Marta estaba en el apartamento de Dani, habian quedado para comer alli los dos juntos y estaban preparando la comida entre los dos. Llevaban una semana sin tener un rato para ellos a solas y lo necesitaban.
- ¿Seguro que quieres hablar con ellos? - preguntó indecisa.
- Que sí, ¿cuantas veces te lo tengo que repetir? - preguntó cansado.
- Está bien, pero no creo que les va ha hacer mucha gracia... - repitió ella.
- Marta, ya me lo has dicho mas de mil veces, cambia el chip un poco, cariño. - sonrió besando su mejilla.
- Vale, vale. - se rió sentandose junto a él a la mesa – Mmm, esto huele genial. - sonrió.
Dani se rió y empezaron a comer bromeando, despues de eso, recogieron la mesa y la cocina entre ambos, que, jugando con el agua, mas que recogerla, terminaron con todo patas arriba y mojados de pies a cabeza. Dani empezó a perserguirla por la casa hasta llegar a su habitacion, donde la cogió por la cintura antes de resbalar y caer encima de la cama riendo.
- Eres un tramposo. - se quejó ella mirandolo divertida.
- Tú has empezado. - sonrió triunfal.
- No es justo... - empezó a quejarse, pero se calló cuando Dani empezó a besarla lentamente, haciendo que se acalorara abrazandolo, estaba a punto de quitarle la camiseta cuando un movil empezó a sonar rompiendo el momento – Decidido: odio la tecnologia. - gruñó.
Él se rió incorporandose, sacó el movil, colgó y lo papagó, dejandolo de cualquier manera sobre la mesita de noche, sonriendo, se agachó de nuevo tumbandose sobre ella para besarla cuando escucharon el movil de Marta en el salon.
- En serio, odio la tecnologia, ¿eh? - se quejó de nuevo frunciendo el ceño.
- Que exagerada. - se rió él.
Dani se bajó de encima de ella y se incorporó en la cama, Marta iba a levantarse de esta cuando el movil dejó de sonar, por lo que sonriendo, lo cogió de la camiseta para atraerlo hacia ella y lo besó de la misma forma que antes, haciendolo reir.
Él se recostó en las almohadas haciendo que ella se sentara a horcajardas sobre él para seguir besandolo, metió las manos bajo su camiseta y se la quitó, al igual que hizo ella, asi siguieron hasta quedar en ropa interior.
Dani iba a terminar de desnudarla cuando el timbre de la puerta empezó a sonar repetidamente, gruñó escondiendo su cara en el hombro de ella, que suspiró frustrada.
- ¿Abro? - preguntó sin mirarla.
- No, ya se cansaran de llamar. - respondió pasando las manos por su espalda.
- ¿Y si es importante? - preguntó justo cuando dejaron de llamar, esperó un poco y sonrió besandola de nuevo – Bah. - hizo un gesto con la cara antes de besarla de nuevo – Tienes razon, que vengan despues.
Ella se rió negando con la cabeza y siguió como hasta ese momento, perdida en su afan por desnudarlo completamente para disfrutar de él como hacia tiempo que no hacia.
Era ya entrada la tarde cuando se pusieron en camino a la casa de Marta, donde la esperaban sus padres. Conforme se acercaban a su casa, Marta estaba mas nerviosa, temia que aun siendo mayor de edad, sus padres la obligaran a irse con ellos a Barcelona y que lo dejara todo alli para no saber cuando volveria.
- Tranquila, ¿vale? Y, por favor, no discutas con tu padre. - le pidió con una sonrisa.
- Está bien, pero que sepas que yo no discuto, es él e l que empieza con sus... - se rió alzando las manos en señal de rendicion – Vale, vale, no he dicho nada.
