Mr. Kim • || KaiSoo ||

Capítulo XXIV

—Disculpe, ¿usted es la señorita EunSang? —Un hombre desconocido, el cual era portador de un elegante traje, entró a la oficina ese viernes por la mañana cargando en sus manos un gran ramo de rosas blancas, este mismo fue a parar delante del escritorio de la chica.

—¿Ve a alguna otra señorita en el lugar? —preguntó burlona y el hombre negó con la cabeza, mostrando una sonrisa avergonzada.

El extraño hizo una venia y dejó el voluminoso ramo de flores sobre el escritorio. El señor se dio media vuelta y salió por la puerta principal de la oficina con el mismo silencio con el que entró.

—¿Tienes novio y no me dijiste? —se burló BaekHyun y alzó la cabeza hacia ella con una sonrisa en los labios.

—En realidad no estoy saliendo con nadie. —La chica miró atentamente el gran ramo de flores—. Pureza —murmuró, recordando sus clases de jardinería del verano pasado.

KyungSoo vio por su costado que pasó otro hombre con un ramo de gladiolos amarillos, un sujeto completamente distinto al primero que ingresó; este dejó el ramo sobre el escritorio sin darle a la mujer nada más que una sonrisa y una venia. EunSang tomó las flores y olisqueó algunas de ellas.

—Amistad —murmuró mientras veía el ramo.

—EunSang.

Todos se voltearon a la entrada para ver a YiFan que apareció con un gran, inmenso, ramo de hortensias azules. La chica sonrió y dejó ambos ramos sobre el escritorio para levantarse.

—Sinceridad —dijo poniendo las manos en su cintura y vio como el chico se acercó a ella.

Para sorpresas de todos, YiFan se arrodilló delante de EunSang y elevó el gran ramo a la altura de la chica.

—¿Me perdonas? —preguntó él desde abajo.

EunSang le sonrió dulcemente y tomó el ramo de flores. Se volteó y lo dejó sobre su escritorio junto a todos los demás.

—YiXing —llamó la mujer aún usando un tono tierno al hablar.

El aludido suspiró, pero de igual manera se levantó ante la atenta mirada de todos, incluso la de JongIn, quien siempre parecía estar metido en su oficina personal. Sin embargo, en ese momento estaba ahí para ver el espectáculo.

EunSang tiró de una de las puntas del pañuelo que tenía alrededor del cuello con parsimonia y elegancia. Le hizo un gesto con las cejas a YiFan y este juntó ambas manos a la vez que las alzabas hasta la accesibilidad de ella. La chica envolvió las muñecas del rubio en un agarre fuerte y seguro con su pañoleta.

—YiXing —volvió a repetir la castaña y estiró la mano hacia el susodicho.

El aludido bufó, pero aun así se apoyó en el escritorio de JongDae para sacarse uno de sus zapatos de vestir y se lo pasó a la mujer. Esta solo lo recibió con calma para después golpear a YiFan con el zapato, sorprendiendo a todos.

—¡Eres un idiota! ¡¿Cómo te atreves a hacerle eso a quien es prácticamente como tu hermana?! —chilló ella y continuó con sus golpes a la vez que se agachaba para pegarle mejor al rubio que se revolcó con la finalidad de que no le llegaran los golpes—. ¡Además, golpeaste muy feo a los chicos! ¡Chino loco!

—¿Nadie la detendrá? —preguntó ZiTao, atento a la escena mientras mantenía una mirada expectante.

—No se puede. Es un trato entre ellos —explicó YiXing, quien se cruzó de brazos.

—Pasa muy a menudo, ¿no? —preguntó MinSeok.

—¡Agradece que no le dije nada a tu madre!