Mr. Kim • || KaiSoo ||

Capítulo XXIX

—Estoy molesto —confesó KyungSoo. Puso los brazos en jarra y miró a la pareja más dispareja que pudo haber visto antes.

—No es demasiado malo —opinó el más alto para excusarse—. Y no deberías tomártelo tan en serio.

—No estoy de acuerdo con eso. —KyungSoo le envió una mirada reprobatoria a BaekHyun, quien jugaba con sus manos y mantenía la cabeza gacha.

—Es mi culpa —volvió a hablar ChanYeol—. BaekHyun solo es expresivo a la hora de... hacerlo. A mí no me molesta.

—Pero te hizo daño de manera exagerada —aseguró y los miró con reproche—. ¡Y BaekHyun no tiene nada!

—¿Cómo podría marcarlo? —susurró ChanYeol y agachó la cabeza, recibiendo mirada de los otros dos—. Su piel... Yo... No quiero hacerle daño.

—¡Yeol! —vociferó el castaño a modo de regaño—. No me harías daño, yo no lo hice para dañarte. Nadie te dijo que no podías morderme o algo. Me encanta tener sexo contigo, me encantas tú, es por eso que intento recorrer hasta la última esquina de tu cuerpo. Nunca haría algo para dañarte y definitivamente no asociaré un chupetón tuyo con ese significativo.

—No fue lo que quise decir. Es solo que me gusta tu piel así como está, no debería tener manchas.

—A mí también me gusta tu piel, por eso la beso y la muerdo. Tú también deberías hacer lo mismo, independiente...

—Cállense. —Ambos voltearon sus miradas hacia KyungSoo y guardaron silencio.

—No lo hice con mala intensión —musitó BaekHyun con suavidad.

—Fue mi decisión no marcarlo, no por que Baek me detuviera o prohibiera.

KyungSoo suspiró y cruzó los brazos sobre el pecho—. Está bien. Solo quiero que BaekHyun tenga cuidado.

—Lo tendré, KyungSoo. Esto no volverá a suceder.

El recién nombrado dejó caer los brazos y apuntó hacia su carpa—. Está bien, pueden irse.

ChanYeol tomó la mano de BaekHyun y ambos se dirigieron hacia su tienda de campaña.

—¿Estás molesto? —preguntó JongIn a unos tres metros de él. Las manos del moreno estaban en los bolsillos de sus pantalones y balanceaba las caderas de adelante hacia atrás a la vez que mantenía una mueca divertida, pero precavida en los labios.

—Puedes acercarte.

KyungSoo se esforzó en ocultar su sonrisa cuando vio a su novio acercarse con alegría.

—Tú también me has hecho chupetones. ¿Por qué te pusiste tan histérico? —se burló el menor después de abrazarlo por la cintura y apegar sus cuerpos.

—BaekHyun se pasó.

—ChanYeol fue muy lindo, ¿no crees? —KyungSoo frunció el ceño y miró a su novio por sobre su hombro, pero este no lo miró—. Defendió a BaekHyun y no pareció nada molesto con...

—¿De qué hablas? —cortó el diálogo ajeno con las cejas fruncidas. De inmediato recibió una sonrisa por parte del otro.

—Solo intento decir que hacen linda pareja.

—¡Hey, vengan a comer antes de que los dejemos sin nada! —gritó JongDae desde un lado de la fogata.

Ambos chicos se separaron y caminaron hacia el calor que desprendía el fuego. Los dos tomaron asiento en un grueso tronco que estaba cortado a la mitad y recibieron la manta que les ofreció EunSang.