Al sentir sus manos frías desperté y me moví tratando de soltar el nudo que hataba mis manos.

-Dale de comer, Aiden...debe estar muerta de hambre.-Espetó mi padre.

-No es un animal.-Respondió Aiden abriendo una lata.

Me desható y de pronto sentí el impulso de salir corriendo, pero no lo hice.

Me llevé las manos a la cara y la sentí tan fría como los polos, y un frío intenso invadió mi cuerpo.

Me quitó la cinta que tenía en la boca y me dió una lata de atún.

-Gracias.-Le dije en voz baja.

Tenía tanta hambre quye no me importaba que dos personas estuvieran viendo cómo comía, comencé a comer con cierta velocidad qye mi estómago resonó pidiendo más.

-Aiden, pónle una camisa.-Ordenó mi padre.

-No.-Respondió Aiden con desdén.

Mi padre hizo un gesto de desaprobación y tomó mi mochila.

-Ni se te ocurra.-Dije con un hilo de voz.

No le importó, y la revisó...

Sacó la foto que tenía con Carl y Judith.

Mostró una leve sonrisa y la metió de nuevo en la mochila.

-Deja. Mis. Cosas.-Espeté.

-Ah, claro.-Cerró la mochila y la dejó a un lado.

Seguí comiendo como si fuera un cerdo...hasta que dejé limpia la lata.

-¿No hay más?.-Pregunté débilmente.

Entre el peligro y el amor (Carl Grimes) [EDITANDO]Where stories live. Discover now