Mr. Kim • || KaiSoo ||

Epílogo I

KyungSoo suspiró con cansancio y movió la pierna derecha para mantener al niño entretenido y evitar así que se largara a llorar.

—¿Has visto a LuHan? —SeHun bufó al ver a su hermano mayor negar con la cabeza—. Toma, te lo dejo.

KyungSoo arrugó el entrecejo y elevó los brazos para tomar al otro pequeño cuando SeHun se lo entregó.

—¿Piensas dejarme con los dos niños?

SeHun, quien dio los primeros pasos para alejarse de la habitación, bufó otra vez y se volteó. Se acercó hasta KyungSoo y se lanzó al sofá para completar la pataleta.

—Necesito encontrar a LuHan. —El menor suspiró cuando sintió que ambos bebés dejaron los brazos de su tío para encaramarse sobre él—. Estoy realmente cansado y el insensible me dejó solo con los dos niños.

—Tú le dijiste que podrías con ambos. —KyungSoo sonrió con disimulo al ver la mueca en el rostro ajeno.

—Necesito ducharme —protestó SeHun, pero aun así sonrió cuando ambos niños comenzaron a tirarle del cabello para llamar su atención—. Aún no estoy listo y los chicos llegarán en un rato.

KyungSoo suspiró y se recostó en el sofá. Él tampoco tuvo tiempo de arreglarse para la fiesta de esa noche debido a que estuvo cuidando de uno de los niños.

La puerta de la entrada se abrió, dejando ver a LuHan junto a su padre cargando una diversidad de bolsas plásticas que apoyaron en una de las paredes de la casa. La madre de SeHun apareció detrás de los recién llegados y saludó a todos con una sonrisa.

—¿Por qué se demoraron tanto? —se quejó SeHun con una mueca, la cual fue inmediatamente borrada por el efímero beso de LuHan.

—Pasamos a comprar unos regalos que faltaban.

KyungSoo suspiró al ver a la empalagosa pareja y optó por levantarse del sofá.

LuHan sonrió de inmediato cuando uno de los niños se encaramó sobre sus rodillas y se largaba a reír al verlo. SeHun, quien estaba a su lado, acomodó mejor al pequeño que estaba sobre su regazo para que este pudiera interactuar con LuHan.

—¿Los bañaste?

La sonrisa de SeHun se esfumó para dar paso a una mueca de cansancio.

—Estuve todo el día cuidándolos. ¿Cómo se supone que los bañe cuando lloran porque no estás?

LuHan miró a su esposo con seriedad.

—Yo también estuve cuidándolos —se quejó KyungSoo con los brazos cruzados y su entrecejo fruncido.

—SeHun... —alegó el mayor y lo miró reprobatoriamente.

—No peleen —susurró la mujer, adentrándose mejor a la habitación—. Aún falta por envolver unos regalos, así que apúrense en bañar a los niños.

KyungSoo decidió subir las escaleras antes de quedar a solas con su madre y el padre de LuHan. Era ridículo y parecía irreal, ya que esos dos mantenían un tipo de "relación", justo de aquellas donde darse besos fugaces era motivo para sonrojarse con viveza.

—¿De quién te escondes? —Frunció el ceño con molestia al ver a su esposo asomarse por la puerta de su habitación.

—Te quedaste dormido y no me ayudaste con los niños —protestó. Se acercó a JongIn y lo empujó por el hombro para que ambos entraran a la habitación—. Por suerte llegó mi madre con LuHan.

—SeHun nunca puede con ambos.

KyungSoo se dejó caer en la gran cama de espaldas y suspiró.

—Sin LuHan, SeHun no puede. —Se giró en la cama y se arropó con las sábanas que continuaban tibias—. No entiendo por qué insiste en tener otro niño.