El verano llegaba y David estaba desesperado por no poder hablar con su novia, Vero llevaba una semana sin cogerle el telefono y sin conectarse a Skype para hablar con él y David estaba preocupado y nervioso por no saber nada de ella. Sabia que en epoca de examenes, ella se desconectaba del mundo, se lo habia dicho, pero ya eran muchos dias sin saber de ella.
Estaba con todos paseando por la cuidad cuando su movil empezó a sonar en su bolsillo, lo sacó rapidamente del bolsillo.
- Tio, no seas ansioso. - le pinchó Carlos riendo.
- ¿Sabes que te digo? Que madures un poquito, si es que puedes. - le respondió molesto.
No soportaba cuando se metian con él por algo relacionado con su novia, David no le decia nada, pero habia ocasiones como esa, que ya no aguantaba y se lo decia.
Se quedó un poco atrás y descolgó.
- ¿Vero?
- Sí, pastelito, soy yo. - se rió al escucharlo tan preocupado.
- ¿Por qué no me has devuelto las llamadas? Estaba preocupado. - se quejó.
- Lo siento, pero he tenido que cambiar de numero porque el otro dia lo perdi en la biblioteca y no sé donde está, no recordaba tu numero entero de memoria, asi que, tuve que llamar a mi madre para que me diera el de mi prima y poder pedirle el tuyo a ella. - explicó rapidamente.
- Será asquerosa... Me veia preocupado y no me decia nada, la muy... - gruñó mirandola a lo lejos.
- Tranquilo, ¿eh? - se rió – Bueno, ¿como estás, cariño?
- Bien, como siempre, echandote de menos. - sonrió.
- Yo tambien te echo de menos, mucho. - respondió un poco seria.
- ¿Estás bien? - preguntó preocupado.
- Sí, no... bueno, es que...
- ¿Qué? - la animó a seguir.
- Que no sé cuando voy a poder ir, David, yo... - dijo con voz rara.
- ¿Has terminado los examenes? - preguntó.
- Sí, pero no me dan la nota hasta la semana que viene y...
- ¿Y no puedes venir aunque sea dos dias? - preguntó frustrado.
- No lo sé...
- Haber, las notas te las dan en mano, ¿no? Pues vente unos dias y a la vuelta te acompaño a por ellas, cariño.
- ¿En serio te podrás escapar? - preguntó aliviada.
- Claro que sí, tonta, hasta agosto no hacemos nada. - sonrió.
- Está bien. Entonces, mañana me cojo el tren y voy para alla. - dijo mas animada.
- Llamame y voy a recogerte, ¿de acuerdo? - preguntó sonriendo.
- Sí, lo haré. - se rió – Voy a prepararlo todo para mañana, ¿vale? Te quiero mucho, pastelito.
- Y yo a ti, galletita. - se rió.
- Eh, ¿como que galletita? - preguntó divertida.
- Pues eso, yo soy tu pastelito y tú eres mi galletita, pero no se lo digas a nadie, ¿eh? - se rió.
- Vale, vale, ya hablaremos tú y yo mañana... - se rió – Te quiero, cariño.
- Y yo a ti, mi vida. - sonrió antes de colgar.
Con un suspiro, vio a sus amigos firmando autografos a unas chicas que habia por alli y se acercó a ellos, firmando y haciendose alguna que otra foto mientras sus chicas esperaban a un lado mirandolos divertidas. Pasaron la tarde asi, hablando, riendo, firmando autografos y haciendose fotos.
