Capítulo 1: Fresas

1.5K 68 8
                                    


Estoy sentada al piano tocando cuando escucho golpes en la puerta trasera de la casa. Llamo a las mucamas del servicio pero enseguida recuerdo que mi papá les dio libre porque es el día de la cosecha.

Atravieso la cocina y abro la puerta, son Katniss y Gale que vienen a vender fresas recién cosechadas de alguna parte del bosque. Son los únicos valientes que burlan la vigilancia, que de todas formas no es muy estricta, para ir a cazar y recolectar. Ellos son muy pobres, son de la Veta, donde viven las familias de los mineros... por eso desafían la ley. Además de cazar para sus familias, intercambian o venden lo que ellos no consumen, hasta le venden a los agentes de la paz, que hacen la vista gorda con las reglas de no traspasar la valla. Es que en nuestro distrito, el más pobre de Panem, escasea de todo. Así que los agentes de la paz no pueden ser tan regodeones con la comida ni tan estrictos con las personas que cometen alguna infracción. Prefieren pasar por alto un par de cazadores furtivos a cambio de conseguir carne fresca y a buen precio.

- Hola Madge, ¿vas a querer fresas hoy? -me saluda y pregunta Katniss- aprovecha que te reservé las mejores al mismo precio de siempre.

- Deberíamos cobrarle extra... son de primera y hoy es día de cosecha, nadie está trabajando; claro, no los ricos privilegiados, sólo los pobres tenemos que trabajar igual -protesta Gale con su acostumbrado resentimiento.

- Ya dije que al mismo precio y cierra tu bocota, Gale, no estamos en el bosque para que la tomes contra el Capitolio -le recrimina Katniss.

- Está bien... al mismo precio de siempre -gruñe Gale, entonces recién me mira, de pies a cabeza, y añade-: Bonito vestido.

Llevo puesto un vestido blanco bastante bonito en verdad, me lo puse por la cosecha; todos se esmeran en estar bien presentados hoy. Así que después del colegio fui al armario de mamá, casi en puntillas para no molestarla si estaba con dolor de cabeza, busqué entre sus vestidos de cuando ella era joven y me decidí por uno blanco muy delicado. Me cepillé bien mi pelo y me puse un lazo rosado. La verdad, no sé cómo tomar lo último que dijo Gale, ¿me está tomando el pelo? ¿se está mofando de mi apariencia porque cree que soy una niña consentida? ¿o de verdad está siendo bien educado y elogiando mi elección? Gale no es la clase de chico que suele piropear a una chica como yo... más bien me ignora o me hace sentir su resentimiento por la diferencia de clases sociales (como si eso a mí me importara). Bien, prefiero creer que es un cumplido y aunque no sé cómo reaccionar, lanzo la primera frase que se me viene a la cabeza.

- Bueno, tengo que estar guapa por si acabo en el Capitolio, ¿no?

Oh, oh... a Gale no le gustó mi tonto comentario, no se lo tomó a broma como pensé, ¡trágame, tierra! Ahora está más disgustado que de costumbre.

- Tú no irás al Capitolio -me lanza de vuelta con frialdad, entonces sus ojos grises se posan en mi broche de sinsajo (es una herencia familiar, de oro puro, su valor podría costear meses de alimentos para ellos)- ¿Cuántas papeletas puedes tener? ¿Cinco? Yo ya tenía seis con sólo doce años...

- No es su culpa -interviene Katniss.

- No, no es culpa de nadie... las cosas son como son -remata Gale.

- Buena suerte, Katniss -digo para no alargar más el tema y le doy el dinero por las fresas.

- Para ti también -me dice como agradecimiento y se va con su amigo Gale.

Mi padre es el alcalde del Distrito 12 y fue designado por el Capitolio, razón por la que algunas personas de la Veta nos ven con mala cara como si sus miserias y sufrimientos fueran nuestra culpa. Gale es una de esas personas. Cree que somos unos ricos mimados y desconsiderados, que no nos importan los pobres. Si Gale supiera que sí nos importan y que mi padre no toma las drásticas medidas que aplican los alcaldes de los otros distritos con quienes infringen la ley. Él no está de acuerdo con barbaridades como los latigazos o ejecuciones públicas en la plaza para escarmentar y asustar a los ciudadanos.

Gale y Madge: Fresas en el BosqueWhere stories live. Discover now