Las chicas habían llegado ya a la cafetería, estaban en la puerta esperando a Carol para ir a la pizzería de al lado para comer y ya no aguantaban mas el calor abrazador que hacía a esa hora, que pegaba fuerte.
- Chicas, ¿y si entramos a la pizzería mientras que viene? Me muero de hambre. – dijo Marta pasándose la mano por encima del estomago.
- Vale, le mandaré un Whatsapp. – respondió Lucia sacando su móvil del bolso.
Lucia: Te esperamos dentro de la pizzería, no tardes mucho J
Carol: Vale, llego en dos minutos. Coge un sitio amplio, tengo mucho calor :S
Lucia se rió y entraron las tres en la pizzería, cogiendo la mesa que había al fondo, donde daba el aire acondicionado y había bastante sitio y una mesa enorme para casi diez personas.
- ¿Aquí? Pero si la mesa es enorme para las cuatro. – se quejó Eva.
- Carol dice que cojamos un sitio amplio porque tiene calor, no sé más. – dijo Lucia encogiéndose de hombros y sentándose en una de las sillas.
- Bueno, voy al baño. Si viene el camarero, pedidme una Coca-Cola con mucho hielo, ¿vale? - dijo Eva dejando su bolso sobre una de las sillas y metiéndose por un pasillo que daba a los aseos.
Marta se había sentado enfrente de Lucia para hablar con ella mientras esperaban, de espaldas a la puerta, por lo que no entendió la gran sonrisa que formaba la boca de Lucia cuando miró a la puerta, por lo que, curiosa, siguió su mirada y abrió los ojos como platos, quedando totalmente sorprendida cuando vio entrar a Carol con los chicos, que les sonrieron al verlas.
- ¿Dónde está la cumpleañera? – preguntó Álvaro después de saludarlas a las dos.
- En el baño, no tardará en volver. – sonrió Marta.
- Voy a darle un susto, ya vuelvo. – sonrió pícaro entrando por el pasillo.
Los demás se sentaron a la mesa quedando chico chica respectivamente. Lucia miró a Carol con una sonrisa y le dijo irónica:
- Con que tenias calor, ¿eh, fresita?
- Cuando te lo he dicho sí, iba con aquellos tres – señaló a Dani, Carlos y David con la mano – en los asientos traseros del coche, íbamos muy apretados y casi me da algo. – dijo de forma exagerada.
- Anda sí, no seas exagerada que el que casi muere espachurrado, he sido yo. – se quejó David. – Iba en el medio y madre mía…
Carol iba a decir algo, pero se escuchó un grito y unas risas provenientes del pasillo y se rió al decir junto con las chicas:
- Ya lo ha visto…
Todos rompieron a reír mientras que Álvaro y Eva llegaban a la mesa riendo también, ella estaba colorada, pero sus ojos brillaban de alegría. Al llegar a la mesa y verlos a todos allí sentados como si fueran amigos de toda la vida, casi se le cae la mandíbula al suelo de tanto que abrió la boca.
- ¡Feliz cumpleaños! – exclamaron los ocho a la vez riendo al verla tan sorprendida.
- ¿Qué, te gusta la sorpresa? – preguntó Carol sonriendo ampliamente.
- Por esto hacíais como que os habíais olvidado de mí hoy, ¿verdad? – preguntó riendo.
- Algo así. – se rió Lucia.
