Eva entró riendo al apartamento y fue a su habitación, cogió su móvil y se metió en el Whatsapp, abrió la conversación conjunta que tenia con las chicas y envió:
Eva: Me ha dicho Blas ahora mismo que hemos quedado en casa de Carol, ¿Por qué nadie había dicho nada? ¬¬
Mientras que esperaba la respuesta, sacó la ropa que se iba a poner y la dejó encima de la cama justo cuando sonó la contestación.
Carol: Que mono, ¿Cuándo lo has visto? :$
Eva: Se acaban de ir hace nada, ¿ya lo echas de menos? Jaja ;)
Carol: La verdad es que sí :$ Bueno, ¿vas a venir?
Marta: Uy, que se nos ha enamorado… jajaj
Carol: Tú calla, niña, que cuando vengas tenemos que hablar muy seriamente contigo ¬¬
Lucia: Yo llegaré un poco tarde, tengo que ir a hacer unos recados, lo siento, chicas :(
Eva: No importa, creo que yo llegaré al mismo tiempo que tú, tengo que pasar por el bar de ayer para hablar con el jefe por si me dan el trabajo :)
Carol: Jooo, ¿y no podéis ir después?
Eva: No, quiero ir temprano para hablar con él y saber cuando empiezo, necesito el dinero.
Marta: Tranquila, cuchi, yo llegaré a la hora :P
Eva: Bueno, frutitas mías, tengo que ir a ducharme y todo eso. Nos vemos luego ;) jajaj
Todas a la vez: ¡Te naranjamos!
Eva se rió y se fue a la ducha, se arregló y después recogió ambas habitaciones, fue a la cocina, desayunó, lo recogió todo y cogiendo su pequeño bolso, las llaves y el móvil, salió de la casa, cerrando la puerta.
Llegó al bar donde el día anterior había hablado con el camarero y le preguntó por el dueño, pero el muchacho le dijo que no iría hasta entrada la tarde, le pidió que se pasara después y ella le aseguró que así lo haría porque le urgía aquel trabajo. Salió del bar y empezó a caminar por la calle para llegar a la casa de Carol, pasó por varios escaparates y se quedó viendo la ropa que había en ellos durante unos segundos, siguió caminado tranquilamente, pero tuvo que dejar de hacerlo cuando alguien la cogió del brazo y tiró de ella bruscamente.
Eva, asustada, miró hacia atrás y se asustó más aun al ver a su hermanastro mirándola serio y los ojos llenos de ira.
- ¿Qué quieres, Toni? – preguntó con voz temblorosa.
- ¿Que qué quiero? ¿Se puede saber dónde te has metido estos dos días? – preguntó apretando mas el agarre.
- Déjame, me haces daño. – murmuró intentando apartarse.
- Más daño te voy a hacer cuando te lleve a casa. – dijo entre dientes, tirando de ella para comenzar a andar.
- No, déjame en paz, no voy a ir contigo a ningún sitio. – replicó ella intentando soltarse.
- Claro que vas a venir conmigo.
La gente los miraba pasar entre ellos, él tirando bruscamente de ella y ella intentando soltarse, agarrándose a las farolas por las que pasaban para evitar que se la llevara.
Toni se paró con un gruñido, tiró de ella pegándola a la pared de un callejón que había cerca de allí y la cogió de la mandíbula fuertemente, mirándola a los ojos.