Capítulo XX

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—¡Hyung!, dime de una vez qué sucede contigo. Hace unos días también te ausentaste en la noche. Me empiezas a preocupar —reclamó SeHun mientras seguía a KyungSoo, quien corría por el departamento a la vez que se despojaba de sus ropas con rapidez antes de llegar al baño de su habitación.

—Te dije que lo de hace unos días fue porque uno de mis colegas terminó en el hospital —se excusó mientras terminaba de sacarse los bóxers y los dejó tirados en su habitación antes de adentrarse al baño y cerrar la puerta detrás de sí.

—¿Y hoy qué pasó? —preguntó su hermano, quien tomó asiento en su cama desecha.

—Me quedé en la casa de uno de mis compañeros de trabajo. Tuvimos que ordenar urgentemente un documento —mintió con el agua de la ducha cayendo sobre su cuerpo—. Perdón por no avisar que no llegaría a casa.

—Está bien, solo no lo vuelvas a hacer. De verdad me asustaste —confesó el menor mientras jugaba con el dobladillo de las sábanas de su hermano.

—Claro, SeHun. ¡Lo siento!

El chico pasó su mirada por la habitación de KyungSoo hasta que se detuvo en la camiseta roja que estaba sobre la cama. Primero, esa camiseta no estuvo ahí antes, lo que significaba que su hermano la trajo puesta esa mañana; segundo, esa camiseta no era de ninguno de los dos. SeHun ya aprendió a usar la lavadora, ahora sabía perfectamente cuáles eras las prendas que habían en esa casa.

—¡Hyung...! —Su voz disminuyó cuando vio el bóxers negros a un costado de la puerta del baño. El chico se acercó confuso hacia la prenda y lo alzó para verla—. ¡Hyung, ¿de dónde mierda sacaste unos bóxers Calvin Klein?!

Justo en ese momento el pelinegro abrió la puerta del baño, haciendo que el vapor trepara por las paredes de la habitación para arrancar del encierro del pequeño cuarto.

—¿Qué dices? —preguntó el mayor sin mirarlo mientras caminaba hacia su armario y sacaba ropa con rapidez.

—¿Por qué tienes bóxers...?

—¡Suelta eso! —chilló KyungSoo y arrancó la prenda de las manos de SeHun—. Y no son Calvin Klein.

—¡Claro que lo son! Y no me vengas a decir que los compraste en la feria. Tiene la etiqueta.

El pelinegro apretó los labios y tiró los bóxers al cesto de la ropa sucia que había dentro del baño.

—Me los compré en la tienda. No hagas algo estúpido con ellos —amenazó a su hermano y lo apuntó con uno de sus dedos.

Se vistió con rapidez y por suerte tuvo tiempo para arreglarse el pelo y untarse un poco de loción.

—Me iré ahora. No hagas nada estúpido, cuida la casa y... ¡¿Por qué no fuiste al instituto?! —KyungSoo se detuvo antes de llegar a la puerta, extrañándose porque su hermano estaba en casa a esa hora cuando era jueves.

—Claro, hyung. Ve tranquilo al trabajo.

Frunció aún más el ceño cuando se percató de que su hermano lo empujó por la espalda, le tiró su abrigo encima y le abrió la puerta.

—¡Hey! ¿Por qué no fuiste al instituto? —Intentó evitar que SeHun cerrara la puerta y diera por finalizada la conversación.

—No tenía ánimos de ir —murmuró el chico con la cabeza gacha, pero se recompuso rápidamente para darle una mala mirada a su hermano—. Además, LuHan aún me hace clases y tú dijiste que no me viera más con él.

—Tienes que ir a clase de igual manera y no es como si no pudieras evitar a LuHan en el instituto —reprochó—. ¿Cuándo dejará de trabajar?

Mr. Kim • || KaiSoo ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora