Capitulo 18

3.7K 164 2
                                    

  "Pero acepté. Ahora voy a luchar por Tony."

El coche rugió fuerte cuando Justin pisó el acelerador. Sabía que tenía que irse y sabía la razón. Es decir, era obvio. Pelea. Y odiaba eso. Odiaba que estuviera por debajo de eso. Pero era su abuelo. Su abuelo siempre iba a estar por encima de todo. Pero eso no quitaba que me doliera que tuviera que irse. En ese momento no pensaba en su abuelo, no pensaba en nada mas que en que se iba. En que se iba y me dejaba sola, de nuevo. Estaba siendo egoísta y me daba igual. Le quería para mí hoy, era nuestra noche. ¿Pero por qué estas así si no sois nada? Tal vez sea por eso. Tal vez sea por que no tengo ni idea en que punto estamos. Pero quizás es mejor así. Quizás no importe que seamos, que hagamos. Tal vez de igual si somos esto o aquello. Tal vez sólo debamos sentirnos infinitos como en aquel libro que tanto me gusta. A lo mejor debemos dejarnos llevar, por el uno, por el otro, a donde sea. Pero si se largaba ahora no íbamos a dejarnos llevar a ningún sitio.

Miraba por la ventana. No tenía ganas de hablar con él. Las farolas iluminadas eran más interesantes, la verdad. Iba contando una a una. Parecía gilipollas. Apoyé la cabeza sobre el cristal. Después de todo, había sido una noche increíble.

“¿Dónde quieres que te lleve?” Preguntó levantando la mirada de la carretera unos segundos para echarme un rápido vistazo.

“A mi casa.” Era pronto todavía y no tenía ganas de ir a casa de Danna, ya la llamaría cuando estuviera en casa.

Justin asintió y sus manos se apretaron en el volante. Los nudillos blancos. “¿Vas a seguir enfadada mucho más tiempo?” Preguntó.

“No estoy enfada-”

“A mi no intentes mentirme, ___. Se cuando lo haces” dijo con el ceño fruncido. Mierda.

“Olvídalo.” Dije con desdén.

Suspiró y dejó caer su cabeza contra el volante un instante. Después sus ojos fueron hacia mí.

“No quiero volver a cagarla de esta forma, contigo.”

“Pues no lo hagas, Justin.” Crucé mis brazos. No quería discutir nada ahora. “Sé que tienes que irte. No tienes que explicarme nada.”

“Sí, si lo tengo. Porque no quiero que pienses que no me gustaría quedarme contigo toda la noche.” Cuando dijo aquello no supe reaccionar. Le miré intentando encontrar algo de mentira. No había nada. Sus ojos volvieron a la carretera. Íbamos por la carretera principal y no había ningún coche. Extraño.

“Lo siento...” susurré.

Frunció el ceño y me miró. Un coche se había colocado detrás de nosotros. “¿Por qué? No has hecho nada para que tengas que disculparte.”

“Sí, por haberme enfadado.” Tragué saliva y lamí mis labios lista para mirar sus ojos mieles. “Lo siento mucho, Justin.”

PUM.

El golpe nos había dado de lleno. La fuerza del impacto nos lanzó hacia delante. Mi voz se apagó cuando todo ocurrió. Los cinturones nos mantenieron lo suficientemente sujetos para que nuestras cabezas no chocaran contra el coche. Me sobresalté cuando miré hacía atrás. El coche de detrás nos había dado de lleno. Su delantera estaba aboyada, y no quería ni imaginar como debería de estar la parte nuestra de detrás.

“Hijos de puta.” Justin agarró con fuerza el volante y cambió de marcha. La velocidad comenzó a notarse.

Esclavos de la noche.Where stories live. Discover now