Capitulo 25 ~ ¡¿Pero es que te has vuelto loco?! ~

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Eva se quedó de piedra al verlo delante de ella, rápidamente se tapó con lo que pillo primero y se dio la vuelta, se puso la camiseta que llevaba antes y lo miró de nuevo, avergonzada y enfadada.

-          ¿Qué quieres? – preguntó seca.

Él también se había sonrojado y la miraba con los ojos como platos, en vez de decir lo que tenía en mente segundos antes de encontrarla semidesnuda, se giró y cerró la puerta tras de sí. Eva frunció el ceño y caminó hasta la puerta, la cual abrió de un tirón, haciendo que él cayera sobre ella.

-          Pero qué… - murmuró en voz muy baja.

Él solo la miró, se incorporó levantándose del suelo, la levantó a ella también e iba a marcharse a su habitación, pero se giró y cogiendo sus mejillas con delicadeza, la besó apasionadamente, haciendo que ella abriera los ojos sorprendida y que luego los cerrara dejándose llevar, subiendo sus manos al cuello de él.

Medio minuto después, Álvaro se separó para coger aire, apoyando su frente en la de ella.

-          Esto… yo… - empezó a decir tartamudeando, mirándolo avergonzada.

-          Shh, no digas nada. – sonrió besándola de nuevo, de forma más delicada.

Pasó las manos por su cintura alzándola para no tener que estar encorvado hacia abajo y ella se aferró a su cuello.

-          No sé que me has hecho, pero no cambiaria esto por nada ni por nadie. – murmuró besándola, apretándola contra él.

Eva sonrió y siguió besándolo, hasta que necesitó aire y se separó de él, aun colgada de su cuello.

-          Tienes que dormir si no quieres llegar tarde mañana. – sonrió mirándolo.

-          Me da igual, prefiero quedarme un rato más aquí contigo. – respondió besándola de nuevo.

Ella se rió y lo besó otra vez, totalmente feliz por tener ese momento junto a él.

-          Venga, tienes que dormir. – dijo separándose de él.

-          Ven a dormir conmigo. – le pidió poniéndole ojitos.

-          Solo a darte las buenas noches, ¿eh? – se rió ella.

Él asintió y la dejó en el suelo, besándola de nuevo en los labios fugazmente, se fue a la habitación de enfrente y ella cerró la puerta con una enorme sonrisa en la cara, se cambió poniéndose el pijama rápidamente y esperó a que él abriera su puerta.

Dos segundos después, Álvaro abrió la puerta con una sonrisa en los labios, ella sonrió también y cogió la mano que él le tendía, esperó a que se tumbara en la cama y se inclinó para darle un beso de buenas noches en la mejilla, pero él la cogió de la cintura pícaramente y la hizo tumbarse junto a él en la cama de matrimonio que tenia. Sin soltarla, se giró, apagó la luz y la miró con una sonrisa.

-          Eres un tramposo. – se rió ella mirándolo, dejando que la abrazara por la cintura.

-          No, solo quiero dormir con mi pequeña a mi lado. – sonrió él rozando su nariz con los labios.

Ella sonrió y miró hacia la puerta, la cual estaba abierta y se veía luz en el pasillo.

-          No he apagado la luz de la habitación, ¿me dejas ir? – preguntó con voz dulce.

-          Mmm, ¿prometes volver y no escaparte? – preguntó mirándola divertido.

-          No sé, depende. – se rió ella.

¿Cuándo te volveré a ver?Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα