Agarró un mechón de mi pelo y lo enrolló en sus dedos inclinándose seguido en mi oído para susurrar: “No digas mentiras, gatita. Tú y yo nos lo pasaríamos muy bien...” Su voz sonó ronca. Echó la cabeza un poco hacia atrás recorriéndome con la mirada de abajo arriba para luego añadir: “Sé unas cuantas cosas que te gustarían”

Mi paciencia tocó fin. Y me giré. Y solo pude hacer una cosa ante la atenta mirada de toda la cafetería. Cogí el primer plato que encontré de la mesa contigua y lo aplasté en su cabeza. Los espaguetis caían por todo su pelo llegando incluso a sus hombros. Su expresión cambió a ira cuando el primer espagueti cayó y yo sonreí triunfante. Todos los demás nos miraban como si no se creyeran lo acababa de pasar. Esta vez me acerqué yo a su oído a susurrar.

“No me llames gatita.” Sonreí. “Y por cierto, deberías lavarte.”

**

Cuando la campana sonó ya estaba deseando llegar a casa y coger mi precioso libro y sumergirme en él. Quería olvidar la mierda de día y centrarme en la historia de otros. Vivir que sus problemas eran los míos, luchar, creer, soñar y sufrir con ellos. Me encantaba hacerme pasar por los personajes de mis libros favoritos. Ser un cazador de sombras, un mago, un alíen, un vampiro... Lo que fuera, pero algo que no fuera mi vida. Algo que me llevara a cualquier otra parte. Amaba leer.

Las clases habían pasado aburridas sin quitar las miradas de mis compañeros, los cuales habían presenciado como le tiraba la comida a Justin. Supongo que es oficial, sólo sé defenderme tirándoles cosas a la gente. Hubo un montón de miradas y cuchicheos en cada clase a la que entraba. No me gustaba que la gente estuviera pendiente de mi. Me molesta, y mucho. Además, Justin estaba en mi clase de Biología, y pude comprobar en primer plano que su odio no había bajado ni un poco. Si las miradas matasen yo había tenido que morir unas 3000 veces a lo largo de la tarde. De todas formas se lo merecía. Por insinuar eso y llamarme gatita. Ag, realmente le detestaba.

Intenté esquivarlo cada vez que giraba su cara en mi dirección. Lo único que hacía era ponerme más incómoda y hacerme sentir culpable y no creo que lo fuera.

Danna me envió una nota en clase de inglés preguntándome qué demonios había pasado en el comedor. Yo sólo le respondí que fue un imbécil. Porque de todas formas cualquier cosa que dijera no había que dejara de sentirse atraída por él. Así que le pregunté que era lo que exactamente veía en él. La nota llegó en menos de lo que esperaba.

-Está bastante bueno;)-

Vale, tenía un punto. Justin estaba bueno, muy bueno, y me encantaban sus ojos. Pero todo eso se destruía con su actitud de chulo y prepotente.

-Sí tu lo dices...-

-Vamos, sabes que es verdad. Además, nos ha invitado a su pelea el viernes-

-Pelea?????!-

-Sip:P por lo visto saber pegar unos buenos golpes-

-Maravilloso... D:-

-Vas a venir con nosotros?? Poooooooor fi :(-

-Ni loca-

-Chicos. Sin camiseta. Pegándose. No digas que no es caliente... ;D-

-Como sea, pero paso de ir. Noche de pelis-

-Aburrida... Irás, por mí y por Eric-

-Sabes que no ¬¬-

-Lo discutimos luego-

Y bueno, por lo demás no fue muy interesante. Es decir, ¿una pelea? ¿Como el boxeo? Tenía pinta de ser su estilo. Es decir, tenía unos buenos brazos pero de sus reflejos no podía decir lo mismo. Pero no me gusta esto, el boxeo no me convence. Un montón de tíos viendo como otros dos se pegan por, ¿diversión? Patético. Sabía que Danna y Eric sólo iban a ir por Justin, para ver como se pegaba golpes con otro estúpido y caía desmayado al suelo. Eso podía ser interesante. Ver como le daban una paliza... Tal vez debería ir. Tú te mueres por verlo sin camiseta, guapa. Negué con la cabeza olvidando mis pensamientos a la vez que abría la puerta del colegio para encontrarme con mis amigos en la puerta. Nos dimos una sonrisa y comenzamos a caminar. Sólo hablábamos de las clases y de los planes para esta semana. Eric volvió a sacar la bomba. Los dos se pusieron a suplicar como bobos que los acompañara, que no podía dejarles solos, que eramos un pack. Me reí.

“Si digo que sí, ¿dejaran de suplicar?” Dije riendo. Ambos asintieron enérgicamente sonriendo.

“Esta bien, iré” reí cuando Danna se tiró a mis brazos rodeándome con los suyos mientras me abrazaba contenta.

“No te vamos a defraudar, te lo pasaras genial.” Comentó feliz. Negué con la cabeza riendo ante su comentario.

“___ en verdad, lo que va a pasar es que te vamos a dar sexo visual” puntuó Eric con una sonrisa.

“Oh, ¿en serio?” reí. “Espero no quedarme embarazada”

Los tres reímos con mi comentario. Esperaba pasarmelo bien allí, hacer caso omiso a los comentarios de Justin y disfrutar de como le pegaban una paliza. Realmente eso lo iba a disfrutar.

Esclavos de la noche.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora