Capitulo 27

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¿Te gustaría ser mi novia?”

Adoraba esa sensación navideña. Adoraba caminar por el centro iluminado por toda clase de luces. A pesar de bullicio, a pesar del frío. Me encantaba coger mis grandes sudaderas, mis gorros de lana y esos abrigos que te hacían tener 20 tallas mas. Me encantaba ir al centro a comprar regalos, cosas graciosas y hacer fotos. Sobre todo hacer fotos. Coger la cámara e ir a cualquier parte. Hacer fotos a cosas grandes, pequeñas, delicadas, rudas, lo que fuera. Hacer fotos a parejas, a solitarios, a familias. Disfrutaba con el sonido del dulce 'clik' que hacía la cámara con cada foto. Amaba capturar momentos, improvisados sobre todo. Cuando la gente no sabe que realmente es hermosa. No me gustaban las fotos con poses y caras. Esas no hacían los verdaderos recuerdos.

Estaba fotografiando a una pareja que se besaba debajo del gran árbol que habían colocado en la plaza central. Danna suspiró pesadamente cuando se fijó en ellos.

“Es en estos momentos, cuando quiero tener un novio.”

Clik. Miré la foto. Ambos sonreían contra los labios del otro, mantenían sus ojos cerrados disfrutando de la sensación. Había quedado bastante bonita.

“Eso lo provocan las grandes tiendas. No hace falta tener novio para pasar estas fiestas.” Repliqué.

“No tía, no. Yo necesito a alguien en mi vida, un tío buenorro de esos que te dejan sin aliento. De esos que se te cae la baba al verlos.” Dijo con voz soñadora.

Solté unas cuantas carcajadas. Levanté la cámara lista para hacerla una foto cuando levantó su dedo corazón. Yo seguía riendo todavía.

“Tú ríete, pero lo mas parecido que tengo a un novio es Eric, y juega en otra liga.” Dijo refunfuñona.

“Seguro que alguno se fijó en ti y no te diste cuenta.” Me encogí de hombros.

“Si, claro. Si fuera como tú.” Respondió.

¿Cómo yo? Yo no querría ser como yo, ¿o sí? ¿Qué tiene de bueno ser como yo? Nada. No tiene nada.

“Tú al menos tienes a Justin Bieber como novio, y quieras o no eso son ventajas.”

Vale, ahora entendía el “si fuera como tú”.

“No es mi novio” solté. Porque era la verdad. “Sólo somos... amigos, supongo.”

Danna empezó a reírse. Con ganas. No le veía la gracia al asusto.

“No soy amigos” dijo limpiándose las lágrimas que había soltado por la risa. “Si no le ponéis nombre es porque no queréis. Pero está claro lo que sois.”

“Nunca hemos hablado de eso, la verdad...”

“Pues ya es hora. Que parecéis idiotas, el uno buscando siempre al otro.” Soltó comenzando a caminar.

Justin:

Tenía el móvil en la mano mientras esperaba. Se estaba demorando y eso no era propio de ella. Miré el reloj de nuevo. Las 21:33. Tampoco llevaba mucho tiempo, pero era tarde. Es decir, de todas formas, el mensaje me lo había mando ella. ¿Estaba ansioso? Creo que se notaba a kilómetros. Pero quería saber que era todo aquello.

Tengo que hablar contigo.” Había dicho el mensaje. Y habíamos quedado en este sitio. En aquel banco donde la vi por primera vez. ¿Estaba nervioso? Mucho. ¿Acojonado? Mas de la cuenta. Normalmente cuando alguien te dice que tiene que hablar contigo no es por algo agradable. Aun que claro, se trataba de ____. Las cosas estaban bien entre nosotros, ¿no? No recordaba un momento en que la cagara de nuevo. Tal vez el juego de ayer... No, no, joder. Eso estuvo bien,muy bien. Y ojalá hubiera llegado a mas, mucho mas. No pienses en eso, gilipollas. Tarde. Recordaba la forma en la que su cuerpo se estremecía. Como su respiración se entrecortaba. Como sus labios se unían a los míos. Como ayer me tuve que obligar a no romper la puerta y entrar cuando estaba en la ducha. Como me tuve que obligar todavía mas cuando la vi en toalla. Y como tuve que parar a mi entrepierna cuando luego me dejaba acariciarla.

Esclavos de la noche.Where stories live. Discover now