Marta colgó el teléfono y se lo guardó en el bolsillo de su pantalón con una sonrisa.
- ¿Qué te ha dicho? – preguntó Lucia mirándola.
- Que la esperemos en la puerta del teatro, que van ya para allá. – respondió con una pequeña sonrisa.
- Bueno, entonces, vámonos ya, que se nos van a hacer las tantas antes de llegar. – respondió Lucia mirándolas a las dos.
Eva se iba a quitar la camisa de Álvaro para dársela, pero este le cogió las manos y negó con la cabeza mirándola con una sonrisa.
- Quédatela, empieza a refrescar ya y estas mojada.
- Pero si llegamos en un momento, no importa, toma. – dijo quitándosela y dándosela.
- Que no, que te la pongas. – respondió él poniéndosela por encima de nuevo.
- Pero… - empezó a decir de nuevo.
- No es por nada, pareja, pero os vamos a acompañar, así que, discutid por el camino. – dijo Carlos con una sonrisa, cogiendo a Lucia de la mano.
Eva se puso colorada y se rió apartando la mirada, Álvaro se unió a sus risas y la cogió de la mano, tiró de ella y empezaron a andar detrás de los demás.
Dani y Marta iban en medio, andando en un silencio un poco incomodo, Dani la miraba de reojo, igual que hacia ella, pero cuando sus miradas coincidían, ambos la apartaban. Dani se acercó un poco más a ella y la miró con una pequeña sonrisa.
- ¿Estás más tranquila ahora que Eva está aquí? – le preguntó.
- Sí, pero creo que le ha pasado algo, tiene los ojos rojos de haber llorado. – respondió con el ceño fruncido.
Dani se giró para mirarla y la vio sonreír hablando con su amigo.
- Bueno, seguro que no es nada. – le respondió él con voz suave.
- Perdona por ponerme tan histérica, pero es que al ser la mayor de las cuatro, es como que siento algo así como un efecto de sobreprotección hacia ellas y me pongo histérica cuando alguna desaparece así porque sí. – explicó avergonzada.
Dani se echó a reír mirándola.
- No te rías de mi… - se quejó ella empujándolo levemente.
- Que no es de ti, tonta, es de tu cara al explicarte. – se rió mirándola.
- ¿De mi cara? ¿Qué le pasa a mi cara? – preguntó alzando una ceja, mirándolo con los brazos cruzados, parándose en medio de la calle.
Eva y Álvaro los miraron curiosos y Dani les puso los ojos en blanco, haciendo un gesto para que siguieran caminando.
Cuando estuvieron lo suficientemente lejos de ellos dos como para no escucharlos, Dani se puso delante de Marta con una sonrisa.
- ¿Quieres que te diga que tiene tu cara? – preguntó mirándola.
- No estaría mal. – respondió ella seria.
Dani dio un paso más cerca de ella, alzó una mano hasta su mejilla y la rozó.
- Lo cierto es que tienes una cosa aquí… - dijo mirándola con una sonrisa, acariciando su mejilla.
