Capitulo 5. ~Llamada inesperada. ~

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Carol se despertó a las once de la mañana, al ver el reloj, pegó un salto de la cama, se vistió y salió corriendo de su casa, justo cuando iba por casi la mitad del camino, empezó a sonar su móvil, lo cogió rápidamente.

-          Lo siento, lo siento. Lo sé, llego tarde, no ha sido mi intención…

Al otro lado de la línea se escuchó una risa masculina, lo que la hizo interrumpirse a sí misma frunciendo el ceño sin dejar de andar rápidamente por la calle.

-          ¿Dónde llegas tarde, misteriosa? – preguntaron riendo.

-          ¿Blas? – preguntó ella asombrada, ya que él era el único que la llamaba así.

-          El mismo que viste y calza. – se rió.

-          Oh, pues… lo siento. Creía que era Lucia y que me iba a gritar y después a matar porque me he quedado dormida… - dijo Carol caminando apresuradamente por la calle para llegar a su destino lo antes posible, que estaba casi al otro lado del pequeño pueblo.

-          ¿Y eso? ¿Alguien no te dejó dormir? – preguntó curioso.

-          Sí, tú. Tú no me dejaste dormir hasta entrada la madrugada pensando que te habías enfadado conmigo. – respondió Carol seria, prácticamente corría por la calle ya.

-          Ah, ya… Lo siento, me quedé dormido contestándote, perdona. – dijo avergonzado. si Carol pudiera verlo, podría ver sus mejillas totalmente rojas.

-          Vale, tranquilo, no pasa nada. Álvaro me dijo que te habías quedado frito. – se rió ella.

-          Ya, es muy gracioso. – se quejó.

Carol llegó hasta la calle de los abuelos de Marta, donde quedaban siempre para bañarse en la piscina que tenían allí y paró para respirar cuando llegó a la puerta.

-          Por cierto, ¿me llamabas por algún motivo en especial? – preguntó curiosa, cogiendo aire.

-          Sí, verás, yo… quería preguntarte algo. – titubeó.

-          Claro, dime. – sonrió mientras tocaba al timbre.

-          ¿Tienes algo que hacer a la hora de comer?

Carol abrió los ojos como dos platos enormes, casi parecía que si los abría más, se le saldrían los ojos de las cuencas, y sonrió de oreja a oreja antes de decir:

-          Pues había quedado con las chicas para ir a comer, si os queréis venir…

-          Oh, bueno, entonces nada, no queremos molestar. – respondió él rápidamente, pareciendo cortado y desilusionado.

-          Lo cierto es que sería una sorpresa genial para  Eva, es su cumpleaños hoy y por eso vamos a salir a comer, es como una pequeña celebración previa a la salida de esta noche. – le explicó Carol andando delante de la puerta mientras esperaba a que le abrieran.

-          ¿Dónde vais a ir? Si queréis podríamos aparecer de improviso por allí y le damos la sorpresa. – sugirió animado.

-          ¿Te parece bien si te mando luego un mensaje con el sitio la hora y todo eso y te lo digo? Es que aun no tengo ni idea de a dónde vamos a ir.

-          Claro, entonces, ¿en eso quedamos? – preguntó Blas riendo por el nerviosismo de ella.

-          Claro, hablamos luego. – sonrió Carol.

¿Cuándo te volveré a ver?Where stories live. Discover now