Capitulo 31

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 "Voy hacerte sentir bien, ____. Te lo prometo."


______:


"Quiero hacerlo. Contigo. Sólo contigo porque confío en ti. En nosotros." Susurré contra sus labios. 
Justin tragó saliva. Sus manos se apretaron en torno a mis caderas, acariciándolas suavemente con las yemas de los dedos. 
"Sabes que puedo esperar, ¿no? Que no hace falta hacer esto." Dijo con toda la caballerosidad del mundo.
Pero yo quería. Quería demostrarle lo mucho que me importaba, lo mucho que significaba para mí. No íbamos simplemente ha hacerlo y ya está, yo quería algo mas después de eso. Yo quería amor, quería a alguien como él. Conmigo. Siempre. Y la gente demuestra así lo que sienten. Demuestran así que confían en esa persona. Que entre los siete mil millones de personas en la Tierra, le quiero a él, y solo a él. Que estaba lista como ninguna otra vez. Porque le conocía bien, porque le deseaba, porque le quería. Y quería que fuera él. Y nadie más.
Atraje hacia mí sus labios empujando desde su nuca con mis manos. Hablaba demasiado cuando se ponía nervioso.
"Calla y bésame." Y dicho y hecho.
Nuestros labios se volvieron a juntar como tantas veces antes. Pero el beso fue lento, muy lento. De ese tipo de beso que te hace derretirte. La lengua de Justin rozó mi labio inferior con suavidad. Pronto mi lengua se encontró con la suya inundando mi boca, la suya. El beso se volvia mas feroz, mas necesitado. Mis manos acariciaban las puntas de su pelo. Dios, como lo necesitaba.
El beso crecía junto con el calor que ambos desprendíamos. Justin giró sobre él mismo llevándome con él, apoyándo esta vez mi espalda sobre la pared en vez de la suya. Nos devorábamos el uno al otro. Con prisa, sin ella, con amor, con deseo. 
Él mordió mi labio inferior tirándo suavemente de él mientras recuperábamos el aliento. Yo todavia mantenía los ojos cerrados disfrutando de la sensación, quería mas besos así. Oí una suave risa proveniente de su boca y poco después la sentí contra mi cuello. Depositava dulces besos por todo mi cuello, por la clavícula, mientras sus manos me abrazaban más a él si eso era posible. Sus dientes arañaron mi piel seguidos por su lengua. Solté un gemido. Justin fue iluminado por una sonrisa.
"Tranquila gatita, acabamos de empezar" susurró contra mi oído. La piel se me erizó. 
Sus manos acariciaban mi cintura, de arriba a bajo, abrasando mi piel en cada toque. Mi camiseta subía cada vez que lo hacían sus manos. Mi piel se derretía por donde la tocaba. Sólo él. Nadie más. Como tanto me gustaba.
Sus labios volvieron a pegarse a los mios con fuerza, con ganas. Nos besábamos respirando el aliento del otro. Con efusividad, sin dejar nada del otro. Mi lengua caminó sobre la suya. Mis manos se revolvieron en su pelo apretándo mi cintura a la suya sin darme cuenta. El beso estaba llegando muy lejos. Justin soltó un gruñido cuando mi cuerpo se pegó al suyo. Sus manos bajaron a toda prisa hasta mi culo y lo apretarón contra él haciendo que soltara un sonoro jadeo. 
"Joder, ___." Agarró mis muslos haciendo que me impulsara. Con un salto ya me tenía sujeta, apretada. 
Él me llevó con cuidado hasta la encimera, sentándome sobre ella mientras nuestros alientos volvían a juntarse. Mis manos bajaron lentamente desde su nuca hasta su pecho. Quería acaricar esos tatuajes. Joder.
Justin separó sus labios de los míos cuando mis manos encontraron el dobladillo de su camisa. Me miró a los ojos y formó su sonrisa arrogante. El ambienta había como subido 200º.
"¿Te ayudo, gatita?" Preguntó.
"Puedo hacerlo y-" antes de que acabara él ya se había quitado la camisa. "Le quitas la emoción así..." solté con un bufido.
Su sonrisa se intensificó mas. Sus manos acariciaban mis muslos con suma delicadeza. Tentándome.
"No te preocupes, gatita, aún me quedan los pantalones..." Susurró con esa voz ronca tan perfecta.
El color subió a mis mejillas cuando mordí mi labio y no pude evitar echar una mirada hacia abajo. El bulto de sus pantalones era bastante notable. Levanté la vista con rapidez como si hubiera roto algo y me hubieran pillado.
Justin pegó su frente a la mía. Adoraba el color de sus ojos. "No sabes lo sexy que estas ahora mismo."
Mis manos se apoyaron sobre sus obros y lo atraje hasta mi. Ahora tenía el suficiente espacio para besar su cuello. Mi lengua trazó su yugular antes de colocar un camino de besos. Los brazos de Justin estaban a ambos lados de mi cabeza, apoyándo sus manos contra la pared. Finalmente mordí y chupé su piel deleitándome con su sabor. Levanté la cabeza rozando su mandíbula con mis labios, delineándola.
"¿Y si los sacamos de aquí?" Susurré casi como un gemido. Quería provocarle, como él hacía conmigo.
Soltó un gruñido que me hizo sonreír. Lamí mis labios cuando sus manos tiraron de mis pies haciendo que le rodeara con mis piernas. Rodeé su cuello con mis manos antes de que volviera a cogerme. 
"Tranquilo, tigre, si acabamos de empezar" imité con una suave risa. 
Él me sonrió antes de volver a colocar sus labios sobre los míos. Podría tener esta droga cada día, cada hora, cada segundo que no me cansaría. Nos dirigió a los dos hasta su habitación no sin antes algun que otro golpe que nos hizo reir. 
La puerta fue empujada con su pie. Mis dientes mordían su cuello y mi lengua jugaba contra su piel haciendo que soltara alguna que otra maldición antes de dejarme de pie a los pies de la cama. Se separó de mi unos centímetros. Sus labios estaban inchando, su mirada llena de deseo y lujuria, y sus ojos sólo buscaban los míos. Cuando entendí porque estabamos ahí una de mis manos fue hasta la cremallera de mi vestido. Cogí aire. Justin iba a ser la primera persona que me viera así. Que me viera vulnerable ante él. ¿Era verdad que estaba lista? ¿Iba a enseñarle realmente mi horrible cuerpo? ¿Mis inseguridades? Quería que me amara, que me deseara, que me hiciera feliz. ¿Y si era él el que no quería nada de esto? ¿Y si iba a ser como Katy? Mi mano se paró antes de deslizar la cremallera por su camino. Ahora tenía miedo. Y no de esto, si no del día siguiente.
Creo que Justin vio el miedo en mí porque se acercó. Se acercó y acarició lentamente mi brazo de arriba a bajo, hasta la cremallera.
"¿Me permites?" Pidió además con la mirada. No podía decirle que no, era imposible. Hice un pequeño asentimiento. Casi imperceptible, pero fue suficiente.
Dejé ir mi mano y Justin sujetó la cremallera, deslizándola poco a poco hasta el final de mi espalda. El vestido cayó a mis pies cuando dejó ir la cremallera. Sus ojos sólo miraban los mios. Y yo solo podía mirar a él. No buscaba imperfecciones, no buscaba nada malo en mí. Su mirada estaba fija en la mía. Mieles contra verdes. Volvió a acercarse con cuidado.
"Eres hermosa, ____. Muy hermosa..." Su voz llenó la habitación, disparando mi corazón.
Esta delante de él en ropa interior y no me importaba.
"Acercate..." susurré una vez que volvió mi voz. Avanzó un paso, dos. Buscó sus labios con los míos. Un roce, tal vez dos. Yo me derretía por dentro.
"Voy hacerte sentir bien, ____. Te lo prometo." Y la promesa en sus ojos me hizo saber que era verdad.
Sus manos fueron hasta mis espalda recorriendola con pequeñas caricias. Quería esto. De corazón. Mis manos fueron hasta su nuca, abrazándole a mí, mientras mis pies hacian camino en la cama. Nos tumbamos despacio, no había prisa. Mi piel tocó el blando colchón. Justin se situó sobre mí apoyando una mano y las rodillas para no dejar caer todo su peso sobre mi. Sonreí. Él correspondió mi sonrisa y nuestros labios se encontraron. Como tantas veces aquella noche.
Nos besamos lentamente, avivando mas y mas el fuego. Cuando nos faltó el aire su boca bajó hasta mi cuello. Besó y chupó mi piel haciendo que soltara pequeños jadeos mientras su mano libre poco a poco viajaba por mi espalda. Sus dedos chocaron contra el broche de mi sujetador. Yo estaba perdida en emociones, en sentimientos. Lamió sus labios y me pidió permiso con la mirada. Asentí, asentí con un rubor en mis mejillas. Él sonrió y liberó el cierre. Sus labios vijaron hasta mi hombro regalando dulces besos por el camino. Saqué el sujetador con mis manos y lo tiré lejos de nosotros, volviéndo a mirarle. Justin respiró con dureza y levantó la mirada. Rozó su nariz con la mia.
"Como dije, hermosa." Y esta vez fui yo quien apretó sus labios contra los mios con fuerza.
Su mano se apretó contra mi cintura. Buscábamos el aire del otro. El sabor de la boca del otro. Lo quería todo de él. Mis manos bajaron por sus brazos poco a poco. Fueron dibujando su pecho, su abdomen. Las yemas de mis dedos ardían y se sentía demasiado bien. Toqué el borde de sus calzoncillós y él soltó una risa contra mi boca. Seguí bajando con mis manos hasta poder desabrochar por completo su pantalón. Cuando abrió los ojos yo le miraba con una sonrisa de orgullo.
"Impaciente" murmuró contra mi boca, provocando.
"Deseosa" contradije. Justin soltó una carcajada.
Sus pantalones desaparecieron por el mismo sitio por el que lo había hecho minutos antes mi sujetador. Justin mordió su labio y pegó su cadera a la mía. Pude sentirle entonces. Joder. Esto iba a un nivel muy superior a mi. Cerré los ojos soltando un pequeño gemido contra el oído de Justin mientras el besaba mi clavica. Él se tensó al oirme. Mis manos volvieron a hundirse en su pelo, alborotándolo. Justin volvió a pegar su cadera a la mia esta vez mas tiempo. Nos sentíamos, nos pedíamos mas. Y maldita sea, lo quería. Solté otro pequeño gemido que hizo que Justin gruñiera. Sus manos bajaron hasta mis muslos. Sus manos rozaban mi piel con cariño, subiendo despacio. Y yo me dejaba hacer, disfrutando de la sensación. Acariciaron la parte interna de estos antes de rozar mi ropa interior. El aire se cortó en ese momento.
"Estas mojada, gatita..." Dijo con ojos lujuriosos. Sus manos agarraron los lados de mis braguitas y tiraron hacia abajo. Dejándolas caer a un lado.
Lamió sus labios cuando me miró de arriba a bajo. "Joder..." Voz ronca. 
Justin hizo un recorrido de besos desde mi estomago hasta mi pecho. Su lengua se junto con mi pecho izquierdo haciendo que mi cuerpo se arqueara. Mi cintura se chocó contra la suya haciendo que ambos soltaramos un gemido. Justin siguió chupando y lamiendo mi pecho cuando una de sus manos viajó hasta la parte baja de su cintura, bajando sus boxer como antes habían bajado mis bragas.
Mis manos tiraban de su pelo mientras él creaba poco a poco mi camino hasta el cielo. Lamió mi pezón antes de volver la vista a la mía.
"¿Estas lista?" Preguntó en un susurro. "Podemos parar si quieres..."
Negué con la cabeza y le atraje hasta a mi robándole un pequeño beso. "Quiero esto."
Asintió y mostró una pequeña sonrisa que me contagió. Estiró su mano hasta la mesilla y sacó un pequeño envoltorio que rompió dejando escapar el condón para colocarlo despuésn en su longitud.
Volvió la vista a mis ojos y lamió sus labios. Se colocó entre mis piernas y poco a poco entró en mí. Ambos dejamos escapar un pequeño gemido. La sensación era increíble, aún a pesar de la pequeña punzada que había en mi interior.
"Se siente tan bien..." Dejó escapar con un gemido. Sus labios fueron de nuevo a los míos. "¿Te duele, gatita?"
"Es-estoy bien..." Aseguré. Él asintió y volvió a fundir sus labios con los mios. 
Justin salió de mi con cuidado y volvió a entrar haciendo que se me escapara un jadeo de dolor.
"Eres exquisita, ____." Gruñó. 
Justin empezó a moverse lentamente dentro y fuera de mi, sus movimientos era continuos.
"Justin..." Gemí invadida por la sensación. Mis manos arañaron sus hombros. Necesitaba mas. No me cansaba de él. Dios, mio...
"Te sientes tan bien, ____" jadeó. Mordió mi labio haciendo que mi boca se abriera permitiendo el acceso de su lengua. La mia la encontró rápido. El deseo nos llevaba a los dos. Seguía entrando dentro y fuera de mí, aumentando la velocidad poco a poco.
"Joder, gatita. Estas apretada" Gimió Justin. Golpeaba dentro de mi sin descanso y yo quería mas.
"¡Justin, dios!" Grité en un fuerte gemido. Estaba llegando a lo máximo. A la octava, a la infinita nube. "Mas rapido" pedí.
El ritmo se aumentó sin rechistar. Mis manos apretaban sus hombros mientras las suyas agarraban con fuerza el colchón. Se balanceaba sobre mi con mas rapidez, con mas fuerza. Iba a llegar. Iba a liberarme en lo máximo posible.
"Gatita, vamos, un poco mas" gruñó contra mi cuello. Nuestros cuerpos sudaban a la par. Mi cadera acompañaba a la suya.
"¡Justin!" Grité con un gemido cuando me dejé ir. Mi corazón seguía a miles de kilómetros por hora y no estaba dispuesta a parar. Había llegado al climax, a lo mas alto y joder era completamente feliz.
"____, oh..." Con un par de embestidas mas Justin se dejó caer sobre mí. 
Ambos respirabamos con dificultad. Había sido totalmente increíble y joder, no mentiría si dijera que quería volver a repetirlo. Justin salió lentamente de mi y se colocó a un lado de la cama. Nuestras respiraciónes se iban calmando poco a poco.
"Eso... eso ha sido intenso." Admití mirándo hacia el techo. Todavía me encontraba allí arriba y la verdad es que no quería bajar. Podría quedarme toda la vida allí arriba, pero con Justin.
"Te quiero, ____" Susurró una voz a mi lado.

Esclavos de la noche.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora