MALDAD

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¡Holaaaa! No voy a decir mucho, aún no tengo pc, pero este finde fui de viaje y aproveché el camino para escribir este capítulo... el fin se acerca meus amores. Espero les guste.

***

MALDAD

-Mamá, ¿Por qué me pediste que huyéramos así del centro comercial? El tío Itachi se preocupará cuando no me vea llegar con la señora Yamanaka.

La mujer de ojos claros como la luna le sonrió con ternura pero no dijo nada, a Keiko le pareció algo extraña su forma de actuar, en ese momento veía a su madre con un aire distante que rozaba en lo melancólico.

-No te preocupes, amor. Iremos a un lugar donde podremos estar juntas, la policía sigue detrás de mí y no puedo salir a la luz. Te extrañé mucho, así que llamé a papá y le avisé que estás conmigo, él le dirá a Itachi que todo está bien.

-Mami, ¿Y mi hermanito o hermanita? -Keiko sonrió y la mujer la observó con cautela, luego le brindó una sonrisa sincera.

-Al lugar al que iremos es donde él está esperándonos, tú y él se conocerán muy pronto.

-O sea que ya nació. ¿Es un niño? -Preguntó emocionada con la noticia-, ¿Es esa la razón por la que estás un poco pálida? ¿Te sientes bien? -Indagó al ver a la mujer apoyarse de la pared para tomar un respiro, corrió a su lado y la ayudó a sostenerse.

-Sí cariño, hace poco di a luz. Y claro que estoy bien, solo un poco cansada. Tu hermano es un bebé precioso, vas a amarlo con solo verlo. -Ambas sonrieron con complicidad.

-Debe ser hermoso como tú... y también debe parecerse al tío Itachi. -Dijo con un leve sonrojo en las mejillas. Ella se quedó pensativa por unos instantes, luego inhaló un poco del aire fresco de la tarde, era cierto que se sentía débil.

-Cuando lleguemos al refugio podrás hablar con Sasuke, mientras debemos procurar llegar antes del anochecer, cuanto más pronto lleguemos será mejor.

Llegaron a un estacionamiento subterráneo apenas iluminado por las luces en el techo, que ni aun así quitaba el ambiente tenebroso que emanaba la atmósfera del lugar, la Hyuga activó el mando a distancia, el sonido de una alarma desactivarse les indicó el sitio donde estaba el vehículo de la joven. Se dirigieron a paso apresurado hasta la camioneta, se subieron y abrocharon sus respectivos cinturones de seguridad.

La mayor lo hizo despacio, parecía como si evitaba lastimar una zona específica en su abdomen, pero al hacerlo soltó un gemido de dolor que sobresaltó a la pequeña Uchiha.

-Mami, ¿Puedes conducir así? Te veo muy mal, podríamos llamar un taxi, no quiero que te pase nada.

- ¿Podrías hacer silencio? ¿No ves que estamos huyendo? No puedo llamar un taxi. Es suficiente con el dolor que siento como para también soportar tus quejas, Keiko. -La niña se hizo un manojo de nervios luego de escuchar a su madre hablarle de ese modo. La Hyuga soltó un largo suspiro al verla-. Lo siento, cariño. -Se acercó a la más pequeña sintiéndose culpable por haberle contestado de aquella horrible manera-. No quise gritar, es solo que, no es muy lindo el modo en que me siento. ¿Me perdonas? -Preguntó en tono sincero. La niña asintió con tristeza, notaba extraña a su mamá, pero en su mano quedaba hacer todo lo que fuera posible por hacerla sentir mejor.

Luego de la disculpa la mayor puso en marcha el automóvil y salió con rumbo errante, hacia el que servía ahora como su escondite.

El camino era largo, tanto que Keiko terminó durmiéndose en el asiento trasero durante todo lo que duró el trayecto en carretera, cuando despertó, llegaban a una pequeña cabaña que al parecer de la joven quedaba en medio de un bosque, pues todo lo que podía observar en los alrededores era un extenso follaje que se extendía más allá del horizonte.

Between LOVE & REVENGEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora