Cuidaré de ti

Decisión

Quizás le costase más o menos arreglar las cosas con ellos, pero sabía que en algún momento lo haría y se sentiría libre una vez que todo estuviese bien con sus padres.

Cerrando sus propios ojos, escuchando el ronroneo suave del motor bajo el capó del coche, y la calmada respiración de Noah, ella acabo por quedarse dormida.

Durante todos esos días de tensión con Noah, ella tampoco llego a descansar como se debía, así que aprovecharía, al igual que él, ese momento para relajarse y dormir por un ratito.

La voz suave del John la despertó. Abriendo sus ojos, parpadeo un par de veces. Seguía teniendo sueño y lo único que eso quería decir, era que el rato o las horas que llego a dormir no eran suficientes para paliar con el cansancio que tenia. Así que se sentía somnolienta cuando presto atención al hombre que conducía.

Mirándolo a través del espejo retrovisor, le dio una pequeña sonrisa.

--¿Qué pasa, John?

--Ya hemos llegado.

--¿Eh? ¿Dónde?

Pregunto frunciendo el ceño, miro por la luna delantera y por la ventanilla que tenia al lado, intentando adivinar donde estaba, puesto que no conocía los alrededor que estaba viendo. Nada de lo que tenía a la vista, le resultaba familiar.

--Esta es la casa de verano de los hermanos McCarter.

Formando una o con sus labios, abrió sus ojos con sorpresa cuando se percato bien de donde estaban. Ir a una casa de verano en invierno era un poco contraproducente, pero era un buen modo de evadirse sin tener que coger un avión y distanciarse del todo de todo el mundo. Algo que Noah por el momento no quería hacer hasta solucionar las cosas con su familia. Más concretamente, con sus padres. Y lo entendía. Así que la casa de verano era un buen lugar para evadirse por unos días.

Aunque... si no recordaba mal, iban a llamar a Kyle y Sean para que los acompañaran. Y ni siquiera habían pasado por casa para coger algo de ropa, lo que le llevaba a preguntarse ¿Qué iban a ponerse durante los días que estuviesen allí? No tenía ni idea, pero en algún momento tenían que salir del coche así que...

--Noah.

Llamo ella, sacudiendo suavemente el brazo del hombro. Este gruño un poco y la ignoro. Entornando sus ojos, se movió sobre el asiento, acomodándose de rodillas sobre él, se inclino hacia Noah, acuno su cara con las manos y lo beso. Cuando el ignoraba tan deliberadamente su voz, solo quería decir que estaba realmente a gusto durmiendo y que no tenía intención alguna de despertar, y que tenía que recurrir al juego sucio. En su caso, la incapacidad de Noah para no seguir un beso.

Siendo consciente de que estaba jugando con fuego, inclino su cuerpo hacia delante y presiono suavemente su boca sobre los suaves labios de Noah. Besando los llenos labios, sonrió ligeramente cuando el cuerpo de Noah tomo consciencia ante el contacto. Llevando el beso a un nivel un poquitín más alto, mordió el labio inferior del hombre, beso la comisura de su boca y se rio en cuanto el la encerró en un cepo creado por gruesos brazos que la atraían contra su cuerpo, impidiéndole así que escapara mientras se adueñaba de sus labios. Noah no era un hombre que se caracterizase por su habilidad para resistir, así que ella se preparo para ser devorada. Sorprendiéndose cuando el simplemente echo hacia atrás la cabeza, después de morder por un tenue momento su labio inferior. Abriendo esos preciosos ojos ciegos, soltó un pequeño gruñido y frunció el ceño.

--Eso es trampa, Emma.

--¿Lo es?

Entornando sus ojos de hielo viejo, Noah la ciño un poco más fuerte, inclinando la cabeza hacia ella, dirigió su boca hacia su garganta. Temblando al mismo tiempo que reía con cierto nerviosismo, empojo al hombre por los hombros, intentando librarse de aquel castigo que el intentaba impartirle cuando mordiera la sensible piel de su cuello.