Celia estaba en el hospital, rezando porque su hija saliera bien de la operación que le estaban haciendo en ese momento. Pedro llegó con una tila para ella y un café para él, se sentó a su lado y le pasó un brazo por encima.
- Saldrá bien, ya lo veras. - dijo besando su frente.
- Si le pasa algo, me muero... - sollozó escondiendo la cara en su hombro.
- Tranquila, Martin hará lo que sea por ella, ya verás como estará bien, es fuerte, saldrá de esta. - la consoló sin dejar de abrazarla.
Siguieron abrazados durante largos minutos mas, en silencio, esperando noticias sobre su hija. Martin era el hermano de Pedro, solo con decirle lo que habia pasado, se habia echo cargo de ella, tenia que operar un coagulo de sangre que tenia junto al bazo antes de que este sufriera algun daño. Les habia dicho que era una operación delicada pero simple y de eso hacia ya poca mas de una hora.
- Celia... - dijo Eva apareciendo por el pasillo mirandola llorosa.
- Cariño, ¿qué haces aquí? Te dije que te fueras a casa. - dijo levantandose de la incomoda silla y caminando hacia ella.
- No queria quedarme sola en casa y no queria llamar a nadie... - dijo llorosa, bajardo la mirada – No tenia que haberla llamado, lo siento, perdoname. - pidió sollozando.
- Eva. Eva, mirame. - pidió poniendo una mano con cuidado bajo su barbilla magullada, teniendo cuidado de no tocar la zona golpeada cunaod la hizo alzar la vista – Mi niña, ella fue porque quiso, te quiere mucho, Eva, al igual que yo. Tú no has tenido la culpa de nada, ¿De acuerdo? - le dijo con media sonrisa.
- Pero si yo no la hubiera llamado, tal vez no estaria ahi dentro. - dijo como pudo haciendo un gesto hacia la puerta del quirofano.
- Si ella no estuviera ahi, estarias tú y quien sabe qué te hubiera pasado, cariño. - dijo abrazandola de medio lado con cuidado sabiendo que tenia dos costillas fracturadas.
- Siento que todo esto sea por mi culpa, deberia haberme ido con mis abuelos y nada de esto habria pasado. - dijo tristemente.
- ¿Y quedarme sin las tres mujeres de mi vida? - preguntó Pedro frente a ella – No, cariño, de eso nada. Ademas, sin ti yo ahora no estaria con Celia y no tendria mi pequeña familia. - le sonrió.
- Si me hubiera ido, nada de esto habria pasado, tal vez mi madre estaria viva ahora... - hizo una mueca.
- Eva, por favor, deja de decir tonterias, ¿vale? Eres una de las mejores cosas que tengo en la vida, asi que, deja de decir eso. - pidió Celia caminando hacia las sillas donde se habian sentado antes.
- Si le pasa algo por mi culpa, te juro que lo mato aunque esté agonizante en la UCI. - dijo entre dientes, sentandose entre ellos.
- Mira, ahi sale Martin. - dijo Pedro levantandose y yendo hacia él - ¿Como está? - preguntó nervioso.
- Todo ha salido bien, mañana por la mañana despertará de la sedacion, tranquilos. - les sonrió.
- ¡Gracias a Dios! - exclamó Celia abrazando a Eva, que sonrió llorosa devolviendole el abrazo - ¿Cuanto tiempo tendrá que estar aquí? - preguntó mirandolo.
- Alrededor de una semana, ha sido una operación delicada y ha perdido bastante sangre, pero tranquilos que ya está todo solucionado. Deberiais iros a casa, estará dormida y no se enterará de que estais aquí, a mi me toca guardia esta noche y no le quitaré el ojo de encima. - sonrió tranquilizadoramente.
- Yo me quedo con ella. - dijo Eva mirandolos.
- De eso nada, tú te vas a casa y guardas reposo, nada de moverte mucho o haré que te encienrren, ¿entendido? - dijo Martin mirandola.
