¿Crees que ya me olvidé?

62 5 0
                                    

Carl y yo habíamos dejado las latas de comida para el que creía que era Caile, en realidad no sabíamos que era él, pero algo me decía...su mirada, me decía que era él.

Tomamos la camioneta, y fuimos a un bosque cercano.

—¿Consideraríamos esto como una cita?.—Pregunté mientras él conducía. 

—Tal vez sea nuestra primera cita.

Reímos irónicamente, hacía tiempo que no estábamos a solas de verdad.

—Creo que cerca de aquí está bien, no nos  estamos alejando demasiado.

—Para mí está perfecto.— Me encojí de hombros y le dediqué una sonrisa.

Caminamos hacia el bosque junto a Frozebite, que corría con emoción. De repente, Carl me tomó de la mano, entrelazando nuestros dedos, ese momento hizo que mi corazón diera un vuelco, hacía tiempo que no me tomaba de la mano.

Mis manos comenzaron  a sudar, tenía miedo.

—¿Y ahora?.— Pregunté nerviosa.

Carl corrió hacia un bolso, éste era grande, y tenía una o dos cosas dentro, se agachó y lo abrió, había dos pares de patines. Me miró con una sonrisa de propuesta.

—No..no sé patinar, Carl.

—Yo tampoco, eso es lo interesante, ponte los más pequeños y andemos por la autopista.

Frozebite gruñó, había un caminante acercándose.

—Yo me encargo.—Tomé mi cuchillo y lo enterré en el cráneo el caminante, parecía que se acababa de convertir, no tenía cara de muerto aún.

Mis manos se mancharon de sangre, sangre fresca...

—Vamos, Iris.—Carl se puso de pie, ya con los patines puestos. 

Sonreí y me puse los patines, me quedaban algo grandes, pero podía lidiar con eso.

Caminamos apoyándonos en los árboles hasta la autopista, hasta llegar al suelo pavimentado, nos tomamos de las manos y movimos los pies torpemente, era realmente difícil mantener el equilibrio en esas cosas, era algo parecido a la viga de equilibrio de gimnasia, das un paso erróneo, y tal vez termines con un tobillo roto.

Me quité la tela que cubría mi rostro y la até a mi muñeca.

Carl dio un paso e hizo que las ruedas de los patines deslizaran en el suelo, haciéndome avanzar a la fuerza.

—Vamos, vamos.—Seguíamos intentando avanzar, Frozebite estaba delante nuestro moviendo la cola con alegría, pero de seguro se estaba riendo por dentro, porque nos veíamos ridículos.

Patinamos cerca de 10 metros, aún no conseguíamos mantener el equilibrio, movíamos con torpeza las piernas y varias veces nos tropezábamos, era la primera vez que escuchaba a Carl riendo a carcajadas, su risa era como estar en el cielo.

—¡No tan rápido!.—Dije, ya que Carl ya había captado la técnica e iba mucho más rápido.  

Carl dio la vuelta y se colocó frente a mí, me tomó de las manos y me miró a los ojos.

—Ven, confía en mí. 

Di varios pasos, pero a los dos metros, tropecé con una roca, y caí encima de Carl, sentí cada parte de su cuerpo, y al ver su ojo pude ver los destellos grises y verdes que éste tenía.

Nos quedamos varios segundos mirándonos, sin nadie decir nada. Frozebite estaba gruñendo a Carl. Pude notar un ligero color rosa en sus mejillas.

Entre el peligro y el amor (Carl Grimes) [EDITANDO]Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu