Las promesas se cumplen.

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Los chicos dejaron el pleito para más tarde, debido a que los caminantes amenazaban con entrar a la casa después del error de Ron. Naya seguía enfadada con él por eso, de no haber sido por haber querido matar a Carl en ese preciso instante, todos seguirían tranquilos. Se reunieron en la parte de abajo, ella maldijo en voz baja mientras veía a más y más mordedores aproximándose a la casa.

-No te separes de mí.-Le dijo Carl a Iris, asintió con la cabeza y llena de determinación ayudó a los demás a bloquear las entradas, no servía de nada, eran mayores en fuerza aunque fueran sumamente torpes. Sus rostros muertos, su piel colgando y la ropa llena de sangre repugnaban a la joven cada que los miraba detenidamente, abrían sus mandíbulas buscando morderla, gruñían y casi gritaban desesperados solamente para poder conseguir a alguno de ellos. Iris era presa del miedo, pero también de la ansiedad, no quería que ninguno de los suyos resultara herido, Deanna había sido mordida y debían estar alertas si es que moría y se reanimaba. Judith lloraba en la parte de arriba y Rick fue rápidamente con ella.

-Esto no resistirá mucho más.-Exclamó Naya, empujando tablas de madera con todas sus fuerzas contra una ventana con ayuda de Carl y la madre de Ron.-¡Rick!

Él bajó por las escaleras, nadie iba a resistir por mucho tiempo más, los caminantes comenzaban a entrar, el plan estaba arruinado, debían hacer algo de inmediato.

-¡Todos arriba!-Gritó Michonne tomando su katana y asesinando uno tras otro. Carl tomó a Naya por la mano y la llevó hacia las escaleras justo antes de que un caminante extendiera su mano y la atrajera con él. El grupo subió las escaleras mientras Iris miraba todo aterrorizada, la casa estaba repleta, no había posibilidad de sobrevivir solo con un sofá bloqueándolas, estaban acorralados. Se sentía indefensa, fuerte pero indefensa, sus ánimos de seguir empezaban a disminuir ¿De verdad lo lograrían?

-¿Qué vamos a hacer?-Le dijo a Carl, asustada, retirando un mechón de cabello liso de su frente.

-Pelear, eso haremos. A papá se le ocurrirá algo.

Y justo cuando Carl Dijo aquello, Michonne y Rick cargaban consigo a dos caminantes que llevaban al segundo piso.

-Si se mete alguno, avísenos.-Les dijo a los dos. Las manos de la ojiverde temblaban y la ansiedad se apoderaba de ella, y con ello el pánico. Con el arma en las manos miró a Carl, quien le dio un breve abrazo.

-Escúchame, lo lograremos. Tienes que calmarte, no es el final.

Las hordas grandes no le traían buenos recuerdos a ella, solo recordaba a su hermano, presa del pánico, a la misma edad que ella, corriendo hacia ellos... Iris asintió con la cabeza y suspiró, viendo cómo detrás de ellos abrían a los caminantes ¿Qué plan tenía Rick? ¿Dejarán a Deanna convertirse sola?

-Chicos, vengan.-Los llamó Rick. Naya y Carl entraron tomados de la mano. Gabriel cortaba y sostenía sábanas ¿De qué se trataba todo eso?

-¿Qué es todo esto?-Preguntó ella, buscando respuestas con la mirada.

-Iremos todos a la armería. Así pasaremos desapercibidos como uno más de ellos, no nos reconocerán por el olor. Lo he hecho antes.-Respondió Rick.

"Qué asco"

Le susurró una voz, Iris asintió para sí misma y se colocó una sábana encima después de haber colgado su mochila, arco y carcaj asegurándolos bien en su espalda.

-Esto es asqueroso.-Dijo ella, oliendo el nauseabundo olor de las vísceras de caminante siendo untadas por Michonne en la sábana que llevaba puesta. Con una mueca de disgusto miró a Carl, que la miró para calmarla. Detrás de ellos, ella pudo notar a Sam, el hermano menor de Ron, que se negaba a verse como los caminantes. Naya entendía cómo se sentía, soñaba con ellos cuando era más pequeña, le inspiraban un terror inimaginable. El niño lloraba y le suplicaba a su madre que no lo hicieran... quería decirle al chico que con el tiempo se acostumbraría, cuando ella en el fondo sabía que no era así, los caminantes seguían asustándola, y recordándole una y otra vez que gracias a ellos, su familia se había ido. Tuvo un recuerdo terrible, de su madre entrando a la puerta de su hogar siendo sostenida por Tyresse, Sasha asesinaba a caminantes que amenazaban con entrar a la casa...

Entre el peligro y el amor (Carl Grimes) [EDITANDO]Where stories live. Discover now