Capitulo 29

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"Podría hacértelo aquí mismo, no me tientes." 




"___, abre la maldita puerta y sal." Danna aporreaba la puerta del baño una y otra vez.
Habíamos terminado las clases hace algunas horas. La verdad es que no estaba nada orgullosa de mis notas, me las esperaba mejores y habían sido un auténtico caos. Mi madre no había dicho mucho, me anima con que las iba a mejorar en seguida. Yo no estaba tan segura.
De todas formas, las horas restantes Danna y yo habíamos hecho tarde de chicas. Tocaba ir a la peluquería y ponerse los vestidos para la fiesta. Danna ya estaba preparada esperando a Eric completamente vestida. En cambio yo seguía probándome moledito, tras modelito sin ningún éxito. A parte de estar nerviosa, asustada y preocupada, sentía que ningún vestido era adecuado para esta ocasión. Por eso cuando llevaba el cuarto y estaba por comenzar el quinto Danna golpeaba la puerta y me pedía a voces que saliera.
"Abre por dios, seguro que ese te queda increíble."
Rodé mis ojos y abrí el pestillo de la puerta. Danna entró de golpe, casi cayendo al suelo. Cuando me vio su boca dibujó una pequeña O y después una enorme sonrisa. Me abrazó por la espalda haciendo que me mirara en el espejo.
"Te quedas con este. ¿Donde lo tenías guardado?" Preguntó emocionada.
Me encogí de hombros. "Creo que me lo regaló mi padre, antes de ya sabes."
"Tenía buen gusto, he de admitirlo. Me encanta." Se separó de mí y dio unos pequeños saltitos todavía emocionadas.
Miré mi reflejo. Es vestido era precioso, había que admitirlo. La parte de arriba llevaba solo un tirante y era de color rojo, con dos rombos tumbados en los lados de mi cadera dejando ver un poco de piel. La parte de abajo era de color negra y tenía un poco de vuelo, con una abertura en un lado para que al caminar pudiera verse una de mis piernas. Me encantaba ese vestido. Y después de la emoción de Danna empecé a creer que este si era el indicado. Mi pelo caía sobre mi pecho y mi espalda con numerosas ondas y rizos. Los zapatos harían que me dolieran los pies en cambio, pero no importaba. Eran unos tacones negros mas altos de los que normalmente llevaba. Casi le sacaba a Danna una cabeza.
Ella en cambio, llevaba un vestido blanco ajustado a su figura. Era de tirantes y con un gran escote, dejando sus atributos a la vista. Me encanta la confianza con la que era capaz de llevar cosas así.
Salimos las dos de mi minúsculo baño. Danna todavía sonriente.
"Justin va a explotar los pantalones." Miró el reloj de su muñeca mientras decía esto con una sonrisa pícara.
"No te metas ideas equivocadas en la cabeza." Dije sentándome sobre mi cama.
Danna echó un vistazo por la ventana. Eric no tardaría en llegar.
"Cariño, esto es inevitable. Deberías ir pensando en cual es la mejor postura." Me guiñó un ojo y fue en busca de su bolso.
La tiré mi almohada a la espalda. Con fuerza. Mi cara parecía un tomate.
"Que agresiva... Seguro que eso le pone cachondo, grrr." Hizo la garra del tigre con la mano cuando pronunció ese sonido. Que boba.
"Cállate." Dije tapando mi cara con mis manos.
"No sé porqué te da vergüenza... Es un tema normal." Fue interrumpida por un claxon. "Ese es Eric. Acuérdate de usar precaución, pillina." Abrió su bolso y me tiró algo al regazo.
"Nos vemos" dijo antes de agarrar el pomo de la puerta y marcharse.
Miré lo que me había tirado. Mis mejillas se sonrojaron todavía mas. Busqué con la mirada mi bolso. Lo atraje hasta mi y metí el condón dentro. ¿Quién sabía que iba a pasar?

**

"Mamá déjame." Mi madre continuaba dándome besos en la mejilla y abrazándome cuando el claxon volvió a sonar.
"Mi niña se hace mayor, ¿cuando ha pasado el tiempo tan rápido?" Dijo entre sollozos todavía apretando mi cuerpo con sus manos.
Me separé poco a poco y la sonreí con ternura. Mi madre me devolvió al sonrisa con cariño y lágrimas.
"No te metas en líos, ¿de acuerdo?" Acarició mi cara con sus manos y besó mi frente.
"Lo prometo. Tengo que irme ya..." Ella asintió y me entregó mi bolso. Después se apartó dejando la puerta libre al paso. Besé su mejilla y salí antes de que volviera a llorar. "Te quiero."
"Yo también te quiero, hija." Oí susurrar.
Cuando salí de casa Justin salió del coche. Estaba increíble. Tenía el pelo un poco despeinado y vestía traje. Un traje negro y elegante, con un camisa blanca justo de bajo. Llevaba corbata pero no estaba colocada de manera formal, sino descuadrada. Vestía elegante, sexy y rebelde. Una combinación peligrosa.
Dio la vuelta al coche para encontrarse conmigo. Sonreía de manera sutil pero cuando me vio, estructurando cada mota de mi cuerpo, esa sonrisa se esfumó. Estaba sorprendido. Nervioso. Lamió sus labios y agarró mi cintura atrayéndome hacia él. Sus dedos tocaban mi piel debido a los agujeros que el vestido tenía. Coloqué mis manos en su pecho a la vez que él colocaba su frente sobre la mía. Volvió a mirarme de abajo arriba y tragó saliva. Estaba hipnotizada por sus ojos y su olor.
"Creo que no debería llevarte al baile. No quiero que nadie mas a parte de mi te vea así vestida." Susurró. Su aliento golpeaba mis labios. Y yo rezaba porque mi madre hubiera cerrado la puerta y estuviera dentro de casa.
"Que egoísta por tu parte."
"Soy egoísta, ya lo sabes. Pero estas increíble y no quiero que nadie mas te vea y se enamore."
Mi corazón se agitaba cada vez mas con cada palabra. Iba a salirse de mi pecho.
"Tal vez quiero enamorarte a ti..." Solté cuando tuve fuerzas.
Sus manos rodearon mi cintura encontrándose en mi espalda. Su boca ya rozaba la mía. Bésame.
"Gatita, a mi ya me tienes enamorado."

**

"¿De verdad estamos discutiendo esto en un baile?" Preguntó con una risa a punto de estallar.
"La conversación se nos ha ido un poco de las manos..." Reí sin poder evitarlo.
No habíamos dejado de bailar todavía. Mis pies dolían después de todas las canciones que habíamos bailado. Lentas, rápidas, con ritmo, sin él. Justin estaba disfrutando y a mí me encantaba verle así. Además era un excelente bailarín y yo estaba bastante intrigada a cerca de eso. Ahora estaba apoyada sobre su hombro y sus manos me rodeaban hasta juntarse tras mi cintura. Mis manos estaban sobre su nuca acariciándosela lentamente de vez en cuando. Él se quejaba cada vez que paraba. Nos balanceábamos de un lado a otro al compás de la música. Estábamos en casi el centro de la pista y tenía mirada a mi espalda. Sobre todo de Katy, pero no me importaba. Todo lo que veía era a él. Y era todo lo que quería en este momento.
Su risa hizo que su pecho retumbara. "Sigo pensando que me quedaría a mi mucho mejor."
"Disfrázate entonces un día de catwoman y lo comprobamos" desafié.
Inclinó su cabeza hacia mi cuello y le dio varios pequeños besos húmedos. "Gatita, que tú tengas ganas de verme con poca ropa no significa que vaya hacerlo..."
Cerré los ojos dejándome llevar por la sensación. "Mmm..."
"¿____?" Susurró contra mi cuello.
"¿Si?" Abrí los ojos para poder mirarle.
"No sabes las ganas que tengo de arrancarte este vestido."
Tragué saliva con fuerza. No me esperaba este cambio de tema tan brusco y mucho menos que soltara aquellas palabras. ¿Quería que me lo quitara? Maldita sea, sí.
Giré mi cara encontrando su oreja a milímetros de mi boca. "Hazlo entonces." Susurré con decisión.
Justin se puso recto en un instante. Sus manos apretaron mi cadera pegándome a él. Nada podía meterse entre nuestros cuerpos. Su mirada era mas oscura, mas deseosa. Lamió sus labios y acarició mi piel con los dedos.
"No juegues así conmigo." Advirtió con voz ronca.
"Podemos jugar los dos a esto."
"No estaba jugando, gatita."
"Yo tampoco."
Un gruñido salió del fondo de su garganta y se acercó para atrapar mi labio inferior con los dientes. Tiró un poco de él antes de dejarlo caer. Provocando. Haciendo que mi corazón gritara por más. Que mi cuerpo se erizara y pidiera pegarse mas. Fundirse con él.
"Podría hacértelo aquí mismo, no me tientes." Dijo con la respiración acelerada.
Coloqué mis manos en sus mejillas acercándome mejor a él. Rocé sus labios con los míos. "Házmelo donde quieras, pero házmelo."
Tragó saliva con fuerza y cuando fue a responder oímos un carraspeo que hizo que nos separáramos. Yo con rapidez y Justin bastante mas reacio.
Justin fulminó a Jake con la mirada. Este tragó saliva algo asustado.
"¿Puedo... em, robarte a tu pareja un baile...?"

**

Las horas pasaron y ya teníamos que irnos. Después de la interrupción de Jake, Justin había dejado que bailara con mis amigos. Y después de insistir un poco él también se unió a nosotros. Fue una noche increíble.
Danna finalmente había encontrado a una pareja de baile dentro y habían acabado en unos cuantos besos. Fueron unos pocos ya que Eric revoloteaba a su alrededor por haberle hecho venir y encima dejarle tirado. Justin volvió a pillarme y estuvimos bailando unas canciones mas los dos juntos. Cuando dieron las 12 decidimos irnos todos.
Nos despedimos de nuestros amigos y nos dirigimos al coche. Presentía que algo iba a pasar pero no estaba segura de si sería bueno o malo. Pero me puso nerviosa. Abrí la puerta del coche y me dejé caer sobre el asiento. Me quité los zapatos y pude respirar por fin. Como dolían los malditos pies.
"¿Estas bien?" Preguntó Justin una vez dentro.
Asentí. "Solo los pies" señalé. "Me duelen un poco..." Dije sin importancia. Pero dolían como el infierno.
Justin asintió y se quedó callado. Yo esperaba a que por lo menos encendiera el coche pero se quedó quieto. Quieto y callado mirando al frente. Eso me puso alerta. Miré en su dirección por si podía encontrar algo sospechoso pero sólo veía mas coches y parejas besándose.
"Justin, ¿esta-"
"¿Quieres venir a casa conmigo?"

Esclavos de la noche.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora