Era finales de abril y quedaban dos dias para la boda de Héctor con Marina. Carol estaba hablando con su padre por videollamada en su habitacion.
- Vas a poder venir, ¿verdad, cariño? - preguntó nervioso.
- Sí, papá, ya te he dicho que sí. - respondió riendo – Parece que va a ser la primera vez que te casas.
- Como si la fuera, cariño. - sonrió nervioso – Mi boda con tu madre fue especial, claro, pero esta... no sé, con esta boda estoy mucho mas nervioso. - se rió enogiendose de hombros.
- ¿Por qué? Ya sabes que está todo listo y que saldrá bien. - sonrió.
- Lo sé, pero con lo de tu accidente y todo eso... - suspiró.
- Papá, estoy bien, de verdad, deja de preocuparte, ¿vale? Mañana te llamaré para decirte la hora en la que llego, ¿de acuerdo? - sonrió.
- Claro, ¿vas a traer a tu novio? Nacho quiere conocerlo. - se rió.
- Se lo he comentado y me dijo que intentaria librarse para venir. - sonrió.
- Pues traelo, quiero ver su cara cuando vea a Nacho. - se carcajeó.
- Eres cruel, pobrecito... - sonrió con medio puchero.
Siguieron hablando durante un rato mas, Blas confirmó que podria ir y ella se lo dijo a su padre, que tomó nota confirmando que serian uno mas en su pequeña boda en el jardin de su casa.
Acababan de llegar a la casa del padre de Carol, al entrar y dejar sus bolsas de viaje junto a la puerta para ir a saludar a Marina que se encontraba en el jardin, un chico muy alto, de unos dos metros o mas, fornido y muy serio, se acercó a Carol sonriendo y la alzó en el aire abrazandola.
- ¡Nacho! ¡Cada vez estás mas grande! - se rió cuando la dejó en el suelo.
- Pues tú cada dia estás mejor. - sonrió haciendo que diera un vuelta sobre sí misma.
- No digas tonterias, estoy como siempre. - se rió avergonzada – Ven, quiero presentarte a alguien. - sonrió tirando de su mano.
- ¿A quien? - preguntó curioso.
- A alguien muy especial.
- ¿Has traido a tu novio? - preguntó divertido.
- Sí. - sonrió llegando junto a Blas, que los miraba intrigado – Blas, él es Nacho. Nacho, Blas, mi novio. - sonrió poniendose al lado de su chico.
- Asi que tú eres el novio de Carol... - dijo ese chico al que habian llamado Nacho.
- Sí, ese soy yo. - respondió intimidado, extendiendo una mano hacia él.
- Pues cuidadito con hacerle daño den uevo, ¿eh? - dijo serio, estrechando su mano con mas firmeza de la necesaria.
- No lo haré, puedes quedarte tranquilo. - sonrió nervioso.
- Mas te vale, chaval, porque a mi hermanita solo le hago sentir mal yo. - se rió cogiendola por la cintura y haciendola reir con sus cosquillas.
- ¡No! ¡Bajame! - exclamaba ella riendo agarrandose a su brazo.
- ¿Hermanita? - preguntó alzando una ceja confundido.
Nacho la dejó en el suelo riendo y le pasó un brazo por encima mirando a Blas divertido, que los miraba cada vez mas confundido.
- Claro, ¿qué creias? - preguntó ella mirandolo divertida.
- Los chicos me dijeron que...
- ¡No! ¿Creias que habia salido con él? - preguntó sonriendo divertida, señalando a Nacho.