Capítulo 40: El Plan

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Ya estamos casi frente a la panadería, como lo veo indeciso entre escabullirse o seguir esta conversación, le hago un gesto que vamos a sentarnos a la plaza. 

- Suelo ser bastante observador, Barley. No te estoy culpando ni me interesa Leevy, por si acaso... pero me he dado cuenta que la miras mucho en clases, ¿te gusta?

- Bueno... sí, me gusta Leevy -admite algo cohibido-. Esto es incómodo... no tengo por qué contarte algo tan privado.

- Calma, no le diré a nadie, si eso te preocupa. -Lo tranquilizo-. Si te lo pregunto es porque conozco bastante a Leevy, es mi vecina de al lado... ¿por qué nunca le has dicho nada?

- ¿Es tu vecina? -Yo asiento y él sigue:- Bueno, hace como dos años que me gusta Leevy, pero mis padres no lo saben, no me atrevo a decírselo. Sabes que mi hermano Peeta ha estado enamorado de tu prima Katniss desde que estaban en primer año, ¿verdad?

- Lo confesó por televisión en directo a todo el país... ¿quién no lo sabe, a estas alturas?

- Bueno, el hecho es que en casa, Peeta nunca ocultó que le gustaba Katniss. Como hasta los doce o trece, mis padres no lo tomaban en serio porque creían que era una cosa de niños... pero pasaron los años y Peeta no cambiaba de opinión. Seguía enamorado de ella.

"Cada vez que papá o mamá le preguntaban si le gustaba una chica del pueblo, él negaba tajantemente y decía que la única chica para él era Katniss. Papá se resignó, porque tus primas le caen bien pero a mamá no le gustó nada. Ella no siente ninguna simpatía por la gente de la Veta y quiere que nosotros, mis hermanos y yo, nos casemos con chicas del pueblo, de la clase comerciante o de los funcionarios públicos.

"Mi madre no quiere a tu prima Katniss como novia de Peeta, siempre le dijo que se olvidara de esa... la llamaba "mocosa hambrienta", porque una vez, hace unos años, Katniss estaba hurgando en nuestra basura y Peeta le tiró unos panes que dejó caer al fuego. Tal vez la acepte ahora que están a punto de ganar y será millonaria. Pero imagínate cómo se pondrá mamá si le digo que a mí también me gusta una chica de la Veta como Leevy... su padre es minero, su madre hace trueques en el Quemador y también cose ropa.

Lo que me cuenta Barley Mellark no es ninguna novedad para nadie. Todos los padres quieren lo mejor para sus hijos, las mejores oportunidades. Y los de la clase comerciante y funcionarios, quieren que sus hijos se emparejen con alguien de su misma clase social. Es muy raro que se mezclen las clases sociales en los distritos. Los mineros se casan con chicas de la Veta, el padre de Katniss tuvo suerte, una excepción afortunada para él... yo no puedo decir lo mismo respecto a mi relación con Candace y ahora el alcalde parece sospechar y, obviamente, quiere alguien a la altura de una señorita como Madge. No un minero. No un cazador furtivo. No tengo que preguntárselo para saberlo.

- Bueno, hoy es tu día de suerte: tengo buenas noticias para ti -le digo con voz animada.

- ¿Adónde quieres llegar? Suéltalo, ya Hawthorne... tengo que trabajar.

- Sí, yo también... mi trabajo es cazar para alimentar dos familias -señalo para que le quede claro que, si no fuera importante para ambos, no estaría aquí desperdiciando el tiempo-. Para tu información, no le eres indiferente a Leevy... tú también le gustas pero cree que tú no te interesas por ella, dijo que le gustaría ir contigo, pero piensa que tú irás a la fiesta con alguna chica comerciante...

- ¿Estás seguro? ¿Cómo lo sabes?

- Las casas en la Veta son de madera, muy ligeras, siempre se escucha a través de las paredes. Estaba acostando a mi hermanita el otro día cuando escuché sin querer a Leevy hablar con su hermana al otro lado de la pared. -Hago una pausa y miro fijamente a Barley Mellark.- Yo puedo conseguir que ella vaya al baile contigo y sin que tu madre se entere... pero necesito que me hagas un favor parecido a cambio.

Gale y Madge: Fresas en el BosqueWhere stories live. Discover now