Mr. Kim • || KaiSoo ||

Capítulo X

—Cariño, ¿qué haces con KyungSoo? —interrogó la madre de la chica.

—Tiene un calambre —se apresuró en contestar KyungSoo al sentir como la joven escondía más la cara en el hueco de su cuello.

—EunSang, ¿cuánto te duele? —preguntó ahora su padre, rodeándolos para ver la cara de su hija.

KyungSoo continúo con su camino aún con la chica en brazos y no se separaron hasta que la dejó recostada en una de las sillas. Para su sorpresa, fue ella quien pasó la camiseta por sobre su cabeza y lo obligó a ponérsela. KyungSoo le sonrió y se sentó a los pies de la silla mientras que la chica sonreía.

Inmediatamente se acercaron sus padres junto a JongIn. La chica elevó la mano hacia él y en seguida entendió el gesto, por lo que golpeó la mano ajena con suavidad. Los padres de ella empezaron a hablar de cremas y JongIn permaneció a un lado con los brazos cruzados, prácticamente cubriéndolos del sol. La chica le hizo un gesto a KyungSoo con la mano para que se acercara a ella. Rodó los ojos porque era infantil, pero al fin y al cabo la tipa estaba loca y ya.

—¿No crees que es injusto que a ti se te noten más los chupetones que a JongIn? O sea... como eres más blanquito.

—¿Quieres molestarme? —interrogó y se alejó un poco de ella para que viera su ceja alzada.

—Solo pongo a tu chico celoso, cariño.

KyungSoo se alejó más de ella, pero no se atrevió a alzar la mirada hacia JongIn, quien intercambió algunas palabras con el padre de EunSang.

—No es mi novio. —Se levantó de la silla y miró a la chica.

—¡¿No lo es?! —exclamó ella casi de manera indignada mientras ponía una mano sobre sus ojos a modo de visera para cubrirse del sol.

—KyungSoo —Se volteó hacia JongIn, quien estaba a unos cuantos pasos de él. KyungSoo se despidió de manera cortes de la familia para luego dar grandes zancadas hacia su jefe—, ¿qué haces exactamente? —preguntó el otro cuando los dos se alejaron y se adentraron al hotel con las toallas cubriéndoles los hombros—. No vinimos a divertirnos.

—Lo sé. Lo siento. —KyungSoo se tomó unos segundos para continuar—. ¿Quedaron en un acuerdo?

—Al padre de EunSang le parece interesante que alguien con mi edad esté a cargo de una importante parte de la empresa. De igual manera, es un hombre con mente abierta. —Le asintió para que continuara hablando—. Dijo que yo le daba la confianza para que EunSang se hiciera cargo de sus riquezas.

—En conclusión... —KyungSoo intentó llegar al punto, pero su jefe no hizo más que darle vueltas y vueltas.

—Lo más probable es que se una a la compañía. Además, EunSang peleó ayer en la noche con su prometido —comentó JongIn mientras ambos subían al ascensor.

—Así que por eso estaba tan borracha... —susurró KyungSoo y el moreno asintió, dándole la razón.

—Al parecer el temperamento de EunSang es difícil de sobrellevar. Lo más probable es que la veamos más veces de las que queramos dentro de la oficina.

KyungSoo se vio sí mismo en el reflejo del espejo del ascensor haciendo una mueca. EunSang no era una mala chica, pero parecía tan extrovertida que le causaba un poco de rechazo.

Antes de lo que esperaron estuvieron los dos entrando por la elegante puerta de su habitación. KyungSoo inmediatamente se movió hacia su mesita de noche para alzar el celular con la llamada entrante. El aparato no tuvo ningún daño después de la caída a la piscina, por suerte, porque él no pensaba gastar demasiado dinero en comprarse otro que fuera igual de útil.