Capitulo 4

5K 197 4
                                    

"...sé que tienes miedo a enamorarte de mi." 

Estaba perdida.

Por mas que deseaba que todo esto sólo fuera una pesadilla todo se volvía peor. Cuando su sonrisa apareció en su cara tuve que agachar la cabeza y pelearme conmigo misma por ser tan tonta de parecer intimidada por él, aunque en cierto modo lo estaba. Aparté el plato y cogí mi manzana dándole un mordisco. Iba a necesitar fuerzas para lo que venía a continuación. No sé en que momento exacto fue cuando oí las sillas de mi lado moverse hacia atrás dejando espacio suficiente para que la gente pudiera sentarse en ella. Sabía que Danna y Eric se sentaron a mi lado y recé. Recé por todo aún sin saber hacerlo porque Justin no estuviera en frente de mi. Recé cuando levanté la vista y mi sorpresa llegó a mi. Estaba. Ahí. Parado. Con su ridícula sonrisa. Mirándome. Infiernos. Fruncí el ceño sin apartar la mirada para que viera que todo esto no era de mi agrado.

Eric carraspeó. “Bueno... Esto se está poniendo interesante.” Soltó una carcajada. “Justin, te presento a ___. ___, este es Justin.” Hizo las presentaciones de la forma mas amable que pudo.

“Ya nos conocemos” dijo Justin. Su sonrisa se tornó a la derecha. “Es encantadora”

“No como otros” mi voz salió diciendo mis pensamientos antes de que pudiera pararla o pensar en lo que había dicho, pero no me arrepentía. Es decir, él ya sabía de sobra que no era de mi agrado, es más, toda está situación era incómoda. Al menos para mí. Él se veía la mar de sereno.

Mis amigos abrieron los ojos. “¿Ya os conocéis?” preguntó Danna.

“Em sí, vamos a clase de Historia juntos” comenté sin demasiada importancia. “Harris nos puso juntos.” Mordí mi manzana sin darle demasiada importancia a la conversación. Me encogí de hombros. “No es muy agradable que digamos...”

“Oh vamos, ___. Justin es majo, va conmigo a química y es muy divertido.” Danna no alejaba los ojos de él. Parecía hipnotizada, y con la sonrisa coqueta que tenía puesta se sabía que le había calado hondo el chico. Suspiré.

“Como sea, yo tengo que irme” dije levantándome de la mesa mirando a mis amigos. Solté una pequeña sonrisa a ambos.

“Vamos, acabamos de llegar, quedate con nosotros.” El imbécil por fin habló. Que incordio de tío.

“Si ___, venga no seas así.” Eric sonrió. “Si lo haces prometo invitarte a un helado después. Brownie. Tu favorito.” La opción era tentadora pero no iba a quedarme mas con él presente. Negué con la cabeza y puse mi mano sobre su pelo revolviéndolo mientras sujetaba mi bandeja con la otra. Reí cuando se quejó por el gesto.

“En otro momento.” Tiré las cosas sobrantes en la basura más cercana y volví a pasar por el lado de la mesa sonriendo a los chicos. “Nos vemos en la salida”

Pero de nuevo una mano me agarró impidiéndome continuar. Me giré viéndole sentado en la mesa con una pierna doblada sobre la otra y mirándome con esa expresión irónica.

“Deberías quedarte con tus amigos un rato más.” Hizo un gesto con la cabeza señalandoles.

“Lo siento, tengo que volver a cla-”

“Sé que te vas por mí, pero aún no sé que he hecho mal contigo” se encogió de hombros negando con la cabeza. “Pero lo entiendo, se que tienes miedo a enamorarte de mi.” Afirmó.

“¿Enamorarme de ti? JA ¿Qué clase de golpe te has dado?” Tiré de mi mano lo suficientemente fuerte para soltarme. “Ni en un millón de años” cuando solté aquello él ya estaba de pie a escasos centímetros observándome serio. Completamente.

Esclavos de la noche.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora