Eva estaba terminando de recoger la cafeteria, Raul se habia tenido que marchar rapidamente cuando le llamaron por telefono y la tuvo que dejar sola, ella cerró la puerta con la llave y se puso a recoger para irse a casa lo mas pronto posible.
Estaba limpiando la cafetera cuando su movil empezó a sonar, con media sonrisa, se acercó para cogerlo suponinedo que seria su novio.
- ¿Diga?
- ¿Como estás, pequeña? - sonrió al escucharlo.
- Cansada y sola, me han abandonado en la cafeteria. - se rió.
- ¿Y Raúl? Se suponia que hoy cerraba él y que tú te ibas a casa temprano. - dijo confundido.
- Ya, pero lo han llamado y ha tenido que salir corriendo. - suspiró – ¿Y tú, qué, cariño, como estás? - sonrió.
- Deseando verte. - se rió – Es tarde para que te vayas a casa sola, voy a recogerte, ¿vale?
- Genial, ¿has hablado con los chicos? Creo que querian quedar o no sé.
- Pues no, no me han dicho anda, de todas formas, es tarde y quiero estar un ratito contigo antes de dejarte en casa.
- Vale, - se rió – ven cuando quieras, estoy terminando de recoger.
- En diez minutos estoy alli. Te quiero. - se despidió haciendo el ruido de besos lanzados en el aire.
- Y yo a ti, tontorron. - se rió haciendo el mismo ruido de vuelta.
Riendo, se puso a termimnar de recoger para irse cuanto antes, estaba cansada y necesitaba descansar. Llevaba unos dias recibiendo llamadas extrañas a mitad de la madrugada y eso le preocupaba sobremanera, pero no queria decirselo a nadie para no preocuparlos sin tener porqué.
Estaba terminando de barrer cuando su movil sonó de nuevo, se rió sacandolo del bolsillo de su pantalon y contestó.
- Dime, cariño.
- ¿Cariño? - preguntó una voz conocida para ella, que la hizo dejar de reir al instante – Vaya, veo que te acuerdas de mi. - añadió con ironia.
- ¿Qué quieres, Antonio? - preguntó con voz seca, tragando saliva.
- Solo queria hablar contigo, palomita, aunque creo que estás demasiado feliz como para arruinarte el dia. - respondió con voz neutral.
- ¿Qué quieres decir con eso? - preguntó asustada.
- Eva, me ha costado mucho localizarte, te he llamado varias veces pero se cortaba. - empezó a decir.
- ¿Eras tú el de las llamadas a mitad de la madrugada? - preguntó frunciendo el ceño.
- Sí, pero no tenia buena cobertura y se cortaba la señal. Tengo que decirte algo muy importante, pero tengo que verte en persona.
- No, no voy a quedar en ningun sitio contigo, ya me lo habeis echo pasar muy mal y me habeis quitado al unico familiar que me quedaba. - negó mirando por el cristal hacia la calle, muy asustada.
- Eva, se trata de Toni, está enfermo. - dijo angustiado – Está obsesionado contigo, se ha vuelto loco y temo que haga una locura y te haga daño. Por favor, tienes que escucharme. - pidió.
- Creia que estabais fuera del pais. - dijo frunciendo el ceño.
- Ibamos a irnos para no volver, estábamos en la fronteera con Francia, pero Toni se me escapó cuando ibamos a cruzar y regresó hacia alli. No sé donde está Eva, pero no quiero que te haga daño a ti tambien. - explicó angustiado.
