Capítulo XVII

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—Entonces eso fue lo que dijo... ¡No me lo pude creer! ¡Lo juro! —EunSang batió las manos en el aire.

—No lo creo —dijo BaekHyun con aire ofendido—. ¡Es una zorra!

—Maldición. No se callan... —murmuró JunMyeon y se golpeó unas cuantas veces la cabeza contra el escritorio, aunque no de manera exagerada—. ¡ChanYeol! Tírales de esa puta mierda de limpiador y ahógalos hasta que mueran.

El aludido, a pesar de que se mantuvo al margen mientras pasaba el paño por el cristal, no pudo evitar dejar el vidrio empañado con su propio vaho. KyungSoo vio que ChanYeol se golpeó ligeramente la cabeza contra el ventanal. Nadie podía con BaekHyun y EunSang, definitivamente nadie.

—MinSeok, lo que te pedí. —JongIn apareció por la puerta principal de la oficina mientras veía su celular y alzó una mano hacia MinSeok, quien permaneció con la vista fija en la impresora que estaba detrás de él.

—¿Qué...? ¡Ah! Sí... —El empleado elevó la carpeta y su jefe la tomó para pasar por su lado sin prestarle mayor atención.

—¡Necesitaba cortarme el pelo!

JongIn levantó la cabeza de su aparato y mostró un ceño fruncido.

—¿Ustedes qué hacen? ¡A trabajar! —El sujeto alzó la voz, haciendo temblar a los otros dos, quienes se sentaron correctamente en sus sillas. El jefe entró a su oficina, dando un portazo, cosa que llamó la atención de todos.

—¿Qué le pasa a ese idiota? —preguntó EunSang sin dirigirse a nadie en particular.

A pesar de que la actitud de JongIn fue extraña e inusual, todos volvieron con rapidez a lo que hacían, por lo que KyungSoo fue el único que mantuvo su mirada en la puerta de cristal que daba la entrada a la oficina personal de su jefe. Se levantó y envió una rápida mirada a sus espaldas antes de entrar a la oficina de JongIn sin tocar previamente ni nada. En el interior el hombre se paseó de un lado a otro dentro del reducido espacio, como un león enjaulado, mientras hablaba por teléfono. Cuando la llamada se cortó tiró el aparato al gran y elegante sofá que había en el lugar.

—¿Las cosas no van muy bien? —preguntó KyungSoo con cautela.

Al principio el contrario saltó por el susto y luego se giró para sentarse sobre el sofá con un gran suspiro.

—Asusté a los chicos allá afuera, ¿cierto? —JongIn se pasó las manos por la cara con frustración.

—Un poco —confesó—. ¿Pasó algo malo?

—No es nada. Solo necesito a JongDae. —KyungSoo alzó una ceja—. Nos demandaron por poner en el centro comercial una tienda no autorizada.

—Pero lo arreglarán en unos días. JongDae vendrá mañana a trabajar.

JongIn asintió y se acomodó mejor sobre el sofá.

—Ven aquí —dijo el otro y movió una de sus manos.

KyungSoo frunció el ceño, pero de igual manera se acercó a su jefe. Cuando estuvo delante de él este sacó las manos de los bolsillos para entrelazarlas con las suyas.

—¿Qué...? —Fue levemente tirado por su jefe, haciendo que quedara sentado a horcajadas sobre el otro—. ¿Qué haces?

Por sentido común supo que tenía que levantarse y alejarse, pero las manos del contrario en torno a su cintura se lo impidieron, logrando que solo se acercara más al otro.

—Ahora mismo necesito apoyo moral. —Su jefe apoyó la frente sobre su hombro.

—JongIn...

Mr. Kim • || KaiSoo ||Where stories live. Discover now