Capítulo 55: ¡Pelea de Barro!

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- ¡Katniss! -Llamo desde el escenario frente al Edificio de Justicia, ella sube escoltada por dos agentes que se retiran al fondo. Peeta responde las preguntas de la prensa que Katniss ya tuvo que soportar primero.

- ¡Madge! Me alegra verte. -Me da un abrazo apretado. Suena sincera.

- Igual yo, tenía ganas de verte. Hace un par de días fui a tu casa y no pude ni acercarme por los periodistas -le explico.

- Pues yo tampoco he podido salir de esa casa... y me estaba volviendo loca encerrada ahí. Estoy harta de dar entrevistas a los diarios, revistas, televisión y de hacerme sesiones de fotos, con y sin Peeta. -Exhala aire como si algo la oprimiera.- Extraño mi casita de la Veta y mi vida, salir al bosque sin darle explicaciones a nadie, cazar, estar con Gale en el bosque... extraño tanto mi rutina de antes de los Juegos, pero eso no lo puedo decir en público -susurra cerca de mi oído. 


Yo asiento nada más, porque aparte de los agentes, funcionarios y reporteros rondando, nos están tomando una foto mientras conversamos; es la primera conversación que puedo sostener con Katniss desde que volvió... y ni siquiera tenemos derecho a la privacidad. Nos piden sonreír para la cámara. Effie, tan eufórica como de costumbre sube al escenario, Katniss me da una mirada divertida cuando frunzo el ceño mirando su vestido, parece hecho de papel periódico. Las trenzas de Katniss se han vuelto furor y hasta Effie ha copiado algo de eso, con un arco de trenzas sobre su cabeza hueca. Yo también llevo una trenza como corona alrededor de mi cabeza, idea de su equipo de preparación. Preferiría llevar el pelo como siempre, sujeto con un listón, pero no quise hacerles un desaire y los dejé trabajar en mi cabeza, rostro y manos, antes de que Katniss llegara al Edificio de Justicia para cambiarse de ropa y peinado. Los equipos de ambos vencedores vinieron desde el Capitolio junto con Cinna, Portia y Effie. Nada puede fallar, es el Día de los Paquetes, papá me ha dejado subir al escenario para ayudar a Katniss.

La plaza ya está llena de gente. Papá sube y ocupa una silla junto a mí, Effie da la bienvenida y presenta a nuestros flamantes vencedores, que se acercan al micrófono tomados de la mano. Reciben una entusiasta ovación, el público pide a gritos un beso y ellos no tardan en complacer a la gente, que aplaude más todavía. Peeta ya se maneja mejor con el bastón. Al menos, ambos lucen felices de haber vuelto y estar juntos. Effie le pasa el micrófono a Katniss después de su rimbombante introducción.


- Bueno, ¡qué alegría estar aquí! Yo... Peeta y yo... -Katniss lo mira, pidiendo ayuda, hablar en público no es lo suyo y Peeta debe salir en su ayuda.

- Lo que mi querida Katniss quiere decirles es lo felices que estamos de poder compartir este momento con ustedes. Gracias a la enorme generosidad del Capitolio, a partir de hoy y por todo un año, tendremos cada mes el Día de los Paquetes... para todo el distrito. 

- Exactamente, eso es justo lo que quería decir... -sonríe Katniss.


Papá y yo ayudamos a Katniss y a Peeta, que entregan a cada familia cajas y bolsas llenas de latas con carne, legumbres, jamones, mermeladas y frutas en conservas. Mientras tanto, agentes de la paz trasladan lo más pesado a cada casa desde la estación: aceite, azúcar, harina blanca. Me alegra mucho por la gente de la Veta, el azúcar, el aceite y casi todas las mercaderías son bienes caros y escasos para ellos, la harina blanca sólo la conocen de nombre; sólo quienes rondan los cuarenta recuerdan la última vez que hubo regalos del Capitolio por ser el distrito ganador. Todos están felices, hasta la clase comerciante y los más acomodados de la colina reciben por igual. En un momento que bajo del escenario para saludar a los Mellark, me encuentro con Misty, no la veía hacía muchos días y casi había olvidado su existencia. Sin embargo, dado el ambiente de fiesta, me permito ser amable.

Gale y Madge: Fresas en el BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora